El Real Valladolid recupera un punto en La Rosaleda tras pegarse dos tiros infantiles

El Valladolid reestrenaba en La Rosaleda su condición de segundo tras las victorias en Alcorcón y ante el Lugo y lo hacía con una novedad obligada en el once porque tras la grave lesión de Óscar Plano tras marcar ante los gallegos -se perderá todo lo que resta de campaña- Pacheta optó por hacer un solo cambio de inicio con la entrada de Iván Sánchez -primera titularidad y exhibición en la primera parte-, repitiendo por tanto pareja de centrales con Joaquín y Kiko Olivas -muy mal partido de ambos- ante la baja de Javi Sánchez por sus molestias del último tramo de la semana.

El Pucela se medía a un rival herido, un Málaga perseguido por el descenso ya casi como única referencia de los que sueñan con librarlo, y con el intento de remontar el vuelo tras tres derrotas seguidas estrenando nuevo técnico, el exblanquiazul Pablo Guede. Llevaban más de cuatro meses sin ganar en casa los blanquiazules, una racha que se prolongará al menos 15 días más.

La primera parte estuvo marcada tanto por el error de Joaquín a los cuatro minutos como por las continuas ocasiones malogradas por el Pucela, cada cual más clara. Lo hizo casi todo bien el equipo de Pacheta, que mereció irse al descanso no solo por delante sino hasta con un marcador abultado siendo dueño y señor del esférico capitaneado por el trío de la medular y por un Iván Sánchez imparable en la derecha. El ritmo fue frenético ante un Málaga que terminó encerrado... pero por delante en el marcador.

El partido arrancó con un garrafal error a los cuatro minutos de la adelantada defensa blanquivioleta porque con un balón al espacio del lateral, Joaquín salió tarde buscando el fuera de juego casi en la medular, y Febas y Brandon se presentaron increíblemente solos ante Masip, con el primero encarando al meta para dejarle solo al punta para que la empujara al fondo de las mallas.

Lejos de acusar el golpe, el Valladolid reaccionó sin dudas a por el partido y ya en el primer cuarto de hora tuvo dos claras ocasiones para al menos haber igualado: la primera a los cuatro minutos con una lejana falta que botó mal Monchu y tras golpear en un defensa la atrapó Weissman casi en el pico del área chica, pero el remate a la media vuelta del israelí lo desvió el meta que salió rápido a tapar huecos. Y también en el 13, cuando a la contra Roque Mesa abrió para un Iván Sánchez muy descarado desde el inicio, éste vio completamente solo a Aguado pero el disparo raso y cruzado se le fue cerca del palo.

Incluso pudo tener cierta polémica la primera parte en el 21 Nacho intentó un acrobático remate escorado siendo golpeado por Víctor -tuvo que pararse después el partido- y en la continuación Weissman intentó un remate acrobático sin enganchar el balón. Apenas hubo protestas.

Roque Mesa, Aguado y Monchu campaban a sus anchas por los pasillos interiores y casi cada vez que el balón alcanzaba la zona de tres cuartos era ocasión manifiesta para el Pucela. En el 25 Iván Sánchez fue entrado en falta en la banda, Toni Villa rescató el cuero y su centro al área lo remató a gol Weissman pero el balón se estrelló en Peybernes. La más clara fue la siguiente para el '9' a la contra, con un preciso centro de Roque Mesa que el punta cabeceó picado y el meta apareció como un gato para evitar el gol cantado. Otra más desaprovechada.

Casi gol olímpico de Monchu y otro garrafal error para el 0-2

En el saque de esquina Monchu intentó el gol olímpico al primer palo y el cuero se estrelló en la madera con violencia ante un sorprendido meta. Un disparo lejano de Iván y una falta directa de Monchu a las manos del meta fueron las últimas intentonas de la primera parte de un Real Valladolid que mereció mucho más en La Rosaleda.

Se repitió de inicio otro garrafal error de la zaga. Tras una falta colgada al área de Monchu en la que pudo igualar de nuevo el equipo de Pacheta; no llegaron por poco para empujarla Jouquín al primer palo ni Olivas al segundo, pero los centrales la volvieron a pifiar atrás para el 2-0 en el 49. Ambos se anticiparon en un balón largo por la banda izquierda con Masip saliendo fuera del área, Joaquín despejó sin mirar al espacio y allí apareció un sorprendido Vadillo, que no desaprovechó el regalo para marcar a puerta vacía con el meta blanquivioleta corriendo para evitar un imposible. Increíble pero cierto.

No esperó más Pacheta para mover el banco y metió a Gonzalo Plata por Aguado en el 56, centrándose más en el campo Iván. Y no tardó en recortar diferencias el Valladolid para meterse en el partido. Un preciso córner de Monchu que Weissman cabeceó picado poderoso para poner el 2-1.

Pudo durarle poco la alegría a los visitantes porque Jozabed casi llegó a empujar a gol un centro al segundo palo. Pero de lo que pudo ser el 3-1 se pasó al 2-2 porque Toni Villa enganchó la contra, mandó al espacio para Plata, el ecuatoriano ganó la línea de fondo y su centro al primer palo lo remató Weissman para anotar su 16º tanto. Cuatro minutos locos y de nuevo el marcador igualado. Se llevó las manos al delantero a la parte posterior del muslo derecho y tuvo que ser cambiado minutos después por Sergio León -también entró Anuar por Villa-.

El partido se convirtió por momentos en un ida y vuelta, estaba roto, yendo de área a área el cuero sin pasar por la medular. Y tuvo que estar preciso Olivas al segundo palo en el 65 para evitar otro remate solo a la contra de los locales.

Pudo también completar la remontada total el Real Valladolid ocho minutos después con otro genial balón parado colgado por Monchu, ahora de falta, que dejó solo a Sergio León cabeceando en el área pero el punta estrelló el esférico en el cuerpo del meta. Era de un lado a otro y el Málaga también tuvo las suyas con su reciente fichaje. Adrián. El punta le ganó dos veces la espalda a Joaquín, lentísimo, y rozó el 3-2 en dos acciones similares, la primera estrellando el tiro en el cuerpo del central y en la segunda rematando forzado fuera ante Masip.

En el tramo final, el colegiado le perdonó en el 80 la segunda amarilla a Víctor por una acción área que dejó tocado al recién entrado Carnero -también entró al verde Morcillo por un lesionado Monchu- e incluso a un minuto del tiempo reglamentario Sergio León reclamó un posible penalti -no lo pareció- con el Real Valladolid notando el esfuerzo de la remontada y teniendo que defender las últimas embestidas locales en los cinco minutos de prolongación.

Ahora a esperar al lunes con el Almería-Ponferradina para saber si los de Pacheta llegan a la final del sábado en Zorrilla por delante o si pierden la plaza de ascenso directo, y también si este domingo el Eibar se va a cinco puntos de los pucelanos en su salida a Ibiza.