Tradición y artesanía se unen en Monleras

La Plaza Mayor de Monleras se convirtió, durante toda la jornada de ayer, en un hervidero de gente que se acercó a disfrutar de la Feria de Oficios, una cita con la tradición y la artesanía que se celebra en la localidad desde hace más de una década y media.

En esta ocasión han sido más de una veintena los estands expuestos en la feria, en los que se podían adquirir todo tipo de productos hechos de manera artesanal con barro, piel, cerámica, vidrio, pintura, tejidos y un sinfín más de materiales, por no hablar de los productos agroalimentarios entre los que se encontraban quesos, licores, panes, huevos, embutidos y compotas de primera calidad hechos por productores de la zona.

Y es que si algo caracteriza a esta feria es que es una apuesta por los productos de la zona y, sobre todo, por los productores y artesanos. Así, los participantes en la cita son gente de la zona, tanto de Monleras como de los alrededores incluyendo las provincias de Salamanca y Zamora. En este sentido, cabe recordar que la Feria de Oficios nació en un principio para mostrar a los participantes en los campos internacionales de trabajo que tienen lugar en la localidad los oficios tradiciones de la zona y eran los propios vecinos del pueblo los que, aunque no se dedicaran profesionalmente a ello, mostraban las labores más típicas de los pueblos, trayendo un trozo de historia y de tradición hasta la actualidad y mostrándola a estos jóvenes, llegados desde diferentes países del mundo.

«Después de unos años, para no cansar a la gente y teniendo en cuenta que algunos ya eran muy mayores, decidimos abrirla a los artesanos de otros pueblos, a gente que sí se dedica a ello y que podían venir aquí a mostrar sus habilidades y vender sus productos», recuerda Ángel Delgado, el alcalde de Monleras.

Así, mientras que la mañana estuvo dedicada sobre todo a la exposición y venta de los productos artesanos, por la tarde fue el momento de disfrutar de las exhibiciones y los talleres de chocolate, alfarería y cerámica, bisutería, encuadernación y vidrieras.

Cabe destacar que, entre todos los puestos, había algunos montados por los niños del pueblo tanto los que viven allí todo el año como los veraneantes en los que los pequeños pusieron a la venta dibujos, pulseras, todo tipo de manualidades e incluso limonada elaborada por ellos mismos durante estos últimos días, en los que, al juntarse con motivo de las vacaciones de verano, han compartido largos ratos haciendo todos estos productos con cuyos fondos financian sus propios gastos de las peñas durante las fiestas de la localidad.

De este modo, además de entretenerse, los más pequeños se familiarizan también con el mundo de la artesanía y, paseándose por los diferentes estands, pueden conocer algunos trabajos que, si no fuera por la dedicación de los artesanos, acabarían desapareciendo.

Precisamente con el objetivo de poner en valor esta labor de mantenimiento de los oficios es por lo que se celebra esta feria, que ayer volvió a demostrar, un año más, que es todo un acierto y que consigue atraer a mucha gente hasta Monleras.