Las obras que permitirán el uso de la Tejera arrancarán a finales de septiembre

Porque el proyecto de rehabilitación de La Tejera parece estar gafado desde el principio, desde aquellos comienzos en los primeros años noventa, cuando el Ayuntamiento logró hacerse con el edificio. Porque nada ha resultado como estaba previsto desde que arrancó esta obra. El proyecto inicial quedó descartado, se eligió otro de gran vistosidad (elaborado por el arquitecto navarro Patxi Mangado), que finalmente tuvo que descartarse por su complejidad técnica, y finalmente se ha tenido que redactar un nuevo proyecto con muchas menos pretensiones y también con menores posibilidades para la oferta de actividades, que será el que se tenga que ejecutar a partir de ahora. Y aun así, el edificio no quedará completo y restará una segunda fase de intervención para que puedan ponerse en servicio todas las estructuras con las que contará este futuro centro cultural.

Por el momento la obra lleva paralizada desde el año 2011 y su imagen dista mucho de parecerse a la de un edificio funcional, a pesar de que se han invertido ya más de 9 millones de euros. Este excesivo gasto para tan escasos resultados llevó a que en el año 2012, después de que el entonces alcalde, Alfonso Polanco, calificase de «timo» las obras de la Tejera, el Ayuntamiento iniciase una investigación para determinar si habían existido irregularidades en la ejecución del proyecto. No hubo resultados tampoco en esto, aunque el Ministerio de Fomento, principal inversor, dejó claro que no habría nuevos fondos hasta que existiese un diseño arquitectónico viable y, por supuesto, mucho más barato.

Así, el Ministerio de Fomento encargó la redacción de un nuevo proyecto que permitiese la rehabilitación del edificio, sin necesidad de tener que reconstruir por completo la estructura de la antigua fábrica de cerámicas. Para ello, fue necesario eliminar algunos de los aspectos más singulares de la propuesta de Patxi Mangado, como un auditorio suspendido en el aire, que ya no se construirá. También fue necesario introducir otras modificaciones de urgencia, como la construcción de un forjado interior que sujetase los muros y protegiese la zona de hornos y que ejecutó de forma unilateral el Ayuntamiento, con una ayuda económica de la Junta, para evitar que todo el conjunto se hundiese. Finalmente, el Ministerio presentó un nuevo proyecto, más sencillo, y dividido en dos fases, asumible económicamente por las administraciones públicas y que es el que se ha licitado el pasado año, con la adjudicación a la empresa Proyecón Galicia, por un presupuesto de 5,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses.

Las obras comenzarán a finales de este mes de septiembre, según ha confirmado el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, quien se muestra confiado en que no se producirán nuevos retrasos y ni tampoco nuevos abandonos de la obra, dado que el proyecto actual se ajusta a la realidad estructural del edificio, que ya ha sido consolidado con unos forjados interiores.

De esta forma, si se cumplen los plazos –en el caso de La Tejera esto es mucho decir–, las obras deben estar terminadas en septiembre de 2026, lo que permitiría a la ciudad de Palencia contar con un gran centro cultural pensado para el desarrollo de congresos, ferias y exposiciones.

Sin embargo, el inmueble seguiría lejos de estar completo, dado que esos 5,1 millones que tienen que poner el Ministerio de Transportes, la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación, únicamente permitirán ejecutar una primera fase del proyecto total.

Esta parte inicial, que arrancará en las próximas semanas, incluye la actuación de recuperación del edificio histórico, así como de una serie de accesos desde un nuevo inmueble que se está construyendo, además, una primera zona de aparcamientos. Sin completar, para una siguiente fase, faltarían la urbanización de los entornos (básicamente una plaza frontal), cuyo coste lo asumiría el Ayuntamiento, por unos 500.000 euros, y tendría que firmarse otro convenio entre administraciones para terminar ese edificio anejo que está a medio construir, en el que se habilitarían aulas, talleres, oficinas y también almacenes en los sótanos.

Aunque en un principio, la idea del Ministerio de Transportes, y así se recogía en el proyecto elaborado en 2018, era culminar toda la actuación de la Tejera en una sola intervención, finalmente ha sido necesario establecer dos fases de actuación.

La propia memoria que figura en los pliegos de condiciones de la licitación explica que ha tenido que dividirse el proyecto por problemas de financiación derivados de la tardanza en sacar adelante la contratación. Este retraso ha provocado que los precios que figuraban en el proyecto quedaran totalmente obsoletos con las recientes subidas del coste de los materiales en el sector de la construcción. Así, ha sido necesario introducir otra modificación más en el proyecto, para, con el mismo presupuesto de 5,36 millones de euros, que era el que estaba garantizado en un convenio firmado en 2011, se pudieran acometer unas obras básicas que permitiesen la funcionalidad del centro cultural y de congresos de la Tejera.

Se ha tenido que reducir el 25% de las obras que se habían estimado inicialmente. Se ha suprimido la parte de la urbanización exterior (aunque el Ayuntamiento se ha comprometido a hacerla por su cuenta) y gran parte también de los elementos que debían hacer más atractivo el proyecto, especialmente en lo relativo al nuevo edificio auxiliar, que servirá por el momento únicamente de zona de acceso.