Óscar Blanco Esteban, director del Foro de la Cultura. G. L.
VIII Foro de la Cultura ¿Quién dijo miedo?

«Celebrar el Foro de la Cultura en Valladolid es clave de su éxito; la ciudad cuenta con una masa crítica fascinante y muy variada»

Óscar Blanco Esteban, director del Foro de la Cultura, explica cómo se ha gestado la octava edición cuyo tema es '¿Quién dijo miedo?'

Viernes, 7 de febrero 2025, 22:45

Óscar Blanco Esteban, natural de Villalón de Campos, director del Foro de la Cultura, tiene claro que a él y a su equipo les apetecía reflexionar y abordar el tema del miedo «porque forma parte de nuestra vida cotidiana, somos educados para vivir con él».

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–En las últimas ediciones habéis hablado sobre el odio, el humor y, en esta ocasión, sobre el miedo, ¿por qué?

–Para nosotros es importante elegir el tema, y dedicamos mucho tiempo a pensarlo y decidirlo. Nos apetecía reflexionar sobre algo completamente diferente a lo que fue la edición anterior –el humor– y, sobre todo, ver cómo el público respondería. El miedo forma parte de nuestra vida cotidiana, somos educados para vivir con él. Vivimos en una era de la desconfianza motivada, en gran parte, por las fake news.

–En este sentido, supongo que estaréis contentos, aforos completos en horas. ¿Qué sentís al ver la respuesta del público?

–Muchísima emoción. Organizar el Foro de la Cultura supone para nosotros un año de mucho trabajo. Al final, pierdes un poco la perspectiva de si lo que haces va a tener interés. Los días previos a la apertura de taquillas suelo estar especialmente nervioso y todo comienza a generarme dudas. Pero, sin duda, ver que en poquísimas horas hay 15.000 personas dispuestas a escuchar a filósofos, antropólogos, científicos… es increíble. Este año, además, hemos comprobado que vendrá mucho público de fuera de Valladolid.

–Este año el programa incluye más ponentes internacionales y actividades que nunca…

–Sí, y esto no es casual. Somos pioneros en España en cuanto a eventos vinculados al pensamiento. Cada vez son más las editoriales que quieren traer a sus autores a Valladolid, sobre todo internacionales. Y esto supongo que tiene que ver con que estamos haciendo las cosas bien. Por otra parte, nos parece importante acercar y extender el programa a diferentes escenarios de la ciudad. Eso sí, siempre con propuestas coherentes con la temática y el espíritu del Foro.

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–¿Cuáles son las señas de identidad del Foro de la Cultura?

–Cuando comenzamos a trabajar en el programa del Foro tratamos de dar cabida a visiones diferentes. Pensamos mucho en el público al que queremos dirigirnos, que sea variado, porque entendemos que así es la sociedad. Por otra parte, nos esforzamos por dar al programa solidez y que al mismo tiempo haya un poco de todo: charlas complicadas, conversaciones divertidas... Y, sobre todo, sorprender. El público tiene la oportunidad de ver sobre el escenario a ponentes que, de otra forma, sería impensable ver juntos sobre un escenario. Luego está esa mezcla…, poder escuchar en el mismo espacio conversando a filósofos, científicos, deportistas, escritores, antropólogos… Esto es lo maravilloso del Foro. Acercar los ponentes al público es también algo que nos interesa mucho. Como novedad este año vamos a celebrar firmas de libros y diferentes encuentros con autores, además de las ya habituales 'Noches Bribonas en La Sastrería', por la noche. El Foro de la Cultura continúa al salir del teatro. Generar esta comunidad con el público nos parece fundamental.

–Este año en el programa participa un elevado número de filósofos. ¿Es por algún motivo?

