Un puente de historia y patrimonio

El puente de la Inmaculada abre la puerta a un mes de diciembre festivo y familiar, pero puede convertirse en la mejor ocasión para conocer los tesoros escondidos del patrimonio y la historia de Palencia.

La provincia saca pecho por una de las particularidades que destacan entre su oferta turística, ya que cuenta con el único tramo navegable del Camino de Santiago Francés. Entre Frómista y Boadilla del Camino, los peregrinos pueden navegar paralelamente a la Ruta Jacobea a través de una de las obras de ingeniería hidráulica más destaca del siglo XVIII. El Canal de Castilla es uno de los recursos turísticos más especiales de los que presume la provincia, el que la vertebra, y en el que se congregan cada año más iniciativas novedosas.

El barco Juan de Homar es el encargado de realizar la travesía por el único tramo navegable del Camino de Santiago Francés entre Frómista y Boadilla, en paralelo con el trazado de la ruta. La embarcación ofrece dos recorridos distintos por las aguas del Canal (de 6,5 y de 3,5 kilómetros), desde el embarcadero de Frómista, junto a la cuádruple esclusa, y el término municipal de Boadilla del Camino, en el punto de encuentro entre el Camino de Santiago y el Canal de Castilla. Además, el Juan de Homar es un espacio amigo de los perros, en el que podrás disfrutar de la travesía junto a tu mascota.

Otra embarcación surca también las aguas del Canal. El Barco Marqués de la Ensenada espera a los visitantes en de Herrera de Pisuerga, junto al Centro de Interpretación del Canal de Castilla y la Presa de San Andrés. El principal atractivo de esta propuesta es que los viajeros pueden conocer el funcionamiento de una esclusa durante la navegación y trasladarse así a la época en que las barcazas remontaban las aguas y vivir la experiencia de convertirse en un auténtico canalero.

El Canal de Castilla tiene el reconocimiento de Destino Turístico Inteligente. De esta forma, y siempre en condiciones de seguridad, la Institución Provincial pretende potenciar el turismo familiar en la provincia, aprovechando que ostenta también el Sello de Turismo Familiar, como destino especialmente adaptado a las familias. Palencia se convirtió en 2020 en la primera provincia de toda España que entró a formar parte del Club de Producto de Turismo Familiar.

Después de las aguas, podemos descender a las maravillas subterráneas. El primer Geoparque Mundial de Castilla y León reconocido por la UNESCO: Las Loras, es un territorio que comparten el noreste de la provincia de Palencia y el norte de la de Burgos en su límite con Cantabria y que parece, a simple vista, un ramillete de páramos, valles, cuevas, cascadas, montañas perfiladas y laderas de estratos alineados.

En el corazón del Páramo de la Lora, entre un paisaje generoso en vegetación con hayas, acebos, majuelos, tejos y otros árboles que sirven de cobijo a la variada fauna local, se encuentra La Cueva de los Franceses la única cueva visitable de la provincia de Palencia.

Son parada indispensable en cualquier visita por la zona. A través de su recorrido de 482 metros, el tiempo ha dispuesto maravillosas formaciones kársticas como mantos, coladas, estalagmitas y estalactitas que, junto con un sistema de iluminación ambiental, permiten contemplar las fantásticas formaciones geológicas de la Cueva, todo un espectacular paisaje subterráneo.

Leyendas y mitos se mezclan con un espacio natural que alterna la potencia de las formas y la fragilidad de sus procesos. El nombre de la cueva procede de la época de la Guerra de la Independencia, en 1808, por haber sido el último reposo de los combatientes que cayeron en un enfrentamiento librado en el páramo de La Lora entre tropas napoleónicas y un destacamento del húsares cántabros al mando del General Porlier. La Cueva fue descubierta en 1904 por Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático, erudito y residente temporal de la cercana localidad de Puentetoma.

El acceso a las galerías visitables se encuentra en un moderno edificio, un centro de visitantes que alberga una exposición sobre el complejo kárstico y el entorno de la Montaña Palentina. Para bajar a la cueva, hay que acceder a través de un túnel artificial horadado en la caliza del páramo. Una vez dentro, el recorrido mantiene la dirección Este-Oeste, con una profundidad máxima de 21 metros. Su desarrollo es totalmente horizontal con pequeños desniveles, y sólo se han localizado en su interior tres simas de escasa profundidad.

Las diferentes obras de acondicionamiento ofrecen al visitante la posibilidad de recorrer casi 500 metros por una cueva que sorprende a cada paso. Su ampliación permitió también la apertura de dos nuevas salas que suman mil metros cuadrados de superficie.

Otra de las joyas que brillan con luz propia entre los recursos turísticos que atesora la provincia de Palencia, y que la convierten en un destino ideal para los próximos días festivos, es la Villa Romana de la Olmeda. Se trata de una gran mansión rural del Bajo Imperio Romano (siglo IV después de Cristo), cuyo edificio principal es de planta cuadrada ,flanqueada por torres en cada esquina y dispuesta en torno a un patio central y peristilo al que se abren las distintas dependencias.

