Los barrios de Salamanca piden autobuses eléctricos y una línea circular
El movimiento vecinal reclama paradas en los centros de salud, la ampliación del horario hasta las 23:30 y que el Ayuntamiento recupere la gestión directa del transporte urbano para que deje de estar en manos de una concesionaria
Sin duda alguna 2020 se perfila como el año decisivo para el futuro del servicio público del autobús en la capital salmantina, dado que está previsto que el Ayuntamiento acometa durante el próximo ejercicio importantes mejoras y sustanciales cambios en los itinerarios, las frecuencias y los horarios de las diferentes líneas del transporte urbano.
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Las previsiones que baraja el Ayuntamiento contemplan sacar a concurso en abril del ejercicio venidero el nuevo y millonario contrato del autobús urbano.Hay que tener en cuenta que el actual contrato se encuentra anulado, después de que el Tribunal Supremo desestimara el pasado mes de febrero el recurso de casación presentado por la actual empresa concesionaria –Salamanca de Transportes– contra la sentencia que dictó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en marzo de 2018, fallo judicial que anuló el vigente contrato del servicio municipal de transportes, licitado en el año 2013, tras un recurso planteado por la entidad mercantil Globalia Autocares. El contrato, que se adjudicó en abril de 2014 a Salamanca de Transportes, tenía una duración de 12 años por un importe total que asciende a la nada despreciable cifra de, nada más y nada menos, 144 millones de euros. Sin embargo, la reclamación judicial entablada por Globalia, que había concurrido a a la anterior licitación, acabó imponiéndose en los tribunales y el Consistorio tendrá que volver a licitar el contrato la próxima primavera.
Esta vez el Ayuntamiento quiere que la futura empresa adjudicataria del contrato asuma las propuestas de mejora y modificaciones de la ciudadanía salmantina. El Consistorio constituyó el pasado 11 de octubre un grupo de trabajo con el fin de recabar todas las ideas que aportaran los componentes del citado grupo –desde las fuerzas políticoa municipales hasta las asociaciones de vecinos y los diferentes colectivos implicados–, encaminado todo ello a la elaboración de un documento marco que, asumiendo e integrando todas estas propuestas, defina cómo deberá hacerse la remodelación y la mejora del servicio público del transporte urbano de la capital. Los miembros del grupo fijaron el 15 de noviembre como fecha límite para la presentación de las diferentes propuestas por parte de sus integrantes.
El movimiento vecinal de la ciudad ha diseñado y remitido una extensa batería de medidas para que sean asumidas por el denominado Grupo de Trabajo para la Reordenación del Transporte Público de Viajeros por Autobús Urbano. Las propuestas han sido confeccionadas por la Federación de Asociaciones deVecinos, Consumidores y Usuarios de Salamanca (Fevesa), que agrupa en sus filas a buena parte del movimiento vecinal salmantino.
El listado de sugerencias es muy amplio, pero se resume en nueve ideas nucleares que han emanado fundamentalmente desde los colectivos vecinales de los barrios periféricos de la ciudad, como son los casos de Vistahermosa, Pizarrales, El Carmen, El Zurguén-El Teso de la Feria, Huerta otea y Puente Ladrillo.
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Las citadas nueve propuestas abarcan, en primer lugar, la ampliación del servicio ordinario del autobús hasta las 23:30 horas, así como la instalación de pantallas de información horaria de manera generalizada y, al menos, en las cabeceras. Fevesa también aboga por arreglar los problemas existentes con las pantallas interiores de los autobuses para que funcionen correctamente y den la información necesaria, además de incorporar autobuses eléctricos a la flota.
El movimiento vecinal también se decanta por aumentar la frecuencia en las horas de máxima afluencia de usuarios y la recuperación de la gestión directa del autobús por parte delAyuntamiento. Esta última propuesta tiene un especial calado, dado que, de aplicarse, dejaría de efectuarse la entrega del servicio a una empresa externa, como sucede actualmente con Salamanca de Transportes.
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Otras medidas ideadas por Fevesas se refieren a que «que el derecho de los conductores al bocadillo no repercuta en el servicio», así como que «todos los barrios estén comunicados por autobús con su centro de salud, como el Barrio Blanco, Vistahermosa, Chamberí y El Zurguén».
