Apurada victoria casera en el estreno de la Euroliga del subcampeón de Europa (70-64)

El club salmantino -que no pudo contar con sus dos estrellas Katie Lou Samuelson y Kaehla Copper por la WNBA pero sí ya con las recién llegadas Bella Alarie y Karlie Samuelson- arrancó así su 15ª participación en la máxima competición continental en la que el curso pasado fue subcampeón como ya hizo en 2009 y de la que campeón en 2011. El MBA Moscow es un debutante en la Euroliga que la pasada temporada quedó tercero de la potente liga rusa y que apenas tiene bagaje en Europa -cuatro participaciones en Eurocup y sin llegar lejos nunca-. Un equipo sin americanas, con todo el plantel ruso, que vendió cara su derrota ante un CB Avenida al que todavía le falta mucho en su juego para recordar lo que fue el curso anterior. A las nuevas todavía les cuesta un mundo integrarse a la dinámica azulona ofensiva y sobre todo defensiva pero mientras se vayan sacando los partidos en Liga y Europa la construcción se irá haciendo sólida más rápido. Pero al CB Avenida le costó estrenar su casillero de victorias: tanto que a falta de dos minutos el marcador era de 65-64. Silvia y Leo Rodríguez tiraron de galones en el partido y sobre todo al final para sacar los puntos adelante porque Hof, otra las destacadas, fue expulsada por una doble antideportiva.

Estaba avisado Avenida del potencial exterior del MBA Moscow, de la buena mano de exteriores y ala-pívots rusas y lo demostraron desde al arranque con dos triples y un tiro de cinco metros (7-8, min. 3) ante un equipo charro liderado en el arranque por la capitana Silvia Domínguez y Hof. Las rusas ocupaban mucho espacio en ataque, con jugadoras muy abiertas y obligaba a las de Íñiguez a estar rápidas de piernas en las penetraciones o para llegar a tapar lanzamientos en las esquinas. Pero el CB Avenida no solo le aguantó el pulso en el tiro exterior a su rival sino que se encontró con una Andrea Vilaró excelsa con dos triples seguidos a los que hubo que sumar otro de Leo-, el equipo charro abrió la primera brecha en el marcador doblando a su rival (21-10, min. 7). El ritmo anotador era altísimo para el estreno europeo y así las de Íñiguez cerraron el primer cuarto con un 27-19 a su favor.

En el segundo cuarto se reestrenaron con Avenida las recién llegadas de la WNBA Karlie Samuelson -tercera campaña en el club- y Bella Alarie -segundo-. Pero como las azulonas se empezaron a atascar en ataque y las rusas siguieron a lo suyo, los triples, tras uno de Mariia Korshakova que acercó al Moscow a 33-27 (min. 16), Íñiguez detuvo el partido para refrescar ideas. Dicho y hecho, balones interiores buscando a Hof, donde la holandesa es superior, y el CB Avenida pudo irse con algo más de renta a los vestuarios (38-30).

La reanudación fue un toma y daca continuo de dos equipos que mostraron que todavía están en fase de construcción, con altibajos en el ritmo y la continuidad. La renta se estableció a favor de las charras en la decena de puntos pero con la sensación de que todo estaba controlado mientras Íñiguez rotaba a sus jugadoras.

Susto con Karlie

La afición charra se llevó un susto en el 27 cuando Karlie Samuelson se tuvo que ir al banquillo tras recibir un golpe en la rodilla derecha de una rival caída al suelo. La británica se fue cojeando al banco pero pudo volver minutos después en el mismo periodo, que se cerró con 55-48 para las azulonas tras un triple final de Anastasia Logunova.

Los primeros minutos del último periodo iban a ser claves para saber si al CB Avenida le tocaría sufrir para debutar ganando. Se acercaron las rusas al inquietante 55-50 pero un triple de Leo Rodríguez a 5.27 para el final pareció sacar del apuro a las charras (62-53). Nada más lejos de la realidad.

Expulsión de Hof

Los colegiados se 'liaron' en los minutos finales con una técnica al técnico visitante y en la siguiente acción la injusta segunda antideportiva a Hof -fue castigada con la primera instantes antes- y así la holandesa se perdió los minutos finales. El Avenida se descentró por completo ante un MBA Moscow crecido y a Íñiguez no le quedó más remedio que parar el partido con 63-60 a 3.45 del final. Los nervios ya se instalaron en el equipo charro con dos pérdidas de balón y el 63-62 en el electrónico. El balón pesaba hasta que llegaba a las manos de Leo Rodríguez y Silvia, que fueron las que dieron calma y puntos al final para sellar la victoria por 70-64.