El Archivo de Salamanca incorpora los 9.000 fondos de la biblioteca de Santiago Carrillo 

Entre la nueva documentación que ha llegado al Archivo de la Guerra Civil sobresale especialmente la biblioteca del histórico líder comunista Santiago Carrillo Solares (1915-2012).Se trata de un voluminoso fondo formado por unos 9.000 volúmenes y algunas notas manuscritas. La colección incluye monografías, separatas, álbumes y notas manuscritas, en su mayoría relacionadas con la historia del pensamiento, política, movimiento obrero y memorias de dirigentes comunistas, todo ello perteneciente a la biblioteca personal de quien fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE) desde 1960 hasta 1982 y una de las figuras clave del comunismo español desde la Segunda República Española hasta las postrimerías de la Transición.

La llegada al Archivo de los fondos de Carrillo no es la única que tuvo lugar en los últimos meses. Concretamente, entre mediados de noviembre y mediados de diciembre de 2020, entraron en el Centro Documental de la Memoria Histórica una serie de relevantes fondos, tanto por su volumen como por su contenido, y entre ellos figura precisamente la biblioteca del histórico dirigente comunista. Estas incorporaciones engarzan con la política del Ministerio de Cultura y Deportes de afianzar el CDMH como centro de referencia para el estudio de la Guerra Civil, el exilio, el franquismo y la transición.

En el caso de Santiago Carrillo, los fondos integrados se configuran como un relevante testimonio y fuente de estudio para los investigadores e historiadores sobre etapas claves de la reciente historia contemporánea, como los años de IIRepública, cuando el joven Santiago CarrilloSolares, hijo de uno de los fundadores del PSOE y de la UGT, WescelaoCarrilloAlonso, ingresó en 1934 en las Juventudes Socialistas y promovió posteriormente su fusión con las Juventudes Comunistas, dando pie a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Su nombre también permanece ligado a uno de los episodios más sádicos y criminales del bando republicano, como fue el asesinato de miles de personas en sacas extrajudiciales en Paracuellos del Jarama en noviembre y diciembre de 1936. Entonces Carrillo era consejero de Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid que presidía el general Miaja, aunque él siempre negó su responsabilidad en estos hechos.

Carrillo jugó un papel fundamental en la controvertida historia del PCE durante los años del exilio, tanto cuando su partido, con él a la cabeza, se identificaba plenamente con el régimen soviético de Stalin como durante su conversión al aperturista eurocomunismo. Además, fue protagonista fundamental de los pactos cosechados en laTransición, llegando a aceptar la Monarquía liderada por JuanCarlos Iy apoyar la Constitución de 1978.

Las ironías del destino han propiciado que finalmente la biblioteca de Carrillo llegue al Archivo, el centro que irradió el conocido mediáticamente como conflicto por los 'papeles de Salamanca' y sobre el que Carrillo se posicionó en su momento, tal como atestiguan las hemerotecas.Así, en mayo de 2005 y cuando el litigio por los 'papeles de Salamanca' se encontraba en plena ebullición, Carrillo se involucró en la polémica con unas llamativas declaraciones en las que llegó a calificar de «grotesco y un poco exagerado» decir que la salida de documentos del Archivo de la Guerra Civil con sede en Salamanca iba a ser «el preludio de la ruptura de España». El exsecretario general del PCE manifestó entonces que los documentos son históricamente propiedad de la Generalitat de Cataluña y que «lógicamente hay que devolverlos» sin hacer de ello un drama.

También puntualizó en aquella ocasión que los papeles reclamados por el Govern son una especie de botín de guerra del Ejército del general Franco cuando entró en Barcelona. «Eso se ha mantenido en Salamanca, que además era el centro político del franquismo, pero me parece archi-justificado que se devuelvan a Cataluña los documentos que están en Salamanca, lo que no significa que no puedan quedarse con copias», señaló Carrillo.