Más agua para el estadio Zorrilla

Este aljibe no forma parte, en principio, del proyecto Urban Water Buffer, en el que trabaja el Ayuntamiento de Valladolid a través de la Agencia de Innovación junto a empresas holandesas como Field Factors, Codema y KWR, y que también cuenta con participación española a través de la compañía Icatalist. Los técnicos del Ayuntamiento tuvieron conocimiento el pasado verano de la construcción por parte del Real Valladolid de este nuevo depósito y analizan ahora la manera de utilizarlo para el proyecto que está en curso.

El Urban Water Buffer (UWB) se basa en el aprovechamiento natural del agua de la lluvia mediante una tecnología neerlandesa que se utiliza desde 2018 en el estadio Sparta de Rotterdam (Países Bajos). El agua de lluvia que cae sobre el recinto y la superficie pavimentada que lo rodea queda almacenada debajo del terreno. El agua de lluvia contaminada se depura mediante un sistema de filtro natural y luego se envía gradualmente a la primera capa subterránea. El líquido se recupera posteriormente para el riego del campo. Este sistema circular permite superar los inconvenientes derivados del drenaje y crea una fuente sostenible para el riego. Además, permite controlar el alto consumo de agua potable que emplea una instalación como la del estadio Zorrilla. El Real Valladolid ya tuvo problemas en 2017, cuando la Confederación Hidrográfica del Duero prohibió el uso del agua obtenida del cauce del Pisuerga por la sequía y se vio obligado a la utilizar la red de abastecimiento público de agua potable para regar los campos.

«Nos encontramos en la fase de elaboración del proceso técnico de UWB», explican las fuentes municipales consultadas. «El proyecto fue aprobado en junta de gobierno y el equipo técnico trabaja para desarrollar la viabilidad de la propuesta con los nuevos condicionantes, incluido el hecho de que el propio club haya fabricado un aljibe. Lejos de ser una mala noticia, permite explorar la posibilidad de conectarlo al proyecto».

Según los planos de la empresa Field Factors, el agua de la lluvia se recogería en la zona del aparcamiento del estadio y quedaría almacenada en un depósito ubicado bajo el asfalto. De ahí, pasaría a un biofiltro con la tecnología Bluebloqs, que emplea procesos naturales para depurarla. El agua también llegaría al sistema de filtrado a través de pozos de infiltración y extracción. Desde ahí, se canalizaría a los sistemas de riego del estadio y los Campos Anexos.

Así como el nuevo aljibe es ya una realidad, el proyecto Urban Water Buffer aún se encuentra en fase de diseño técnico. De momento, se conserva la idea manifestada por Field Factors en su planos, más allá de pequeños retoques. Los ajustes incluyen desplazar el tanque de almacenamiento unos metros para evitar problemas con otros conductos así como un posible cambio de ubicación del biofiltro.

«La idea es que en 2021 se finalice el diseño técnico y que, incluso, se pueda iniciar la ejecución», apuntan las fuentes consultadas. «Los cálculos hidráulicos e hidrológicos están avanzados y el diseño también, pero aún se deben acometer muchos ajustes, entre ellos el asunto de la conexión con el nuevo aljibe».

El Urban Water Buffer situará al Real Valladolid como un club pionero en España en la gestión circular del agua en su estadio. La lluvia en Zorrilla será pura maravilla.