La hipermotivación de Guilherme Fernandes en el Real Valladolid
El portero portugués está siempre «conectado a los partidos» y se mantiene en «estado de alerta» por el empuje de su compañero Aceves
Guilherme Fernandes es el gran cerrojo del Real Valladolid. El portero portugués permanece siempre «enchufado» en los encuentros, aunque el desarrollo de los partidos mantenga ... el balón lejos de su portería. Sucedió en la pasada jornada frente al Mirandés, en una segunda parte en la que apenas entró en contacto con la pelota por la intensidad ofensiva que desplegó el Pucela en la otra orilla. Sin embargo, Guilherme sabe que en cualquier momento sus guantes pueden ser requeridos y por eso mantiene una hipermotivación constante. De ahí que cuando Eto'o se plantó en un mano a mano ante él en el minuto 88, el guardameta blanquivioleta respondió a la perfección salvando una peligrosísima acción rival que podría haber conducido al Real Valladolid a su tercera derrota consecutiva.
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«Es verdad que en el segundo tiempo no toqué mucho el balón, pero yo vivo mucho los partidos. Si me pusieran una cámara detrás de la portería, se vería cómo estoy con la mano en la cabeza, en el suelo… Eso me hace estar ligado y concentrado todo el partido, así que cuando viene un balón a los 90 minutos, yo estoy enchufado y conectado. Si se da esa situación, yo voy a estar preparado siempre para ayudar al equipo», apuntó Guilherme este martes en la sala de prensa de Zorrilla, tras ser distinguido como Jugador Estrella Galicia del mes de septiembre.
Guilherme confía en seguir gozando del favor de la afición en este tipo de reconocimientos. El hecho de que un portero destaque por encima de los jugadores de campo suele deberse a que éstos no han estado especialmente brillantes, pero el portugués defiende su trabajo y el esfuerzo colectivo. «Yo tengo que parar y es lo que intento, pero creo que todo el equipo está trabajando bien. Nos falta un punto de suerte. En mi caso, sólo puedo dar las gracias a la afición por el premio y me da más ilusión para seguir trabajando y lograrlo de nuevo en el mes de octubre», declaró con una sonrisa.
El gran estado de forma de Guillerme Fernandes se resume estadísticamente en las 19 paradas que ha acumulado hasta la fecha (incluida una desde el punto de penalti ante el Almería) y en las tres porterías que ha dejado a cero. Sin embargo, desde el 0-0 de la tercera jornada ante el Córdoba en Zorrilla, el arquero portugués ha tenido que lamentar goles en contra en todos los partidos, una situación que no resulta achacable únicamente a él... aunque él la haga propia. «Yo me enfado muchas veces conmigo mismo porque creo que siempre se puede hacer un poquito más en cada gol en contra. Pero no me enfado con los compañeros porque al final nadie quiere cometer un error y mucho menos un error que origina un gol. Sí que hablo con el compañero en cuestión que ha cometido un fallo, pero para incentivarlo y decirle que no pasa nada. Es verdad que ahora sumamos cinco partidos seguidos sufriendo goles, pero esto es algo que ya toca cambiar y cerrar la portería. Si mantenemos el cero atrás, vamos a estar más cerca de ganar el partido. Estoy seguro de que este fin de semana vamos a volver a la buena dinámica».
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El portero blanquivioleta, cedido por el Betis con doble opción de compra, apuesta por mantener la «tranquilidad» porque, con los números en la mano, el Real Valladolid sólo está «a cuatro puntos» de la cima de la tabla. «Trabajamos bien y nos falta un puntito de suerte. Ante la Cultural faltó el último pase y el último centro, pero contra el Mirandés tuvimos muchas oportunidades para hacer goles. En Albacete dispusimos de una oportunidad de Meseguer al terminar el primer tiempo con la que nos habríamos puesto por delante. Eso habría cambiado totalmente el partido. La suerte acabará viniendo».
Guilherme destaca el gran trabajo que hacen los porteros en las sesiones diarias de entrenamiento, con «tareas muy reales y muy dinámicas». Aquí entra también en juego el empuje que ofrece el portero vallisoletano Álvaro Aceves para que el arco muestre un nivel excelso. «La verdad es que es compañero increíble. Cinco estrellas. Es muy muy bueno y me hace estar en un estado de alerta porque sé que, a la mínima, me va a pillar. En el día a día mantenemos una relación muy buena y esto es lo que hace que yo vaya para arriba… y que él venga también conmigo para arriba. Tengo que dar las gracias a Aceves por lo que hace conmigo y por cómo me trata. Vamos a seguir así. Tenemos una buena dinámica, y también con Álvaro [de Pablo], del Promesas».
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La sana competencia por el puesto, unida «al cariño de la afición» y el «apoyo los compañeros» está sirviendo para que Guilherme Fernandes esté creciendo a pasos agigantados como portero en categoría profesional. «Me encuentro muy bien, confiado y supercontento de ayudar al equipo. Es verdad que aún estamos al principio, pero estoy seguro de que mi rendimiento va a seguir así más adelante».
Guilherme aprovecha las peculiaridades que tiene el puesto de guardameta para ejercer como líder con una imagen panorámica de lo que sucede en los partidos. Él considera que dispone de una «visión privilegiada» desde su portería y su «personalidad» y «carácter» le llevan a ejercer el mando. «Sí, es una característica que tengo desde chico y considero que es muy importante para un portero», recalca.
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El Burgos CF pondrá a prueba en El Plantío el próximo domingo (18:30 horas) el estado de forma de un Pucela que sólo ha sacado un punto de los últimos nueve posibles y que sigue en fase de autoanálisis. «Va a ser otro partido difícil», analiza Guilherme. «Son muy fuertes en su campo y habrá un ambiente muy bueno en la grada. Es verdad que también contaremos con casi 600 aficionados nuestros que nos van a apoyar allí. El Burgos es un equipo muy compacto, fuerte, agresivo. Yo creo que la clave va a estar en volver a ser fuertes desde atrás, transmitir seguridad desde atrás hacia adelante. En el segundo tiempo ante el Mirandés dominamos mucho con balón y eso es precisamente lo que nos va a llevar a ganar partidos: tener más la pelota. Y también conseguir el último pase, el último tiro a puerta. Creo que en Burgos eso va a resultar fundamental porque el partido estará muy igualado y cualquier pequeño detalle puede cambiar el resultado final».
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