Un amplio calendario cultural aderezado con patrimonio y entorno natural en Autilla del Pino
'Atardeceres del Páramo' es el ciclo de conciertos al aire libre
Autilla del Pino, en la Tierra de Campos palentina, ha forjado en los últimos años un calendario cultural que aprovecha su rico patrimonio etnográfico, su entorno natural y la ilusión de sus vecinos. Su mirador, la iglesia gótica, las bodegas tradicionales y el discreto Museo Etnográfico conforman el escenario sobre el que florecen desde julio hasta octubre propuestas musicales, festivas y folclóricas que buscan impulsar el turismo rural y dinamizar la vida local.
Entre sus atractivos permanentes destaca el Museo Etnográfico. El centro expositivo se sitúa en el corazón de la localidad. Acondicionado por el Ayuntamiento, alberga una muestra de utensilios agrícolas, aperos para la elaboración de pan y queso, sistemas de iluminación tradicional y elementos de la matanza. Todo ello para ilustrar la cotidianidad de antaño en las dehesas de cereal y ganadería de la comarca. Una parada imprescindible para todos aquellos que visiten Autilla del Pino.
Conciertos
La Asociación Juvenil de Autilla del Pino (AJAPI) ha presentado con gran éxito la primera edición de 'Atardeceres del Páramo'. Se trata de un ciclo de conciertos al aire libre, cuyas notas se alzan y se funden con los colores dorados del cielo castellano. La programación está concebida como un diálogo íntimo entre la música y el paisaje, en un proyecto que busca poner en valor el patrimonio natural y cultural de Autilla del Pino. Para cumplir este objetivo, se aprovecha uno de sus rincones más mágicos: el Mirador de Campos. El escenario elegido, a más de 800 metros de altitud, ofrece una panorámica inigualable de la inmensa llanura cerealista que define la estampa de la Tierra de Campos. Allí, cuando el sol se desliza hacia el horizonte, el aire se llena de una luz cálida y cambiante, ideal para acoger propuestas sonoras que juegan con la luz, la sombra y el viento. Serán dos veladas, una de ellas ha tenido lugar el 24 de julio y la siguiente será mañana jueves, 31 de julio. Tendrán lugar a partir de las 21:00 horas. En los recitales, el público puede disfrutar de forma gratuita de un repertorio diverso, estructurado en torno a la improvisación, la experimentación y el diálogo con las raíces musicales de nuestra tierra.
El pasado jueves 24 de julio tuvo lugar la apertura del ciclo con 'Altos vuelos', un espectáculo del músico polifacético César Tejero, alma creativa detrás de proyectos como El Naán, César Tejero Trío, Modulando Big Band, Ambú y Agua Cuarteto. Tejero ofreció un recorrido de improvisaciones orgánicas que confluyeron en atmósferas poéticas: saxofones que dialogaron con el silencio del páramo, percusiones sutiles y texturas electrónicas tratadas con delicadeza. El público se convirtió en cómplice de un vuelo musical en el que cada motivo nació en el momento y se desvaneció en el aire, dejando tras de sí un rastro de brisas sonoras.
«Fue una invitación a redescubrir la música como esencia efímera, igual que el propio atardecer», comentó el artista, que presentó piezas exclusivas inspiradas en los colores y la geografía local. Un momento inigualable para todos los presentes.
La clausura tendrá lugar mañana 31 de julio, y correrá a cargo del guitarrista flamenco Álvaro Reja. El músico es natural de Palencia y graduado en Guitarra Flamenca y Flamencología por el Conservatorio de Córdoba, con posgrados en investigación del flamenco (ESMUC) y en educación musical (Universidad de Valladolid). Reja forjará un lenguaje personal que bebe de maestros como Antonio Rey o Pedro Sierra, pero que expresa también su propia visión, cargada de sensibilidad y matices contemporáneos. Su recital alternará bulerías, soleas y tangos con composiciones originales, «respetando la tradición mientras exploro nuevos territorios sonoros», según palabras del propio músico. La calidez nocturna y el canto lejano de las cigüeñas serán parte del acompañamiento natural de esta velada flamenca.
'Atardeceres del Páramo' está pensada para acercar la música en directo a vecinos y visitantes de todas las edades. Las entradas, gratuitas, se pueden reservar con antelación en la página web del Ayuntamiento y en las redes sociales de AJAPI, que asimismo ofrecerán cobertura de las dos jornadas con entrevistas a los artistas y conexiones en directo. Se recomienda acudir con ropa cómoda, alguna manta o cojín para sentarse sobre el terreno y, si se desea, binoculares para admirar también la avifauna propia de la zona.
Detrás de la iniciativa, además de AJAPI, figura la colaboración del Ayuntamiento de Autilla del Pino y de la Diputación Provincial de Palencia, que han apostado por la cultura como motor de desarrollo rural.
Folklore y rutas
El folklore es otra de las pieza a tener muy en cuenta en el verano de esta localidad palentina. El Grupo de Danzas y Paloteo de Autilla del Pino mantiene viva la tradición del baile con palos, un auténtico vestigio del folklore castellano. La formación actúa no solo en festejos locales, sino también en ferias provinciales y nacionales.
El pasado mes de octubre, la agrupación viajó a Zaragoza para integrarse en el desfile oficial del Día de la Hispanidad, ofreciendo su ofrenda floral ante la Virgen del Pilar y mostrando al público zaragozano la singularidad del paloteo palentino y las profundas raíces en las que se asienta.
Pero más allá de los actos programados, Autilla del Pino invita a descubrir su 'mar de Castilla' desde el Mirador de Tierra de Campos, donde la llanura se extiende hasta el horizonte con matices de oro y ocre al atardecer.
De igual modo, existen varias sendas balizadas para caminantes y ciclistas que permiten adentrarse en los olivares y lagunas estacionales, disfrutar de la observación de aves y conocer bodegas ancestrales convertidas hoy en merenderos rurales. Un lugar que no dejará indiferente a todos aquellos que apuesten por adentrarse en la belleza del municipio y todo su entorno.
Finalmente, cabe destacar que con un censo de poco más de 200 habitantes, este municipio palentino ha sabido transformar su modestia demográfica en un activo cultural. De esta manera, cada actividad, entre tradición y modernidad, refuerza el sentimiento de pertenencia de sus vecinos y proyecta Autilla del Pino como destino de turismo lento, ahora que ese concepto está tan de moda.
En un contexto en el que el turismo rural busca experiencias singulares, 'Atardeceres del Páramo' surge como un plan ideal para quien quiera mezclar arte y naturaleza, música y paisaje, tradición y vanguardia. Dos noches de julio en las que la línea que separa el concierto del atardecer desaparece, y el público pasa a formar parte de la gran sinfonía visual y sonora que es la propia Castilla.
Y todo ello sin olvidar el resto de la oferta cultural y patrimonial que brinda este municipio a todos aquellos que quieran descubrirlo.
Fiestas y tradiciones centenarias
Cada año, en torno al 15 de agosto, Autilla celebra con fervor las Fiestas de la Virgen de la Asunción. Durante una semana, las calles se llenan de actos religiosos (procesión, misa solemne) y actividades lúdicas (verbenas, concurso de decoración de fachadas, torneos de cartas), que congregan a residentes y visitantes de municipios cercanos.
En estas jornadas, la plaza Mayor se convierte en epicentro de encuentros familiares y degustaciones de gastronomía local, donde no faltan los guisos de pollo con arroz y las torrijas caseras. Poco después, en septiembre, Autilla del Pino vive sus Fiestas de la Virgen de las Angustias, una celebración profundamente arraigada que se desarrolla alrededor del segundo fin de semana del mes.