El campeón de Liga pone a prueba el renovado ataque del Pucela

El Fútbol Club Barcelona puede ser la piedra de toque que determine esta noche (estadio José Zorrilla, 22:15 horas) las posibilidades que tiene el Real Valladolid en la máxima categoría del fútbol español. Los Almería, Málaga, Deportivo, Oviedo... de la pretemporada e incluso el modesto Girona, de la primera jornada del campeonato, no han conseguido desvelar la verdadera medida de un Pucela casi rematado tras las últimas incorporaciones, sobre todo en el ataque, que hoy se presentarán ante su afición, en un Zorrilla abarrotado que ofrecerá esta tarde en sus taquillas las últimas entradas de palco.

El propio entrenador es consciente de esta circunstancia. En su comparecencia del jueves ante los medios de comunicación reconoció que «aunque hemos visto al Real Valladolid en el calendario de Primera y en la primera jornada en Montilivi, hasta la llegada a Zorrilla del Barça no nos hemos visto ahí». Sergio González describía así la importancia de recibir en Zorrilla al Barcelona y del significado que ello tiene. Más tarde le quitaría hierro al asunto recordando que se juegan tres puntos, como en cualquier otro partido.

Sin embargo, el Barcelona puede poner nota a la política de fichajes que la dirección deportiva del Real Valladolid ha firmado en los últimos días y que esta noche permitirá a Sergio González sacar a un equipo casi completo en ataque.

La salida de Mata a finales de la pasada temporada, en la que marcó 35 goles, dejó desequilibrada de tal forma la plantilla que la única certeza respecto al nuevo proyecto de Primera era su evidente falta de gol.

Hoy pueden debutar los refuerzos que Miguel ángel Gómez le ha puesto al entrenador en la primera línea de ataque. Tanto el croata internacional Duje Cop, como el turco Enes Ünal, tienen posibilidad de demostrar esta noche en Zorrilla que la principal carencia del Pucela, el gol, es historia. Ambos delanteros han sustituido en la convocatoria a Chris Ramos y Miguel de la Fuente, dos jugadores muy jóvenes, que apenas tenían experiencia en Segunda División.

Sergio admitió que sería una locura hacer modificaciones en la defensa, una línea que ha demostrado solidez, eficacia y resultados en una compleja pretemporada en la que el Valladolid mantuvo la solidez de la última fase de la pasada temporada, en la que logró el ascenso.

En todo caso, el Barcelona puede ser mucho equipo para dar la medida del actual Pucela. Tanto en defensa, donde Moyano, Olivas Calero y Nacho tendrán enfrente al tridente más temido, como en ataque, donde los recién llegados no tendrán mucho margen de error y ensayo frente a Sergi Roberto, Umtiti o Jordi Alba.

Sergio avanzó el jueves que el estado del césped, recién renovado y sin tiempo para asentarse, no debía servir de disculpa para ningún equipo ante un eventual resultado indeseado.

Ernesto Valverde se encargó ayer de destapar la tapa de los truenos preguntándose que a quién se le ocurre cambiar el césped antes de un partido como el previsto para hoy. Probablemente no entiende que los modestos no abordan ese tipo de inversiones a menudo y que se trata de un retraso por complicaciones de última hora en un proyecto muy importante para el Real Valladolid.

Lo cierto es que, si se tiene en cuenta la diferencia en la calidad de ambos equipos, quien más tendría que perder ante un eventual mal estado del césped sería el Barcelona. Un club que el año pasado cuadró con 897 millones de euros el mayorpresupuesto de una entidad deportiva en todo del mundo. Este año su potencial económico será similar, frente a los modestos 46 millones del Real Valladolid.

Las diferencias económicas son tan grandes que, si tuvieran un traslado paralelo al marcador, no merecería la pena hacer cábalas sobre el resultado. Pero el fútbol es el que puede marcar la diferencia y romper la hegemonía económica del Barça. Como ocurrió hace cuatro años en Zorrilla. Álvaro Rubio puede dar cuenta de ello.