Las diferentes asociaciones que integran Fevesa han elaborado detalladas propuestas atendiendo a la demanda y las necesidades de los vecinos de sus barrios.Así, la asociación de vecinos de Huerta Otea señala que el barrio cuenta solo con una red de autobús que llega al mismo, como es la línea 13, con una frecuencia de 20 minutos entre semana y 30 domingos y festivos. Se trata, apuntan los vecinos, de «una línea muy larga, que pasa por muchos grupos semafóricos y que en las horas de tráfico (que además coincide con las horas de más demanda por parte de los vecinos) sufre continuos retrasos, algo que supone un gran trastorno ya que es la única línea». Además, cada vehículo tiene una limitación de dos sillas de bebé. Con la gran cantidad de niños que hay en el barrio, esto supone que «padres con niños muy pequeños tengan que esperar más de 20 y 30 minutos en una parada para subir».
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Por todo ello, los vecinos de Huerta Otea instan al grupo de trabajo que la línea 13 cumpla sus horarios y sea fiable y que «disminuya su frecuencia al menos a cada 15 minutos y que otra línea pase por el barrio, como podría ser la línea 4».Demandan también que «el búho realice más paradas en el barrio ya que se queda antes del Parque Juan Tenorio, ignorando una parte con muchos habitantes después del parque, una zona poco agradable de pasear durante la noche».Además, los vecinos de Huera Otea entienden que con la entrada en funcionamiento del vial del futuro Hospital y con todo el proyecto de dinamización que supondrá la estrategia de desarrollo urbano sostenible Tormes+ «no puede ser que sigan sin pasar autobuses por el puente de la Universidad, por lo que nos gustaría una línea circular que pudiese conectar todos los barrios periféricos de Salamanca».Sin duda alguna, la propuesta de la línea circular es una de las más llamativas que incorpora el movimiento vecinal –en este caso de Huerta Otea– al grupo de trabajo.
Por su parte, la asociación de vecinos Puentelave, del barrio dePuente Ladrillo, aboga en su rosario de medidas por cambiar el letrero de todas las líneas que llegan al barrio por Puente Ladrillo en vez de Los Toreses, dado que estiman que «con eso se favorece a la identidad de barrio». Quieren también que la frecuencia de las líneas 7 y 10 se reduzcan a 10 o 12 minutos, además de trasladar la parada existente en la calle Jamaica a la calle Sumatra.
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En lo que se refiere el barrio trastormesino del Tormes, su asociación de vecinos ve necesario habilitar una nueva parada de la línea 3 en la Avenida Helmántica frente a la calle Maestro Valverde en ambos sentidos. Además, «en la zona del campo de tiro se podría quitar una parada porque hay dos muy próximas», apostillan los portavoces vecinales.
Por su parte, la asociación devecinos de Vistahermosa apuesta por atender la demanda de usuarios que solicitan extender la línea para dar cobertura al Campus Miguel de Unamuno y sobre todo a los alumnos de los institutos de Enseñanza Secundaria Fray Luis de León y Lucía de Medrano, con el fin de que el autobús atienda rutas que pasen por estos centros. Sugieren también incorporar o modificar las líneas 5 y 8 para que también den respuesta al barrio de Vistahermosa-Buenaventura.
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En lo que se refiere al barrio de Pizarrales, la asociación de vecinos Munibar se decanta por habilitar una nueva línea de autobús que comunique con el nuevo Hospital.
Todas estas consideraciones vecinales serán ponderadas por los técnicos municipales y presentadas en la próxima reunión que celebrará el grupo de trabajo del autobús urbano, que previsiblemente se celebrará a mediados del próximo mes de enero, según avanzaron el concejal del PSOE, Chema Collados, y la edil de Izquierda Unida y miembro del GrupoMixto,Virginia Carrera, quienes forman parte del citado grupo.
Tanto desde las filas socialistas como por parte de IU se ha puesto en tela de juicio la presencia de la actual empresa concesionaria, Salamanca de Transportes, en este grupo de trabajo.Chema Collados apuntó que su grupo tiene serias dudas sobre si esta circunstancia pudiera favorecer finalmente a Salamanca deTransportes y colocarla en una situación de ventaja frente a aquellas otras empresas que aspiren a gestionar el autobús urbano cuando se saque a concurso público el nuevo pliego de condiciones y se licite el nuevo contrato el próximo mes de abril. Estas objeciones socialistas salieron a relucir en la Comisión de Policía del pasado 6 de noviembre.
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Virginia Carrera rememoró que durante la anterior legislatura el grupo municipal de Ganemos propuso un listado de agentes sociales que deberían formar parte del grupo, como «los representantes sindicales de la empresa y las asociaciones que representan a las personas con movilidad reducida». La edil de IU señaló que entonces «ya defendimos que si la empresa formaba parte del grupo, también deberían estar las secciones sindicales y la representación legal de los trabajadores». Sin embargo, Carrera puntualizó que «entonces solo me opuse yo y el PSOEno lo hizo».
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