El cultivo de la tierra: una oportunidad inclusiva para evitar el desarraigo
Adisvati Emplea promueve la ocupación y desarrollo de personas con discapacidad con el apoyo de la Fundación 'la Caixa'
Adisvati Emplea es un centro especial de ocupación para personas con discapacidad que comenzó su andadura en 2023. Bajo su paraguas se ha puesto en marcha el proyecto 'Adisvati Emplea. Una Tierra Única', con el objetivo de fomentar el desarrollo del municipio abulense de Candeleda mediante la creación de oportunidades laborales inclusivas para personas con discapacidad, especialmente aquellas que han finalizado sus estudios básicos, evitando así su éxodo del entorno rural. «De esta forma tejemos una red de cooperación en nuestro entorno. Es una iniciativa pionera en la provincia», explica la coordinadora del área de empleo, Miriam Morcuende.
La propuesta, que cuenta con el impulso de Fundación 'la Caixa' a través de las Convocatorias de Proyectos Sociales, aborda entre sus objetivos la incorporación al mercado laboral a través de tareas relacionadas con el cultivo de la tierra, etiquetado, envasado y venta de productos que han sido cultivados en un terreno cedido a Adisvati Emplea para este fin. La novedosa iniciativa comenzó en enero de este mismo año, el terreno se ha acondicionado y plantado con pimiento, «muy típico en esta zona, y se quiere elaborar pimentón». Este proyecto impulsa una economía local circular, basada en el cultivo a pequeña escala de productos no contaminantes, lo cual también contribuye al cuidado del medio ambiente.
La psicopedagoga, Elvira Carrasco, explica que «esperamos más contrataciones a medida que avance el año» porque actualmente, desarrollando labores relacionadas con este trabajo, hay cuatro personas. El proyecto propone un modelo de desarrollo comunitario cooperativo que enriquece el entorno con recursos que permiten a las personas con discapacidad desarrollar su máximo potencial. «Se han hecho diversas formaciones previas para desarrollar este proyecto, pero nuestro objetivo es que se sigan haciendo plantaciones y los chicos trabajen tanto en la recolecta como en la venta del producto final», apunta la coordinadora. El único requisito para participar en esta iniciativa es tener una discapacidad reconocida mayor del 33% y ser mayor de edad.
La puesta en funcionamiento del servicio especial de empleo ha permitido realizar un abordaje laboral «acorde con las posibilidades de la zona», indica Elvira Carrasco, haciendo referencia así, al peso agrícola. «Hasta ahora nuestra experiencia era más temporal, hemos hecho recogida de higo y cultivado una huerta. De ahí surgió la idea de apostar por el pimentón». En este sentido, justifica que «es un producto que está en auge, se considera un producto gourmet si tiene buena calidad y marketing. Hemos querido hacer un guiño a la raíz de la agricultura de nuestra zona y a las posibilidades del terreno, por lo que tuvimos claro que sería el pimentón. Tenemos un microclima que favorece este tipo de cultivos y su calidad».
En el ecuador del proyecto la coordinadora de empleo recuerda que «los primeros pasos han sido la adecuación del terreno, el riego en la parcela y el trabajo de plantación en el terreno». Por delante queda la recolección, envasado y venta del producto. «Productores de pimentón de Candeleda han sido muy receptivos y nos han brindado su ayuda y sus conocimientos», agradecen.
Atajar las desigualdades
La iniciativa 'Adisvati Emplea. Una Tierra Única' aborda de forma interseccional las desigualdades derivadas del género, la discapacidad y la vida en el medio rural. «Proponemos una solución integral a los factores de exclusión que históricamente han impedido la participación de estas personas en el ámbito laboral y social», apuntan.
Adisvati dio sus primeros pasos en 2004, pero no fue hasta el año 2017 cuando consiguieron la acreditación de Centro de Día y Vivienda Tutelada con veinte plazas aunque actualmente, los servicios que ofrece se han incrementado hasta las 45 plazas y cuatro viviendas tuteladas. «Esto evidencia que había una necesidad no cubierta y que hay que dar visibilidad y lugar a este tipo de recursos para fijar población y evitar que las personas tengan que abandonar su entorno para recibir una atención especializada». Con estas instalaciones la asociación garantiza una atención integral. Además, se trabaja para mejorar la accesibilidad al transporte y a las actividades del medio rural, eliminando barreras físicas y culturales, al tiempo que se refuerzan las estrategias de desarrollo económico desde la inclusión.
La digitalización también juega un papel clave, ya que se promoverá la difusión de productos ecológicos en internet, contribuyendo a reducir la brecha digital y empoderando a la población con discapacidad mediante el acceso a la información y a las TIC. «En el centro especial de empleo haremos una formación y una selección de personas para trabajar en el pimiento o en la huerta y abrir así, el abanico de posibilidades de incorporación a un puesto de trabajo», comentan. Asimismo, se ha puesto en marcha una formación específica mediante itinerarios personalizados en agricultura ecológica para mejorar la empleabilidad. De forma destacada, el proyecto asegura la participación activa de mujeres con discapacidad en el desarrollo rural, implementando medidas de discriminación positiva como los Centros Especiales de Empleo.