"Ha sido un asesinato, quemaron la casa después de matarla"

Un espeluznante crimen vinculado con el tráfico de drogas. Ésta es la principal hipótesis que se baraja en torno al impactante fallecimiento de Amparo Bermúdez Salazar, una mujer de 49 años que apareció ayer muerta, con evidentes signos de violencia, en la casa que habitaba en el número 12 de la calle América, en el barrio salmantino de Pizarrales. El presunto crimen todavía resulta más macabro, dado que la vivienda fue pasto de las llamas cuando los primeros rayos de luz solar daban paso a un nuevo amanecer, una acción presuntamente perpetrada por el responsable o los responsables que acabaron con la vida de la mujer.

Amparo acabó ayer de forma trágica su periplo terrenal. En su vida tampoco fue muy afortunada, según recordaban absolutamente conmocionados algunos de sus vecinos y vecinas, que como ella pertenecen a la etnia gitana. Se casó en dos ocasiones y sus matrimonios tuvieron un triste desenlace, dado que se quedó viuda las dos veces, tal como explicaba apesadumbrado uno de sus primos, que merodeaba con otras mujeres en las proximidades de la vivienda, después de que agentes de la Policía Judicial y Científica levantaran el precinto con el que acordonaron la arteria urbana, tras cuatro horas de pesquisas y una búsqueda insistente de indicios que arrojaran luz sobre la muerte de Amparo.

Llamada telefónica

Las investigaciones efectuadas en la vivienda incendiada han puesto de relieve que Amparo sufrió un fuerte golpe en la cabeza y varias puñaladas en el interior de la casa, que al parecer era un punto habitual de venta de drogas, según informó la agencia Efe. Los bomberos fueron advertidos a primera hora, a través de una llamada telefónica, del incendio originado en esta vivienda de la calle América. Al personarse en el interior de la casa, se encontraron con el cuerpo sin vida de una mujer.

Por su parte, los agentes policiales que se desplazaron hasta el lugar del siniestro descubrieron una importante cantidad de dinero en las habitaciones de las viviendas, que podría oscilar entre los 60.000 y los 100.000 euros.

Las fuentes policiales consultadas apuntaron que el óbito de l a mujer fue consecuencia de una agresión violenta, ya que presentaba, concretamente, un fuerte golpe en la cabeza y al menos dos cuchilladas en el cuello, lo que pudo causarle la muerte antes de empezar el incendio.

La cronología de este suceso arrancó a las 08:00 horas de la mañana, cuando el servicio de emergencias del 112 recibió una llamada alertando de la presencia de humo en un domicilio de la calle América.

Tras llegar hasta la zona una dotación de Bomberos y otra del Cuerpo Nacional de Policía, así como agentes de la Policía Local, se localizó a una mujer muerta, con el mencionado golpe en la cabeza, aunque posteriormente y al efectuar el levantamiento judicial del cadáver comprobaron que tenía varias puñaladas también. El humo que salía de la vivienda generó la alarma entre el vecindario, que se despertó sobresaltado por el olor.

Además, en la primera inspección policial de la vivienda, los agentes observaron indicios de que se trataba de un punto de venta de droga, además de encontrar dinero en diversas habitaciones de la casa, que cuantificaron entre los citados 60.000 y 100.000 euros.

La vivienda es una casa de planta baja y la mujer residía en ella sola sin compartir la misma con ninguna otra persona.

Los bomberos sacaron de la vivienda a la fémina, que ya había fallecido. Inmediatamente comprobaron que presentaba evidentes signos de violencia, por lo que informaron a la Policía. A la vivienda acudieron los servicios del Instituto de Medicina Legal y finalmente se procedió al levantamiento del cadáver.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía mantienen abiertas sus investigaciones para determinar la autoría del crimen, que podría estar relacionado con el tráfico de drogas, aunque no descartan otras hipótesis.

Un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía confirmó de forma oficial que el cadáver presentaba signos de violencia, aunque dejaron claro que las conclusiones definitivas sobre las causas que precipitaron el fallecimiento no se conocerán hasta que no se le practique la autopsia al cadáver.

Hacia las 12:30 horas y tras las pesquisas desarrolladas por los agentes de la Policía Judicial y Científica, se procedió a retirar las cintas que precintaron la vivienda tras el incendio. Vecinos de la zona explicaron que Amparo, tras quedarse viuda en dos ocasiones, vivía sola y no se le conocía ninguna pareja sentimental, desbaratándose de esta forma las primeras hipótesis que proliferaron, que apuntaban a que la muerte podía tener relación con un nuevo caso de violencia de género, tras la constatación policial de que el cuerpo mostraba evidentes signos exteriores que ponían de manifiesto que la muerte había sido violenta. De esta forma, las teorías sobre un posible caso de violencia de género se disiparon rápidamente, cobrando fuerza de forma paulatina la tesis de que la muerte obedeció a un crimen relacionado con el tráfico de drogas.

«Ella vivía sola, no tenia ningún familiar, pero tampoco estaba con ningún hombre», apunto una vecina, también de raza gitana, que conocía a la víctima.

«Tenía dos hermanos, uno era un canalla y está en la cárcel y el otro murió de cáncer», indicó un primo de Amparo que se acercó hasta la zona tras tener conocimiento de la funesta noticia. Los vecinos consultados coincidieron en señalar que Amparo fue asesinada y que el incendio no fue casual, sino que fue provocado por el agresor o presuntos agresores.

«Tampoco ha sido un ajuste de cuentas», recalcó el primo de Amparo. Sin embargo, su versión choca directamente con las primeras hipótesis que comenzaron a barajar los agentes policiales, dado que la vivienda estaba catalogada como un punto especialmente conocido en Pizarrales por acoger la práctica delictiva del narcotráfico.