Esta villa palaciega abarca una extensión de 4400 metros cuadrados, con 35 habitaciones repartidas entre la vivienda principal y los baños, 26 de las cuales están decoradas con 1450 metros cuadrados de espectaculares mosaicos polícromos conservados in situ. El conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996.

El descubrimiento del yacimiento arqueológico tuvo lugar en el verano de 1968, por casualidad, mientras se realizaban tareas agrícolas en el pago conocido con el nombre de La Olmeda, en Pedrosa de la Vega. La sorpresa inicial se tornó pronto en el hallazgo de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo romano hispánico. Una espléndida villa rural con aires palaciegos cuyo momento de esplendor, hace 1600 años, vuelve ahora gracias a las excavaciones y el magnífico edificio que la alberga actualmente.

Dentro del yacimiento destacan los valiosos mosaicos que cubren los suelos de varias de sus dependencias. Es el conjunto de mosaicos de mayores dimensiones que existe en un edificio romano de uso privado. En ellos se representan motivos geométricos, vegetales y figurativos.

En el oecus o gran salón destacan dos de ellos. En la zona próxima a la entrada, hay siete escenas de cacería, donde aparecen leones, antílopes africanos o un gran jabalí. Sobre esta escena de caza en la parte central, se representa la historia mitológica que relata el descubrimiento de Aquiles, que vestido de mujer se ocultaba en la isla de Skyros, en el palacio del rey Licomedes.

Campos del Renacimiento nace de la unión de los museos parroquiales de Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava en un itinerario expositivo singular que supone ordenar un inmenso catálogo artístico renacentista de incalculable valor. Esta fusión en un museo territorial propone un recorrido de unos 50 kilómetros que nos lleva a cada una de las cinco etapas que configuran las cinco iglesias sedes del museo territorial: la iglesia de Santa María, en Becerril de Campos; Santa Eulalia, en Paredes de Nava; las iglesias de San Pedro, por un lado, y San Facundo y San Primitivo, por otro, en Cisneros; y, por último, la iglesia Santa María, en Fuentes de Nava. Localidades donde nacieron, vivieron y trabajaron en sus talleres algunos de los protagonistas de este museo, figuras fundamentales para entender el nacimiento y evolución del Renacimiento en España.

Repartidas por toda la provincia, veintiuna iglesias y el Museo Diocesano de Palencia se incluyen este año el programa de 'Apertura de Monumentos' y que vuelven a abrir sus puertas durante el próximo puente de diciembre gracias al convenio suscrito entre la Diputación de Palencia y el Obispado, y que tiene como objetivo facilitar a los turistas el acceso al patrimonio histórico artístico de la provincia.

Con este programa se pretende mostrar parte del patrimonio que convierte a Palencia en un importante destino cultural. Entre el 4 y el 8 de diciembre, estos templos podrán visitarse de 11:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 18:30 horas. El Museo Diocesano, por su parte, permanecerá abierto en esas fechas de 10:30 a 13:30 horas y de 16:30 a 19:30 horas.

Se trata de las iglesias San Miguel, en Ampudia; Santa Eugenia, en Astudillo; Santa Eufemia, en Autillo de Campos; Santa Eugenia, en Becerril de Campos; Nuestra Señora de la Asunción, en Cervera de Pisuerga; Santa María, en Dueñas; Santa María, en Frechilla; San Pedro, en Fuentes de Nava; Nuestra Señora de la Antigua, en Fuentes de Valdepero; Santa María, en Husillos, San Juan, en Palenzuela; San Miguel, en Piña de Campos; San Hipólito, en Támara de Campos; Santa Columba, en Villamediana; y Santa María, en Villamuriel de Cerrato; San Pedro, en Amusco; San Martín en Cevico de la Torre; Santa María de Palacios, de Congosto de Valdavia; Hospital de Santiago en Dueñas; San Esteban, en Tabanera de Cerrato; Santa María del Castillo en Torremormojón; San Juan, en Villaumbrales y el Museo Diocesano, en la capital.

Bajo el vocablo latino 'LUX', Burgos, Carrión de los Condes y Sahagún albergan la vigésima quinta edición de la exposición de Las Edades del Hombre, enmarcada en la celebración del Año Santo Jacobeo 2021 y el VIII Centenario de la Catedral de Burgos.

En esta ocasión, la muestra se desarrolla en tres provincias y cinco sedes expositivas, ejemplos de la arquitectura románica, mudéjar y gótica: la Catedral de Burgos; las iglesias de Santiago y Santa María del Camino, en Carrión de los Condes, y el santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso, en Sahagún.

La muestra pone de relieve la importancia de dos bienes Patrimonio Mundial: la Catedral de Burgos y el Camino de Santiago Francés, que discurre por tres provincias de Castilla y León, y se convierte en un gran ejemplo de vertebración territorial y en uno de nuestros productos turísticos, culturales y patrimoniales de mayor referencia a nivel internacional.

El relato de la exposición, que se clausura en el mes de diciembre, tiene como hilo conductor la figura de la Virgen María, presencia constante por las advocaciones marianas de multitud templos que jalonan la Ruta Jacobea, como la iglesia de Santa María del Camino en Carrión de los Condes.

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