Bodega Emina: vino, arte y cultura a lo largo de 30 vendimias
La elaboradora conmemoró tres décadas de historia vitivinícola nacida en Ribera del Duero
Bodega Emina está de aniversario en este 2025. «Tres décadas es una cifra redonda, pero muy amplia, que marca un hito. Son 30 años de esfuerzo, de trabajo y de resultados. El origen de Emina está en la familia Moro González. Mis padres, Ursicino y Consolación, que nos enseñaron, a mi hermana Isabel y a mí a amar esta tierra. Hoy, nuestros hijos
y nietos llevan este legado hacia el futuro. Esta es la verdadera fuerza de Emina: la familia». Esas palabras las pronunció Carlos Moro, fundador de Bodega Emina, en el acto de celebración de esas '30 vendimias juntos', que tuvo lugar en Valbuena de Duero (Valladolid).
Emina es un proyecto de pasado, presente y, sobre todo, compromiso con el futuro, donde las hijas de Carlos Moro, Beatriz y Paloma, han formado parte de esta gran trayectoria desde que eran niñas. Así, Paloma Moro asumió la presidencia de Bodega Emina en 2023, con el firme propósito de mantener el compromiso con la tierra, la sostenibilidad, la innovación y la cultura que tanto representan a Bodega Emina desde su origen en Ribera del Duero, estando ya presente en tres denominaciones de origen más: Rueda, Cigales y Rías Baixas
«Cuando mi padre habla de futuro y de que el 'camino no termina aquí', sé que lo que realmente me está pidiendo es que cuide este legado y lo lleve a la siguiente etapa, con la misma pasión, pero con mi propia visión», afirmó Paloma Moro, en este mismo marco, quien también aprovechó para reforzar su compromiso en esta nueva etapa: «Primero, seguir honrando nuestra historia y nuestros valores. Segundo, fortalecer nuestra visión de la enología del siglo XXI. Y tercero, seguir mirando hacia el futuro con un espíritu de crecimiento global».
Así mismo, Carlos Moro se refirió en esta celebración del 30 aniversario a la «economía esférica», un modelo de desarrollo que incorpora múltiples sectores, aunque el objetivo es «seguir con la excelencia», pero «mirando al futuro», porque Emina es la «punta de lanza que defendemos en las bodegas familiares Matarromera», aseguró.
En el acto conmemorativo del 30 aniversario de la Bodega Emina, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, reafirmó el apoyo de la Junta al sector vitivinícola, por «ser un motor económico para Castilla y León y un elemento clave para generar oportunidades y fijar población en el medio rural». Además, destacó la relevante trayectoria de la familia Moro y de Bodegas Familiares Matarromera, en general, y de Bodega Emina, en particular, «y el compromiso que han demostrado durante todos estos años con el territorio, lo que le han convertido en un referente en el sector de la comunidad». Del mismo modo, subrayó» la excelencia y la calidad con la que este grupo empresarial elabora sus vinos, así como su firme apuesta por la innovación, la internacionalización y la sostenibilidad».
Al acto también acudieron el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán; el subdelegado de Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales; el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; la alcaldesa de Valbuena de Duero, Eleazar Moro; el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y diferentes representantes del panorama político, empresarial, militar y social de Castilla y León.
En relación a la trayectoria de la propia bodega, fue fundada por el ingeniero agrónomo y bodeguero Carlos Moro en 2004, y ahora está presidida por su hija, Paloma Moro. Emina cuenta con dos bodegas, una en Ribera del Duero y otra en Rueda, lo que permite a la marca tener una gran diversidad de tipos de vinos (blancos, rosados, blancos fermentados en barrica, espumosos y tintos), elaborados en estas dos denominaciones de origen, además de en Cigales y Rías Baixas.
La unión de legado y vanguardia se expresa en el nombre de Bodega Emina. Bebiendo de la tradición del Císter en Monasterios como el de Santa María de Palazuelos y Santa María de Valbuena, y según la regla de San Benito, una Emina representaba la cantidad que los monjes podían consumir diariamente, equivalente a lo que podría ser una copa de vino hoy en día. Pero también hace referencia a una medida de áridos, haciendo una equivalencia entre la superficie de cultivo y la cantidad de semillas necesarias para su siembra. Así, una Emina equivaldría a aproximadamente mil metros cuadrados.
Alta calidad
Su orientación hacia la elaboración de vinos de alta calidad a partir de viñedos propios cultivados con esmero y pasión, el respeto a la tradición y la innovación son parte fundamental de su ADN.
Por ejemplo, los viñedos se monitorizan de forma inteligente; reciben agua, fertilizantes o fitosanitarios solo cuando es estrictamente necesario. El resultado es la reducción de su huella hídrica y el respeto con la biodiversidad local. La bodega concibe la innovación y la sostenibilidad como una actitud y un concepto establecido en su filosofía, convirtiéndose en parte intrínseca de su estrategia empresarial.
Fue la primera empresa española con certificación AENOR que midió su huella de carbono. Emina Ribera cuenta con el certificado Wineries for Climate Protection y forma parte de International Wineries for Climate Action (IWCA) un grupo de trabajo colaborativo que aborda el cambio climático mediante estrategias innovadoras de reducción de las emisiones de carbono.
Por su parte, Bodega Emina Rueda cuenta con la certificación SWfCP Plus, muestra del inquebrantable compromiso con el medioambiente.