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Los encierros son uno de los grandes atractivos de las fiestas de Lumbrales. MARÍA SERNA

Los astados protagonizan, de nuevo, la última jornada festiva

LUMBRALES ·

Encierro con caballos y novillada centran la programación de este último día de las fiestas del municipio

M.J.G. / WORD

LUMBRALES

Miércoles, 22 de agosto 2018, 13:19

Que Lumbrales es un pueblo de una gran afición taurino es algo innegable, tan sólo hay que ver la programación de sus fiestas patronales para darse cuenta que los festejos taurinos lo impregnan todo. De esta forma, y como no podía ser de otra manera, los grandes protagonistas de la última jornada festiva, celebrada ayer, volvieron a ser los astados, primero en el encierro taurino; y después, por la tarde, en la novillada y capea.

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El encierro a caballo discurrió por el campo y por las calles de Lumbrales y según los entendidos fue «un encierro entretenido», a la vez que «vistoso» y fue seguido por un gran número de personas de todas las edades que no se quisieron perder el último encierro de estas fiestas.

Después llegarían las vaquillas, que se soltaron por el recorrido del encierro urbano de una en una, aunque algunas de ellas se juntaron en un tramo del mismo. Vaquillas que fueron aprovechadas por los más valientes para darle algún pase y realizar algunos recortes.

Y si por la mañana fue el encierro a caballo y las cuatro vaquillas los que llamaron la atención de los aficionados, por la tarde fue la novillada, en la que se contó con la participación de los novilleros Rocío Romero y Manuel Diosleguarde, que tuvieron que enfrentarse a astados de la ganadería de Miranda de Pericalvo.

Y tras la novillada, capea para los más atrevidos, cuatro vaquillas que hicieron las delicias del público asistentes al festejo de Lumbrales.

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