Europa se nos atraganta
«La pancarta desplegada en Andorra perfectamente podría haberla firmado cualquier chirigota de Cádiz de no ser por la triste realidad que acompaña al Real Valladolid desde que Pezzolano se hizo cargo del banquillo tras aquel infausto 6-0 en el Bernabéu»
En un estadi, el Nacional de Andorra, con más turistas que autóctonos, los aficionados blanquivioletas desplazados le recordaban ayer al presidente del club sus delirios ... de grandeza cuando se hizo cargo del Real Valladolid. La pancarta, que había cruzado la frontera horas antes, perfectamente podría haberla firmado cualquier chirigota de Cádiz de no ser por la triste realidad que acompaña al primer equipo de la ciudad desde que Pezzolano se hizo cargo del banquillo –y de las llaves del club– tras aquel infausto 6-0 en el Bernabéu.
El tiro en el pie que una vez más se dio ayer el Pucela hizo que cobrara más sentido al enunciado: 'Ronaldo tenía razón: en 4 años estaremos luchando por Europa'. La décima derrota de la temporada –con nueve se cerró el último ascenso con Pacheta– llegó en campo del penúltimo clasificado. Un rival que no ganaba en liga desde el 3 de diciembre le hizo dos goles en diez minutos al Real Valladolid cuando venía de hacer uno en los dos últimos meses. Todo muy en la línea de un entrenador capaz de hacer 28 alineaciones distintas en lo que llevamos de curso, la mayoría solo porque el rival lo demande.
↓ No es de recibo que siete meses después, el único once reconocible se maneje en todos los rincones de la ciudad menos en el estadio. No es posible que se recite de memoria durante la semana en todos los bares y que, sin embargo, nadie acierte cuando llega el domingo. Pezzolano es el único entrenador de la frontera para acá que, teniendo una de las dos-tres mejores plantillas de la categoría, es capaz de conformar un once en función del penúltimo clasificado... ¡y además perder el partido! Con este panorama, no cabe otra que consolarse con el puesto de 'play-off' ganado a pulso con una trayectoria tan irregular... Y esperar a que la próxima salida a Europa nos coja más armados.
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