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Dos genialidades evitan el colapso del Real Valladolid con el colista
El conjunto pucelano, que termina pidiendo la hora tras un discreto partido, vence en Alcorcón tras dos derrotas con los misiles de Roque Mesa y Monchu desde fuera del área en la primera parte
Menudo suspiro soltaron los aficionados, jugadores y cuerpo técnico del Real Valladolid en Santo Domingo cuando el trencilla pitó el final del partido. El conjunto ... pucelano puso este domingo fin a su mini crisis de dos derrotas venciendo por 1-2 al colista, el Alcorcón, para seguir en su lucha por subir de forma directa a Primera. Pero los de Pacheta jugaron con fuego y no se quemaron de milagro. Terminaron pidiendo la hora, encerrados defendiendo su gran botín. Nadie se acordará en unos meses del juego si el premio termina siendo el que desean los pucelanos pero el partido en Santo Domingo fue indigno de un equipo que quiere subir sin esperas. Dos golazos lo salvaron, dos genialidades en la primera parte de Roque Mesa y de Monchu con dos zambombazos que luego defendió como equipo pequeño.
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Pacheta presentó un once revolucionario con cambio de esquema -rombo en la medular con tres medios- y la apuesta no salió bien por sensaciones pero sí por los puntos. Así, con las obligadas novedades por las ausencias con sus selecciones de El Yamiq y Plata, el míster también retiró del equipo titular a Luis Pérez, Morcillo y Nacho. Apostó por dos laterales con recorrido como Janko y Carnero y tres en la medular con Monchu junto a Aguado y Roque Mesa.
No pudo encontrar mejor bálsamo para sus nervios el Real Valladolid en el arranque del partido porque a los tres minutos se adelantó el equipo de Pacheta con un golazo de Roque Mesa. Dos tempraneros córners que tuvieron premio porque en el segundo, el centrocampista enganchó un balón desde la frontal para colarlo implacable con violencia en la escuadra derecha. No fue la última pucelana en el arranque porque solo dos después ya tuvo Sergio León un balón en profundidad franco pero se entretuvo a la hora de posicionarse, mientras que en el 9 Monchu disparó desde fuera del área acabando el cuero en córner. La más clara, sin duda, llegó en el 13 cuando Olabe resbaló en el área, Sergio León estuvo rápido para aprovecharlo y su cesión a Weissman la finalizó el israelí con un chut a un defensa. El posterior rechace lo mandó León al lateral de la red.
Un inicio más que prometedor pero fue un espejismo porque a medida que pasaban los minutos al Valladolid no le importó dejar hacer al Alcorcón, que se fue a presionar arriba la salida del balón de los centrales. Y en cuanto el cuero caía en manos de un medio llegaba una rápida falta para desactivar su juego. Anestesió así el conjunto de Fran Fernández a su rival.
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Y a partir de ahí comenzó a pisar con peligro el área de Masip el Alcorcón. Ya en el 26 el punta Apeh se presentó ante el meta, que tuvo que intervenir a fondo aunque luego la acción fue anulada por fuera de juego. Fue el primer aviso. El que sí fue efectivo fue el paradón a la media hora de juego a disparo cruzado de Mula, que luego tuvo que ser refrendada por Joaquín sacando el rechace que le llegó a Apeh.
Otro zapatazo terminó siendo definitivo en el partido. En este caso de Monchu a los 32 minutos con un zambombazo del medio que la puso en la escuadra contraria a la de Mesa. Con una comba preciosista haciendo inútil la estirada del meta. La pegada y el talento ponían el 0-2.
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Contestó de inmediato el Alcorcón metiéndose de nuevo en el partido ante una defensa permisiva. Monchu no encimó el centro lateral, Zarfino cabeceó al larguero y Óscar Rivas se anticipó a la zaga y a un trastabillado Masip para cabecear al fondo de las mallas. De ahí al descanso ya el balón no le duró dos pases al Pucela y las caras de los jugadores enfilando el camino a los vestuarios eran significativas.
Pacheta no quiso esperar más para variar el esquema -pasó a un 4-2-3-1- y su once, retirando del campo a Sergio León para dar entrada a Iván Sánchez, adelantando a Monchu por detrás de Weissman. El israelí estuvo desconectado todo el partido. Casi ausente. Lleva solo tres goles en la segunda vuelta y el Valladolid le necesita como el comer.
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Tampoco salió bien la apuesta. Jesús, el meta local, fue un mero espectador y el Real Valladolid fue dando con el paso de los minutos constantes pasos atrás para terminar encerrado en el área y pidiendo la hora ante el colista. Su incomodidad en Santo Domingo fue constante. Retiró del campo a los dos laterales Pacheta durante el avance del segundo periodo –significativo– dando entrada a Luis Pérez y Nacho. Tampoco reaccionó el equipo.
El partido tuvo dos acciones que pudieron cambiar los minutos finales. La primera en el 63 con un contra de Apeh. El punta recibió la entrada de Monchu casi sobre la línea que el trencilla dejó sin sancionar pero tampoco hubo revisión porque fue unos centímetros fuera del área.
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La del Valladolid fue mucho más clara. Un robo de balón de Weissman en la medular, el punta abrió para la incorporación en segunda línea de Plano que, con Monchu esperando solo en el segundo palo para empujar el cuero a gol, decidió lanzar pero el chut le salió alto en el mano a mano con el meta.
Los centros laterales fueron el mejor arma que encontró un envalentonado Alcorcón, casi todos tocados por sus atacantes ante un defensa dubitativa, para buscar las tablas en su estadio pero en el más peligroso, a un cuarto de hora del final, el recién entrado Borja Valle remató de cabeza en el área pequeña estorbado por Nacho. En el tramo final el Pucela tiró de oficio y se llevó tres puntos que pueden ser claves.
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