De manejo, cesiones y cantera en el Real Valladolid
«Hay que meterse en el campo, ser uno mismo la pelota y hacer moverse al jugador detrás de ti para que entienda lo que pretendes»
Decía Julio Lasa que el fútbol, como juego, no se podía entender sin un mecanismo que lo sustentase, y que dicho mecanismo nunca surgiría espontáneamente ... sino a través del trabajo de campo; algo que –¡él como nadie!– demostró a través del 'fútbol dirigido' dentro del propio césped moviendo a los futbolistas a través del juego real.
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Aquel «repita, repita, que está usted estropeando el juego» nunca lo olvidaré; llegado el momento, esa era su gran virtud, te demostraba, moviéndose como si él fuese la pelota, donde tenías que acudir para posicionarte de forma que pudiera fluir armónicamente el mismo.
Allí aprendimos que el juego comenzaba en un lateral, se le daba continuidad a través del volante de su lado y de esta forma, mientras atravesaba el centro del campo en busca del otro volante y del extremo contrario, trazaba esa diagonal que acabaría por encontrar al centro delantero en posición de remate y a los volantes en la de jugar el rechace. Se entendía fácil y no resultaba difícil su puesta en escena.
Eso sí, no te podías equivocar ni cambiar la progresión del juego repitiendo el lado de entrega; no se jugaba nunca hacia atrás y el extremo al recibir la pelota trazaba la diagonal y encaraba al rival. O sea, otro fútbol; no me pongan en el compromiso de comparar, por favor.
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Con el paso de los años y ya como entrenador, me he reafirmado en la práctica de la idea porque ahí reside la auténtica verdad de cómo enseñar y dirigir este juego. Hay que meterse en el campo, ser uno mismo la pelota y hacer moverse al jugador detrás de ti para que entienda lo que pretendes. O sea como si fuesen unos chavalines, lo son muchos profesionales, y les estuvieses tomando la mano para enseñarle a coger el lapicero y comenzar a escribir.
Por ello yo le recomiendo con todo mi respeto –¡faltaría más!– a nuestro entrenador que explique a los chavales lo que pretende para que entiendan el manejo de pelota que les propone. Ya les ha dicho que está bien correr, que estamos todos encantados de cómo lo hace el equipo, de las ganas que le están echando y que da gloria verles entregarse en el césped… pero que el manejo de la pelota y el juego a desarrollar son imprescindibles. Y ya puesto y metido en faena, que se convierta en pelota a seguir para que le entiendan lo que pretende a través de la demostración.
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«Suelen ser peligrosas las cesiones de futbolistas, salvo que estés convencido de que lo que llega es diferencial y con puesto adjudicado»
Suelen ser peligrosas las cesiones de futbolistas, salvo que tengas el convencimiento –director deportivo y entrenador al unísono– de que lo que llega es diferencial y con puesto adjudicado. Y lo son, si al no cumplir este requisito, se convierte en uno más que al final del curso será uno menos. Y su peligro aumenta si con ellas desaparece de la nómina alguien de la casa al que se suponía que los minutos que ya no disputará eran los necesarios para alcanzar esa progresión tan deseada como prometida al firmar contrato. Ojo, que esto es lo que luego pasa factura y nos lleva a extrañarnos de que no quieran renovar.
Con la prudencia que exige el saber que cuando esto escribo el mercado aún esta activo, lamentablemente para un fútbol que se anuncia serio aún permitiendo estas cosas, no me voy a hacer eco de ningún nombre en concreto. Esperar para analizar, mientras compruebas si el número de refuerzos y canteranos anunciadas al comienzo son reales.
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Restarle minutos, no digo ya negárselos, a Chuki, Maroto, Garriel, Aceves, Arnu., Moreno y algún otro es darse un tiro en ambos pies. Y a este deporte, pensándolo con cabeza, se juega con ellos.
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