Palencia

«Las motos son apasionantes y adictivas pero también potencialmente peligrosas»

–¿Por qué sufren tanta siniestralidad los motoristas?

–Las motos son apasionantes y adictivas pero potencialmente también son muy peligrosas. Carecen de equilibrio propio y de sistemas de seguridad pasiva: en caso de accidente no tienen carrocería, ni cinturones de seguridad ni airbags. Sin embargo, el mayor riesgo lo genera las conductas peligrosas de algunos motociclistas, así como las distracciones, temeridades y faltas de respeto de algunos conductores de turismos, furgonetas, camiones y autobuses contra los motoristas.

–¿Cuál es el tipo de accidente más habitual entre los motoristas ?

–Un varón de entre 40 y 55 años que sale de ruta el fin de semana por una carretera convencional con una moto potente y se sale de la vía por exceso de velocidad, por distracción, por alcohol o porque le expulsa el conductor de otro vehículo más grande.

–¿Son seguras las carreteras palentinas para los motoristas?

–Por norma general creo que sí, aunque también hay excepciones. Los servicios de mantenimiento de las carreteras no deben olvidar que un pequeño bache o una pequeña cantidad de gravilla sobre el firme puede ser inofensiva para un turismo pero puede ser letal para un motorista. Los agricultores deben recordar que, si arrojan tierra, fertilizantes, granos o semillas sobre las carreteras, pueden provocar caídas de consecuencias muy serias a motoristas y a ciclistas.

–¿Tienen razones los motoristas para quejarse de los 'guardarraíles asesinos'?

–Depende de lo que entendamos por 'guardarraíl asesino'. Lo cierto es que el Tribunal Supremo ha reiterado que los antiguos postes con aristas que aún soportan algunas biondas metálicas de nuestras carreteras agravan las consecuencias de los accidentes porque esas aristas actúan como un cuchillo cuando el cuerpo de un motorista o un ciclista golpea contra ellas. Por ello, los juzgados y tribunales ordenan a las administraciones titulares de las carreteras indemnizar a los motoristas lesionados o fallecidos por estas aristas, aunque también reducen las cuantías de esas mismas indemnizaciones si el accidente ha sido provocado por el propio motorista. En conclusión, creo que los motoristas reclaman con razón la total eliminación o protección de los antiguos postes con aristas que aún quedan en nuestras carreteras.

–¿Deberían eliminarse estas barreras y sus postes?

–En ningún caso. La barreras de seguridad, biondas, quitamiedos o guardarrailes están salvando muchas vidas. El pasado mes de marzo una de estas barreras impidió que un autobús con 25 niños en su interior y varios adultos cayera al embalse del Porma en León. Hasta aproximadamente 2005 se utilizaron los mencionados postes con aristas para sostener las biondas metálicas. Desde entonces, en las barreras nuevas ya se instalan unos postes redondeados mucho menos lesivos y las administraciones titulares de las vías han sustituido o protegido progresivamente gran parte de los antiguos postes con aristas. Sin embargo, aún quedan algunos de esos postes sin protección en nuestras carreteras. Animo a los titulares de las vías a que eliminen o protejan la totalidad de esos peligrosos postes. Tambien creo conveniente recordar a los motoristas que, ante todo, debemos prevenir las causas de las caídas, es decir, los excesos de velocidad, las distracciones o las drogas y el alcohol tanto por parte de los propios motoristas como de los demás conductores. Un motorista que cae de su montura se va a lesionar en la mayoría de las ocasiones; si no lo hace con las biondas lo va a hacer con las aceras, con las farolas, con las señales verticales, con los demás vehículos o, sin ir más lejos, con la superficie de la carretera.

–¿Algún otro consejo para los motoristas?

–Les aconsejo evitar las motos más potentes, practicar la conducción defensiva, mantener la ITV siempre en vigor y utilizar ropa y calzado de motorista todos los días del año. Los motoristas más sensatos suelen decir que «en verano, es mejor sudar que sangrar».

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