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Procesión en honor a San Nicolás de Bari el pasado año. L. A. C.
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Valdecañas de Cerrato se rinde ante San Nicolás de Bari

Este 6 de diciembre celebra una jornada que combina misa, procesión y degustaciones

Lara Arias

Miércoles, 3 de diciembre 2025, 22:23

Cada 6 de diciembre, mientras la mayoría del país celebra el Día de la Constitución, en Valdecañas de Cerrato late una tradición mucho más antigua: la fiesta de San Nicolás de Bari, patrón del pueblo y protagonista de una jornada que, según su alcalde pedáneo, Donaciano Sardón, «es una fiesta de amigos, de vecinos, de estar juntos; nos pasamos el día entero acompañándonos».

La celebración, arraigada desde hace generaciones, forma parte de la identidad de esta pequeña localidad palentina. Sardón, nacido en 1950, la recuerda con viveza: «Yo ya la conocí, incluso más potente que ahora. Antes las fiestas las hacía la gente y el tiempo ayudaba: las mulas se paraban, el campo estaba quieto y había más vida en el pueblo». Aquellas nevadas de los años cincuenta, que dejaban a las familias una semana sin poder salir de casa, no impedían que San Nicolás fuera una cita ineludible.

Entre los recuerdos infantiles del alcalde destaca el famoso salón de baile del Tío Tasio, un vecino polifacético que regentaba desde tienda hasta cantina. «Recuerdo correr entre las parejas cuando empezaba el baile con la gramola. Y cuando aquello cogía calor, el Tío Tasio nos echaba fuera con el dedillo», rememora divertido. Todo el mundo acudía, desde los pueblos vecinos como Baltanás o Tabanera, hasta familiares que se quedaban varios días «a hotel pagado».

Con la llegada de la mecanización agrícola y la emigración, la celebración fue perdiendo fuerza. El golpe definitivo llegó en 1974 con la fusión administrativa que integró Valdecañas en un municipio mayor. «Eso ya fue el acabose; la fiesta se convirtió en nada», lamenta Sardón. No fue hasta 1987, momento en el que el pueblo recuperó su pedanía, cuando San Nicolás renació.

Hoy, la fiesta vuelve a ser un acontecimiento comunitario. El día comienza con la misa y una pequeña procesión alrededor de la iglesia con la imagen antigua del santo. Desde ese momento, nadie se separa: «Desde que nos juntamos en misa hasta que nos vamos a la cama, estamos juntos», resume.

Tras la procesión, todos se reúnen en el ayuntamiento para una tradición reciente pero ya imprescindible: 'la angélica', una bebida dulce elaborada con orujo y restos de uva de la vendimia de 2017. Allí también se mantiene otro ritual, la venta de lotería por parte de Ángel, hijo de un recordado vecino que visitaba cada año el pueblo para vender décimos.

Comida de hermandad

La jornada continúa en el bar, donde la dueña prepara una comida de degustación organizada por la asociación de vecinos. «Somos unas 100 personas, prácticamente el 90% del pueblo», destaca Sardón. Tras la comida, llegan las partidas, el chocolate en el ayuntamiento y el sorteo de una gigantesca cesta elaborada con aportaciones de los propios vecinos y que incluye mermeladas caseras, calabazas, chorizos, turrones, licores o aceitunas. «Tienes que ir con carretillo a por ella», dice entre risas.

Incluso los que emigraron mantienen el vínculo. Vienen desde Madrid, el País Vasco o Burgos siempre que su casa esté acondicionada. No es el bullicio del verano, cuando alcanzan las 200 personas, pero la cifra supera con holgura el centenar.

Este año, además, la fiesta sirve como pistoletazo de salida para el embellecimiento navideño del pueblo. Vecinos y asociación han elaborado durante semanas muñecos cascanueces y otros adornos que se instalarán en rincones del casco urbano. «Han estado tardes y tardes trabajándolos; han quedado preciosos», señala Sardón.

De cara al futuro, el alcalde espera que la restauración de la histórica Casa del Cordón, edificio único por sus escudos bordeados con un cordón franciscano, permita ampliar la oferta cultural. «Queremos convertirla en un teatro al aire libre, donde la casa sea el escenario», explica. Su inauguración podría coincidir con el próximo San Nicolás.

Para Sardón, lo que distingue a Valdecañas es la implicación de su gente: «No sé si es por ser pocos o porque la gente es generosa, pero aquí propones algo y todos ayudan»» Desde las fiestas hasta las limpiezas generales de verano, el pueblo se moviliza como una sola familia.

Por eso San Nicolás de Bari no es solo una tradición, es la prueba anual de que Valdecañas de Cerrato sigue latiendo unido, orgulloso y dispuesto a celebrar su identidad frente al paso del tiempo.

PROGRAMA

Sábado, 6 de diciembre:

12:00 h. Misa en la iglesia en honor del patrón San Nicolás deBari, oficiada por nuestro párroco Carlos Villamediana y cantada por el coro de Valdecañas.

12:30 h: I Memorial Enrique Royuela.

Degustación de una copita de vino dulce y suspiros de San Nicolás, con música popular en la plaza del Ayuntamiento.

Venta de calendarios y lotería.

14:30 h: Vermut, sorteo de cesta de San Nicolás y reparto de regalos a los niños participantes en el certamen de postales navideñas en La Cuesta del Acedo.

15:00 h: Comida de convivencia en La Cuesta del Acedo.

19:00 h: Actuación del Trovador del Humor en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento. Al finalizar, chocolatada para todos. Organiza: Avideca (Asociación Valdecañas de Cerrato). Colaboran: Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato y La Cuesta del Acedo.

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