Cambios y retos para un Real Valladolid más sólido en lo institucional y en lo social

Un potencial nuevo propietario se encontraría ahora con contratos en vigor de buena parte de la plantilla, incluido el del entrenador, Paulo Pezzolano, y también con un director deportivo. Domingo Catoira, que cuenta con compromiso con el club vallisoletano hasta 2025. Otros puestos directivos vinculados a lo deportivo, como el de Bruno Mazziotti, desaparecerían al estar vinculados al grupo de Ronaldo.

La cifra de negocio del Real Valladolid fue de 9,9 millones de euros en la temporada 2017-2018. En las dos últimas cuentas cerradas, la cantidad subió hasta los 16,6 millones en Segunda en el curso 2021-2022 y hasta los 61 millones en la temporada 2022-2023 (Primera División). La previsión de 16,6 se mantenía presupuestada para la actual campaña aún por concluir. En Primera, volverá previsiblemente al orden de los 60 millones.

El gasto en salarios de personal deportivo que tenía el Real Valladolid en 2018 era de 4,1 millones. Hace dos campañas, también en Segunda, esta cifra se había incrementado ya hasta los 18,3 millones en el caso del primer equipo y de 2,6 en el caso de los jugadores de categorías inferiores por el incremento de futbolistas en propiedad. Los técnicos pasaron de cobrar 838.044 euros en 2018 a 1,8 millones en el curso 2021-2022, en Segunda División. Los gastos asociados a la primera plantilla fueron de 7,1 millones en la temporada 2017-2018 y de 22,7 en la campaña 2021-2022, ambas en Segunda.

El club tenía un gasto total de 9,9 millones en gastos de personal en 2018 y contaba con 192 trabajadores, 73 de ellos fijos discontinuos. El personal del club disponía de 212 trabajadores en el verano de 2023.

Las deudas concursales eran de 7,3 millones a largo plazo y de 5,4 a corto plazo en 2018. En 2023, estas cifras habían quedado reducidas a 1 millón a largo plazo y 835.000 euros a corto. Eso sí, el total de deuda neta de la entidad pasó de 9,2 millones a 30 de junio de 2016 a 14 millones a 30 de junio de 2022.

Además, en 2018 mantenía pagos pendientes de 17,9 millones a la Agencia Tributaria derivados del concurso de acreedores que el club ya ha abonado incluso de forma anticipada a lo fijado inicialmente.

Una nueva propiedad tendría que tomar decisiones de manera inmediata con importantes retos deportivos para conformar una plantilla competitiva en Primera. Todo si Ronaldo decide finalmente vender el Real Valladolid.