–Personalmente me encanta la Filosofía, pero sí que hay una intencionalidad. En un mundo en el que parece que solo se habla de inteligencia artificial, es necesario que la Filosofía o cualquier otro ámbito de las ciencias sociales adquieran más peso. El conocimiento nos va a permitir alcanzar una actitud crítica ante el exceso de información con el que vinimos. Pongo un ejemplo: una de nuestras ponentes de este año, Sara García Alonso, bióloga molecular y candidata a astronauta, defiende que sus viajes al espacio tengan como finalidad lograr beneficios para la sociedad en materia de salud. En contraposición, estamos viviendo en una época en la que multinacionales compiten por lanzar su primera misión comercial a Marte… Tenemos que pararnos a pensar.

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–Cuéntenos más sobre el programa de esta octava edición. Como siempre destaca la variedad de perfiles profesionales que participan y temas…

–Cuando empezamos a trabajar en el programa realmente no sabemos dónde vamos a llegar. Lógicamente, buscamos especialistas que hayan tratado el tema (Robert Peckham, María Hesse, Desirée de Fez, Heinz Bude...), para que compartan diálogo con aquellos que, aunque no lo hayan hecho de forma directa, sí puedan compartir y conversar desde su experiencia personal. Estoy muy orgulloso de poder contar con Daria Serenko o Seyran Ates, dos mujeres perseguidas y amenazadas que han hecho un esfuerzo increíble por estar con nosotros.

–¿Cuál cree que es el motivo del éxito del Foro de la Cultura?

–Influyen muchos factores. Celebrar el Foro en Valladolid, sin duda, es uno de ellos. La ciudad cuenta con una masa crítica fascinante y muy variada. Además, amamos lo que hacemos y nos dejamos la vida en este proyecto. Esto los ponentes lo perciben y espero que el público también pueda notarlo.

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–Volviendo al tema de este año, ¿a qué tiene miedo?

–Desde un punto de vista personal, los hijos te convierten en un ser muy vulnerable y temeroso. En términos más generales, me preocupa que cada vez haya más miedo de hablar, de expresar tus opiniones. Y esto creo que tiene mucho que ver con el ego. También me indigna la confrontación innecesaria que favorece a unos pocos y que hace tanto daño a la sociedad.

–¿Con qué disfruta más en el Foro de la Cultura?

–Me encanta el ritual previo al comienzo de cada diálogo en el Teatro Calderón. Cuando los ponentes salen a escena, se sientan mientras el público aplaude y guarda después riguroso silencio. Me gusta que la gente pregunte al final de cada charla y que tome notas. Y, sobre todo, me encanta que se genere debate a la salida… El Foro también tiene esa capacidad de acto social que creo tan necesario.

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–Han tenido ofertas para hacer el Foro en ciudades más grandes que Valladolid, ¿no os resulta tentador?

–Sí, claro que lo es y te mentiría si te dijera que no lo hemos pensado. Pero hacerlo en una ciudad del tamaño de Valladolid tiene unas ventajas notables respecto a grandes urbes. La primera es que con el Foro, en muy pocos años, hemos conseguido que sea un encuentro esperado en la ciudad. Seguramente en poblaciones con mayor densidad sería mucho más complicado de conseguir. Desde un punto de vista operativo, todo es más sencillo y cercano. Los ponentes tienen una implicación con la ciudad y eso es muy importante de cara a la promoción que hacen de ella en el exterior. También está nuestra forma de ser... Nos mueve el corazón y el crecimiento tiene que ser equilibrado de acuerdo a nuestra forma de entender la vida. Y luego está el Teatro Calderón..., ¿qué gran ciudad tiene un espacio similar?

–Es llamativo el respaldo que tienen público y privado, algo tan demandado en el sector cultural.

–Cuidar esta parte es esencial para el futuro del proyecto. A pesar de que sigamos sin tener una ley de mecenazgo, que tiene tela, la supervivencia de los encuentros culturales necesariamente tienen que pasar por el apoyo público/privado. En nuestro caso, los sponsors no solo apoyan el Foro sino que se implican en él y lo sienten como si fuera suyo.

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