El Real Valladolid renuncia a liquidar la deuda para fichar

Carlos Suárez aprovechó la presentación de Alcaraz para adelantar que reservará dinero para fichajes a costa de liquidar deuda y renovar su voto de permanencia al frente del club hasta el primer partido de Liga. «Anuncié que el primer partido estaría en el palco», dijo, aunque sin especificar si sería el de Zorrilla, el 25 de agosto, ante el Barcelona, o en Montilivi, ocho días antes, ante el Girona. Ante la insistencia de los periodistas, respondió con ambigüedad. «Estoy dispuesto a hacer lo que sea mejor para el club, porque como salgan bien las cosas esto va a cambiar mucho, y lo importante es el club, no yo» remató.

Tras la rueda de prensa, el presidente del Real Valladolid admitió que, a pesar de el importante aumento de los ingresos por los derechos televisivos, el club no tiene previsto liquidar más deuda que la comprometida, porque desea destinar una cantidad importante para reforzar el equipo.

Minutos antes, el director deportivo, Miguel Ángel Gómez, había insistido en la sala de prensa del estadio en que tiene como prioridad fichar a un delantero –la insistencia surgió cuando le propusieron el nombre del madridista Raúl de Tomás– sin descartar otros refuerzos.

«No paramos de trabajar. Vamos a estar hasta el día 31. Es verdad que ahora se está moviendo el mercado y los clubes y los mismos jugadores ya están inquietos: unos porque quieren dar salida a los jugadores otros porque quieren engancharse a una plantilla para jugar, aunque no creo que en la primera jornada de Liga tengamos el cien por cien de la plantilla definitiva», aclaró.

El director deportivo insistió que se está produciendo lo que había aventurado:el retraso en los traspasos, pero dejó clara su posición:«La dirección deportiva conoce el mercado y asumir el perfil de jugadores que buscamos supone llegar a estas alturas con ese déficit», se justificó. Sobre las posibles salidas, las condicionó a los jugadores que finalmente puedan contratar. «Domínguez, Moi y Ramos tienen ilusión por seguir demostrando lo que pueden hacer. Si alguno corre el riesgo de ver parada su progresión por los jugadores que lleguen porque no van a tener minutos, habría que cederlos».

«Sabemos lo que queremos, lo hemos consensuado con el cuerpo técnico y sabíamos lo que iba a ocurrir, pero ahora, a pesar de retraso no podemos dudar.

Miguel Ángel Gómez confirmó que el de esta temporada, por el retraso debido al mundial, va a ser un mercado sin parangón.

«Desde mi punto de vista el final de mercado va a ser terrible, seguro. Todos los compañeros de profesión coincidimos: lo que está ocurriendo esta pretemporada no ha ocurrido nunca porque nadie esperaba ese mes de julio tan tranquilo, pausado, sin movimientos». Esa circunstancia provoca movimientos millonarios como los de los últimos días. El director deportivo, sin embargo, confía en que esta misma semana podría cerrar uno o dos fichajes, aunque insiste en que no empezará el campeonato con el equipo definitivo.

Con la obsesión por trabajar en silencio para no dar pistas a clubes con más presupuesto para fichar, Miguel Ángel Gómez mantuvo la discreción ante los periodistas pero reconoció que la poli valencia de jugadores como Borja y Luismi –posibles alternativas al centro de la defensa– más los centrales de la cantera, reducen la presión en la negociación. Aunque nunca descartó la llegada de un defensa central.

El Levante cerró por 30 millones más variables la venta del mediocentro Jefferson Lerma al Bournemouth de la Premier. El Rayo ha ingresado 8 millones por Fran Beltrán. Ambos clubes son rivales directos del Real Valladolid, lo que puede socavar las pretensiones del Pucela de reforzarse en el ataque, porque la competencia es superior. Por eso, Miguel Ángel Gómez volvió a esgrimir el argumento de la discreción: «Intento trabajar en silencio. A día de hoy hay más riesgo porque hay equipos de 'nuestra liga' que están ingresando muchos millones por traspasos y eso les da superioridad en el mercado. Tenemos que ser muy cautos. Estamos en una situación de inferioridad clara.