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Manuel Pellegrini apuntó a los suyos la importancia de sumar los seis puntos de esta semana. Primero tenían que ganar en Montilivi al Girona –lo ... hicieron con solvencia, 1-3– y, posteriormente y en su estadio hacer lo propio con el Real Valladolid. «Si conseguimos los seis puntos tendremos la Europa League muy afianzada y podemos intentar llegar a la Champions», analizó el técnico verdiblanco sin querer entrar a valorar la situación del rival, el equipo pucelano, colista y al que pueden mandar a Segunda.
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Pellegrini y la prensa sevillana se centraron en las rotaciones que puede vivir el equipo para medirse al Real Valladolid, con la inclusión en la lista además de dos canteranos, Marcos Fernández y Rudy Kohon, que entran por los lesionados Bakambu y Nobel Mendy.
De cara a la visita del cuadro pucelano, el técnico chileno recupera a Ricardo Rodríguez, que se ha restablecido a tiempo del percance muscular que sufrió el pasado jueves frente al Jagiellonia y ha participado con normalidad en las últimas sesiones.
Para los verdiblancos, el partido con los blanquivioleta es un trámite antes de encarar la semifinales de la Conference League el próximo jueves ante la Fiorentina, y de ahí también la idea del entrenador sudamericano en rotar a sus futbolistas. Junto a Bakambu, siguen de baja por lesión Diego Llorente, Marc Roca y el 'Chimy' Ávila, que ya no jugarán más esta temporada.
En aquel Betis, al que el Real Valladolid derrotó a comienzos de año, en la que fue su última victoria en Primera y que aún le hacía soñar con la permanencia, ha habido cambios significativos.
El mercado invernal en el caso de los hispalenses ha sido fructífero. Si al equipo verdiblanco se la tildaba de tener poca pólvora, ahora ha encontrado dos delanteros que se han adaptado a la perfección a Sevilla. El Cucho Hernández y Antony han cambiado al equipo en el ataque, y que Bakambu o el Chimy Ávila no estén, no es un problema para la parroquia bética.
Antony fue una pesadilla para el Girona el pasado lunes, y muchas de sus acciones terminaron en jugadas de gol. De hecho al descanso, los verdiblancos ganaban ya 0-3 en Montilivi, con el paulista como protagonista. Por su parte, el Cucho no está siendo tan goleador, pero su movilidad y presión dan alas a los de Pellegrini.
Estas dos incorporaciones, unidas al equilibrio que le han dado al equipo Pablo Fornals y Johnny Cardoso, que se unen a la magia de Isco, que juega por libre, hacen del Betis un rival muy diferente al que visitó Zorrilla hace más de tres meses. Entonces, en Sevilla se hablaba de la salida del portero Rui Silva, de la falta de acierto de Bakambu (no lograron meter un gol a este Real Valladolid), o de ver cómo reaparecía Isco tras su lesión. Era otro Betis.
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