La última tarde de la tienda de H&M de la Calle Mayor de Palencia

«Es muy duro», se lamentaba una trabajadora de la tienda, mientras doblaba unos pantalones. «Se vendía mucho, pero cada vez se vendía más 'on-line'», añadía, a la vez que hacía referencia a la cercanía de Valladolid y la cantidad de vecinos que se trasladan hasta allí para hacer sus compras. Dieciséis trabajadoras, más dos eventuales que estaban cubriendo bajas, pierden sus puestos, ya que no ha habido opciones de recolocación para nadie de la plantilla.

Las estanterías sin ropa, zonas ya cerradas (como la de hombre y la de bebés) y otras compartiendo género anunciaban ese final, que nadie quería que llegase. Además, carteles distribuidos por el escaparate y en el interior anunciaban esa rebaja especial y final, que comenzó hace ya unos días, para tener que devolver la menor cantidad posible de género: '30% de descuento en todos los artículos'. Y es que desde octubre que no llegan camiones, antes lo hacían dos veces por semana, para descargar nuevas prendas. La próxima semana es el momento de recoger, de empaquetar todo lo que no se ha vendido y de cerrar para siempre.

La fatal noticia se conoció a finales de enero de este año, cuando la internacional sueca comunicó su intención de clausurar 28 tiendas de España, cinco de ellas en Castilla y León, incluida la de Palencia. Este procedimiento de despido colectivo a nivel nacional afectaba a 588 trabajadores. De los cinco establecimientos de la región, la de Salamanca fue la primera en cerrar, Ponferrada y Palencia ya también y la de León lo retrasa al 2025, mientras que la de Soria finalmente se ha salvado y será la que quede de la marca junto a la de Valladolid.

La amplia tienda de dos plantas de Palencia es la única de las elegidas en la región que no está situada en un centro comercial. Este cierre subraya aún más la situación comercial de la capital y ahonda en la cantidad de locales comerciales cerrados, muchos de ellos de grandes dimensiones como el de Zara, Lefties y, ya también, H&M.