Solemne adiós a 40 años de carrera militar

Muy emocionado y con el «orgullo del deber cumplido» el general Manuel Godoy Malvar se despidió ayer de la que ha sido su casa los últimos cuatro años, el acuartelamiento General Arroquia de la ciudad de Salamanca. Hoy, 3 de febrero, se cumplen cuatro años también desde que fuera ascendido a general, una fecha que marca el paso a la reserva del que ha sido el jefe militar de Salamanca y Zamora en est tiempo, así como jefe del Mando de Ingenieros.

Acompañándole en la solemne despedida que tuvo lugar en el patio de la instalación militar se reunieron políticos, integrantes de la sociedad civil y cargos militares. Destacó la nutrida representación de los otros regimientos del Mando de Ingenieros, procedentes de Burgos y Zaragoza, así como de la Base Aérea de Matacán y de la Guardia Civil.

El adiós de Manuel Godoy incluyó el beso a la bandera de España, como hiciera hace 40 años en la Academia Militar de Zaragoza. Así lo relató el general en su discurso de agradecimiento, en el que repitió sin cesar términos como «humildad, lealtad y compromiso».

«En casi 40 años de servicio en activo he vivido una vida militar intensa y apasionante, y todas las unidades por las que he pasado me han permitido conocer a compañeros generosos y a subordinados leales, así como aprender enseñanzas útiles», señaló. En el currículo del general destacan las misiones internacionales en Bosnia (en tres ocasiones), Mozambique e Indonesia.

Precisamente, Godoy no olvidó ayer recordar a los que «echamos en falta», los militares del Mando de Ingenieros que están ahora mismo en misiones en Irak, Líbano y la Antártida. Tampoco se olvidó de reconocer el esfuerzo que los ingenieros del número 11, el regimiento salmantino, han realizado en Irak en el desmontaje de la base española de Herat, un «ejemplo significativo», aseguró, que ha sido reconocido tanto en España como en la OTAN.

Otra misión internacional, la llevada a cabo en Bosnia después de la Guerra de los Balcanes se recordó también ayer, cuando el general Godoy impuso a la bandera del Mando de Ingenieros la corbata de reconocimiento «por la operación de mantenimiento de la paz», emblema otorgado recientemente por el Mando General del Ejército.

Escasez de recursos

«En las misiones en el extranjero en las que he participado he podido comprobar que el Ejército español está al mismo nivel que el de otros ejércitos», afirmó de igual modo Godoy, quien recordó al poeta Virgilio al decir «puede, porque cree que puede», en referencia al esfuerzo realizado por los soldados españoles.

En este sentido, agradeció al acuartelamiento General Arroquia los «desvelos» que han tenido para proporcionarle comodidad «pese a la escasez de recursos de los últimos tiempos» y prometió que volverá «en cuanto sea posible» a la que ha sido su casa.

El acto de despedida concluyó con el tradicional homenaje a los caídos por España, en el que se encendió una llama en recuerdo. Asimismo, el general Godoy y el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, depositaron una corona de laurel en el monolito levantado en honor a los desaparecidos. Tras este momento llegó el turno de las felicitaciones y despedidas en el patio del cuartel. Además del alcalde se dieron cita allí el portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Luis Mateos, junto a la concejala Maribel Campo, el subdelegado del Gobierno, Javier Galán, y el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias.