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El 'toro del pueblo' mantiene viva la tradición en Astudillo
Vecinos y visitantes llenaron las calles para vivir un encierro que desde 2018 sustituye al histórico 'toro enmaromado', prohibido por sentencia
El 'toro del pueblo' ha puesto este lunes el colofón a las fiestas de la Santa Cruz de Astudillo. La localidad despidió sus celebraciones patronales ... con un festejo que, desde 2018, sustituye al histórico 'toro enmaromado', desaparecido tras las protestas y la sentencia judicial que obligó a modificar aquella tradición centenaria. Desde entonces, el municipio ha encontrado en esta cita su particular manera de mantener vivo el pulso taurino y reunir a vecinos y visitantes en el último día de las fiestas.
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El protagonista de esta edición fue 'Galindo', un toro de 472 kilos de la ganadería Nazario Ibáñez que salió puntual a las 18:00 horas de la plaza de toros, tras el cohetón que anunciaba el arranque del festejo. Durante alrededor de una hora y cuarto recorrió el itinerario habitual del encierro, con constantes idas y venidas por las principales calles del municipio. Bravo y noble en su comportamiento, el animal protagonizó algunos sustos que mantuvieron la tensión entre corredores y público, aunque el desarrollo se completó sin incidencias destacables. Pasadas las 19:15 horas regresó a la plaza y fue conducido a los toriles, poniendo fin a un festejo que se ha consolidado como seña de identidad en el calendario local.
«Para nosotros, el 'toro del pueblo' es una forma de no perder la esencia de lo que siempre hemos vivido», señalaban varios vecinos al término del festejo, al tiempo que recordaban con nostalgia al desaparecido 'toro enmaromado'. «Era hasta menos peligroso para los que estábamos detrás de las talanqueras, porque la maroma ayudaba a controlar más al animal», explicaban, subrayando que la tradición taurina de Astudillo ha marcado a varias generaciones. «Lo hemos visto desde pequeños y queremos que siga formando parte de nuestras fiestas», añadían.
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Las calles se llenaron de un ambiente festivo, con gran afluencia de público tanto tras las talanqueras como en distintos puntos del recorrido. El calor de la jornada permitió vivir el encierro en manga corta y convirtió la despedida en una cita multitudinaria en la que los astudillanos volvieron a volcarse. El sol fue también un peligroso enemigo, al dificultar la visión de los corredores en alguna de las calles. Una vez concluido el recorrido, la Plaza Mayor se transformó en escenario de la tradicional foto de fin de fiestas bajo el arco del Ayuntamiento, en la que vecinos y peñas inmortalizaron el último acto del programa.
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El 'toro del pueblo' no llegó solo este año, ya que estuvo precedido por un fin de semana en el que también se respiró ambiente taurino. El sábado, a las 18:00 horas, tuvo lugar un encierro urbano con tres novillos de Santa Coloma acompañados de bueyes, mientras que el domingo a las 11:30 horas se repitió la fórmula con astados de la misma ganadería.
Con el regreso de 'Galindo' a los toriles y la música marcando el compás del adiós, Astudillo cerró unas fiestas patronales que han vuelto a confirmar el arraigo de sus tradiciones. La sustitución del 'toro enmaromado' por el actual 'toro del pueblo' no ha restado atractivo a una cita que ya es tradición en sí misma. Este 2025 ha vuelto a demostrarlo. Calor, público, toro y fiesta se unieron para que la villa despidiera en alto sus celebraciones de la Santa Cruz.
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