Hein no evita el bochorno pero sí una goleada de dos cifras

Mal partido del lateral derecho, que facilitó la resurrección de un Nico Williams muy dubitativo esta temporada. Pese a jugar con un sistema de tres defensas centrales, no se desplegó nunca en ataque.

No aportó nada ni en lo futbolístico ni en los anímico, a un capitán hay que exigirle mucho más cuando el equipo va a la deriva. No lideró la reacción. Concedió mucho espacio dentro del área.

El ghanés tiene la disculpa de que es un recién llegado y, entre el disparate general de la defensa, es el único que intenta anticiparse a los remates de los delanteros. Se retiró con molestias físicas.

El canterano vivió una pesadilla en San Mamés, ni como central ni como lateral izquierdo. Sin contundencia para pelear con Maroan en la acción del 3-0 ni con oficio para taponar a Iñaki Williams.

Hay que preguntarse para qué ha venido al Real Valladolid, desde luego que no para sustituir a Lucas Rosa. Solo apareció para sacar de banda. Evita el 0 porque no es fácil incorporarse a una plantilla rota.

No toda la culpa es suya, sin que tenga sentido que juegue por delante de una barrera de tres centrales; a la larga se convierte en un cuarto defensor. No aporta en la salida y recibió dos amarillas en diez minutos.

Al menos aporta intensidad en el campo, casi siempre con unos excesos que le tienen al borde de las tarjetas amarillas. Salió como enganche, pero apenas conectó con los de arriba.

Inexistente partido del canterano, que apenas tocó la pelota en un dibujo que no le beneficiaba. Llegó tarde, como simple espectador, al 1-0 de Jauregizar y fue sustitudio en el descanso.

Jugó muy escorado a la izquierda, lo que provocó una mañana tranquila a los centrales del Athletic. Retrasó su posición para entrar en contacto con el juego y montó bien la contra en el gol anulado a Sylla.

Marcó dos goles, aunque solo valió uno, ambos muy similares, tirando desmarques al límite del fuero de juego. Se benefició de las malas salidas de Unai Simón y se peleó hasta el último momento con Vivian.

El entrenador:

Pésima tarjeta de presentación. Ni acertó con el planteamiento inicial, con el equipo muy poblado atrás, ni acertó a reaccionar después del primer gol. Cuando realizó cambios, el equipo perdía 4-0.

También jugaron:

El único clavo ardiendo al que agarrarse. Dio el pase del gol y buscó la línea de fondo en varios ocasiones.

No es fácil salir con 4-0. Intervino poco, al menos ensanchó el campo y dio más sentido táctico.

Entró por Mario Martín, más que nada por evitar que viera la segunda amarilla y dejara al equipo con 9.

Jugó porque Aidoo se lesionó. En ese momento el equipo perdía 4-1 y con él llegaron tres goles más.

Tamasz Nikitscher. Entró en el campo para cortar las vías de agua. No lo logró y se vio superado como el equipo.