El Real Valladolid Promesas cae con estrépito en casa ante el colista (1-4)

No tardó la Arandina en arrear el primer sopapo a un contemplativo Promesas. Corría el minuto 2 cuando un córner sacado en corto lo acabó cabeceando un escorado Pesca. Rafús colocó un guante flojo y la pelota quedó muerta para que Deiby firmase el 0-1 a placer. Con todo el partido por delante, el filial intentó rehacerse después de minutos de mucho brío visitante. Con un viento gélido soplando en los Anexos, Salazar se plantó solo ante Jara, pero no supo resolver el mano a mano. El delantero blanquivioleta no fue capaz de exhibir el filo que le hizo brillar en su debut del primer equipo y que ahora parece oxidado.

La Arandina intensificó la presión para evitar que el Promesas pudiera iniciar el juego con limpieza. Aun así, el filial logró cargar por las bandas, con centros que no encontraron remates limpios. Sergi Esteban probó un disparo frontal, a Salazar le falló la mira tras un robo y Arnu no pudo llegar a tiempo ante Jara. En la otra costa, Rafús abortó una internada de Otu, que rompió marcas con una facilidad pasmosa. En el toma y daca apareció Chuki para probar al meta visitante, pero un balón largo sobre Kevin Manzano llevó a Ortuño a derribarle, lo que le costó la roja directa en el 45. De falta directa, Pesca rubricó el 0-2, con la mala fortuna de lesionarse en el disparo, lo que obligó a la entrada de Varona tras el descanso.

Con diez jugadores y dos goles en contra, el partido ya había adquirido un cariz preocupante para el Promesas. Jesús Martínez abandonó su posición en la medular y ocupó posición de central. La Arandina volvió a empujar antes de que Álvaro Rubio moviese el banquillo para dar entrada a Frimpong e Iker Pérez. La debilidad blanquivioleta resultaba patente en cada merodeo de Kevin Manzano entre líneas. El exblanquivoleta Adri Pérez aprovechó uno de los flagrantes desajustes del Promesas para certificar el 0-3.

La entrada en el campo de Pozo dinamizó a los pucelanos y fue el atacante blanquivioleta el encargado de reducir distancias, tras recibir un pase largo de Iker Pérez, irrumpir con fuerza en el área de la Arandina, aguantar el balón y soltar un trallazo que se coló en la portería de Jara con la colaboración de Varona en su afán por despejar. Sin embargo, cualquier conato de reacción vallisoletano quedó cortado de raíz cuando a los dos minutos, Frodo volvió a retratar la defensa de papel del Promesas para colocar el 1-4 que ya sería definitivo.

El filial blanquivioleta aún gozó de algunas ocasiones con el marchamo de Pozo, una de jugada personal y otra en una falta ensayada que Quintana estrelló en el portero Jara. El portero de la Arandina evitó también que Chuki marcase de falta directa en el minuto 89. Con el Promesas prácticamente descuartizado atrás, Arnau Rafús y los palos evitaron el quinto gol de los burgaleses en una doble ocasión. Kevin Manzano tampoco acertó en el tiempo añadido. El Promesas cayó con estrépito en su casa ante un colista al que dejó crecer. Toca hacer examen de conciencia.