Final de lujo y lleno para el Bolsín Taurino Mirobrigense

En esta ocasión se cumplieron todas las previsiones y a las 16:09 horas estaban agotadas las 1.106 entradas disponibles para presenciar la final del Bolsín Taurino Mirobrigense. Esas entradas, totalmente gratuitas, eran una manera de contabilizar el aforo, pues este año el espectáculo se ha tenido que amoldar a la normativa vigente en materia de riesgos por lo que la primera de las medidas era controlar el número de asistentes.

Con la expectación como punto de partida y los tendidos del Conde Rodrigo llenos desde casi una hora antes de comenzar la tienta, la tarde no defraudó, aunque como siempre con matices.

Los novillos fueron buenos en general, quizás el primero, el de Adelaida Rodríguez, el más duro de todos, y que correspondió a Juan Manuel Caro, de Jerez de la Frontera, y Rubén Blázquez, de Peñaranda de Bracamonte, uno de los tres salmantinos que se dieron cita en esta final de la edición número 61.

A continuación saltaron al ruedo Carlos Domínguez, de Badajoz, y Manuel Sánchez, de Diosleguarde, con un toro de Orive; el tercer eral fue de Pedraza de Yeltes para Aaron Infantes, de Ciudad Real, y Adrián Villalba, de Albacete; el cuarto de Manuel Santos Alcalde lo lidiaron Antonio Palacios, de Albacete, e Ismael Jiménez, de Badajoz, y cerraron la tarde Víctor Manuel Hernández, de Madrid, y Valentín Hoyos, de La Alberca, con un astado de Agustínez.

Los miembros del jurado del Bolsín, formado por Andrés Sevillano, Miguel Ángel de Elías, Francisco Martín y Manuel Santos, salvo cambio de última hora, se reunirán a lo largo de esta jornada para decidir quién es el triunfador y el orden de los finalistas.

Uno de los novilleros que presenta una candidatura firme para convertirse en triunfador de esta edición es Manuel Diosleguarde, que entendió a la perfección al toro de Orive que le tocó en suerte. En una especie de mano a mano y sin haber entendido su rival al astado, vino a decir aquello de aquí estoy yo y despacito, muletazo a muletazo, dando los tiempos que el animal requería, se hizo con la situación y la pasó con nota.

Ayer se pudo ver en varias ocasiones cómo los novilleros se destapaban los unos a los otros y cómo un mismo novillo cambiaba en función de las manos.

Otro de los novilleros que ayer estuvo muy arropado por la afición fue Valentín Hoyos, de La Alberca, que también tiene serias opciones de colarse en el grupo de los afortunados que estoquearán un novillo durante el próximo Carnaval.

Habrá que esperar al jueves para conocer el veredicto.