Los jugadores se retiran a vestuarios tras caer en Balaídos. LOF

¡No puedo más!

Libre directo ·

«Si ni el dueño ni ningún representante defiende públicamente al equipo y a su afición, ¿por qué tenemos que hacerlo nosotros? Lo siento, estoy al límite»

Alberto Cuesta

Lunes, 27 de febrero 2023, 13:53

Soy aficionado del Real Valladolid desde que tengo uso de razón y conozco al club, su historia y su idiosincrasia mejor de lo que conozco ... a algunos miembros de mi familia. Por eso me siento plenamente capacitado para decir que estoy harto y que una parte de mí, cada vez más grande, sólo desea mandarlo todo a la mierda.

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Envidio tanto a los aficionados que han podido disfrutar los (pocos) buenos momentos que ha vivido este club que hasta me duele. ¿A qué puede agarrarse un aficionado como yo? Han sido años y años de mediocridad sufriendo un descenso tras otro y sólo celebrando ascensos. En un club que cuenta con cuarenta y seis temporadas en Primera División llega un punto en el que celebrar un regreso a la máxima categoría dice más cosas negativas que positivas. En ese momento estamos. Son más de veinte años los que llevo como abonado y sólo he visto al Pucela pelear por los mencionados ascensos y por no bajar, con una cuota de éxito poco loable, teniendo que tragar continuamente con partidos indignos. El partido contra el Celta es otra prueba más.

Se puede perder, claro. De hecho, lo normal es que el Pucela pierda más de lo que gane, pero la actitud mostrada en un contexto como el que envolvía al partido en Vigo es sencillamente inaceptable. Aunque estamos tan acostumbrados a este tipo de humillaciones que ya no sorprende. Sin embargo, lo que no soporto en situaciones así es que alguno de los jugadores que arrastran la camiseta den una falsa imagen de unidad con declaraciones llenas de palabras vacías o tuits con emoticonos al estilo de un adolescente en plena edad del pavo. Sirva como ejemplo el jugador que últimamente le ha cogido el gusto a hacerlo y que, casualmente, es el mismo que se ha liado a tortas con varios compañeros. «Todos juntos», «somos una piña», «tenemos que estar unidos», «estamos todos en el mismo barco», «debemos seguir remando en la misma dirección»… no aguanto más estas tonterías.

Si este club siempre nos entrega lo mismo y tenemos que conformarnos con la más absoluta vulgaridad, ¿por qué tenemos que seguir dando lo mejor de nosotros? Si ni el dueño ni ningún representante defiende públicamente al equipo y a su afición, ¿por qué tenemos que hacerlo nosotros? Lo siento, no puedo más. Estoy al límite. Lo he dicho mil veces y lo repetiré otras mil, este club es agotador.

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