Sara Bayón cambia Madrid por París

Apenas ha pasado un mes desde que la palentina Sara Bayón se despidiese de sus compañeras de la selección española de gimnasia rítmica, tras la abrupta salida de su compañera Anna Baranova –que no contaba en los planes de futuro del conjunto nacional–. La palentina es la única española que es campeona del mundo de rítmica como gimnasta y como entrenadora y junto con Baranova logró un gran éxito para el equipo nacional, la plata olímpica en los Juegos de Río de Janeiro de 2016.

El combinado francés las ha escogido para tomar las riendas del equipo y trabajar en un proyecto a largo plazo, cuyo horizonte son los Juegos de 2024 en casa, en París. Cogen un conjunto que acabó en octava posición en los Mundiales de 2019, algunas de cuyas gimnastas ya se han retirado, y que tiene garantizada su participación en la cita olímpica de su país.

Desde el 1 de diciembre, la palentina se encuentra en París, conociendo de primera mano los detalles de cómo será su nueva vida. «Estoy muy ilusionada de que hayan querido contar con nosotras, porque es un proyecto ambicioso. Estamos hablando de unos Juegos Olímpicos en un país anfitrión. En los últimos cuatro no se clasificaron en la modalidad de conjunto y para París 2024 el equipo está clasificado por ser el anfitrión, pero ellos quieren conseguir lo máximo posible para hacer un buen papel».

Un proyecto que surgió a los pocos días de despedirse de la selección española y que pilló casi por sorpresa a Sara. «Al principio no contaba con que llegase algo así tan rápido. Tenía ganas de desconectar y cambiar un poco de aires, pero esto es algo ambicioso e ilusionante. Siempre gusta que confíen en ti y pongan en tus manos algo así. Además, se cuenta con recursos suficientes para poder llevar a las deportistas a las competiciones que queremos», afirma la palentina, que tomó la decisión de embarcarse en este nuevo proyecto durante estas últimas semanas. «Ha sido todo muy complicado por culpa de la covid, ya que Castilla y León estaba confinada y lo mismo ocurría en Francia. Todas las gestiones se han hecho más lentas debido a eso. El objetivo era que Anna y yo llegásemos después del Campeonato de Europa disputado la última semana de noviembre. Hemos tenido que tramitarlo todo en prácticamente una semana para poder estar desde el primer día diciembre».

Un proyecto que vuelve a unir a Bayón con su inseparable Anna Baranova, con quien la selección francesa contactó ya el mismo día que cesó con la selección española. «En cuanto yo tomé la decisión la Federación Francesa empezó a hablar conmigo. No era una decisión fácil porque hablamos de un cambio de país, viajar con la familia, el idioma...», explica.

El objetivo del combinado nacional francés es claro, subir lo más alto posible, pero con los pies en el suelo, ya que la competencia será dura pese a ser el país anfitrión. «No nos han hablado de medallas, sino de elevar el nivel actual del equipo y conseguir al menos un diploma olímpico. Nosotros ya nos hemos puesto manos a la obra y ya trabajamos con las chicas. Lo cierto es que para este tipo de objetivos ya estamos muy justos, porque ya son menos de cuatros años lo que nos queda. Es un objetivo muy grande en tan poco tiempo, pero venimos con ilusión y con muchas ganas», destaca ilusionada la palentina, que durante estos días ha visto como el país galo ha incrementado sus medidas restrictivas para intentar frenar la pandemia, incluso en el mundo del deporte.

«En Francia hay medidas más restrictivas que en España. Estamos trabajando en el Centro de Alto Rendimiento (INSEP), los clubes y centros deportivos están actualmente cerrados. Los deportistas están todos protegidos en este centro con un gran número de medidas de seguridad y están entrenando de forma normal dentro de la situación».

La gimnasta palentina cambia desde ya su habitual estancia en la capital de España por la Ciudad de la Luz. Un cambio que, aunque positivo, siempre resulta difícil al comienzo. «Me he trasladado con toda mi familia y aún no tenemos casa. Ya se sabe que al principio es difícil adaptarse», explica Sara Bayón, que deberá aprender francés y aún no sabe si podrá viajar en Navidad hasta su Palencia querida para disfrutar de unos días con los suyos y descansar, después de todo lo que ha ocurrido en los últimos meses. Tiene la ilusión puesta en este proyecto y en su futuro, junto a su inseparable Anna Baranova para llevar lo más lejos posible a las galas. Sin duda alguna, dentro de poco tiempo, París hablará en castellano con acento palentino.