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Monzón se vuelca un año más con los concursos de mastines y perros de agua
Más de un centenar de animales procedentes de toda España han competido para mostrar la esencia y el carácter propio de cada raza
Monzón de Campos ha vuelto a transformar su campo de fultúbl en espacio de exhibición para acoger el VII Concurso Monográfico de Mastín Español y Perro de Agua Español, un homenaje a dos razas que forman parte de la historia viva de este país, compañeras del hombre en los surcos, en las cañadas y en los puertos de montaña.
Desde primeras horas, los expositores llegados de toda España –medio centenar de mastines y setenta y cinco perros de agua– iban tomando posiciones en el recinto deportivo de Monzón de Campos. Llegaban vehículos de Jaén, Cuenca, Santander, Galicia, León, Oviedo, Barcelona, Calatayud … para el concurso del mastín; y de Oviedo, Barcelona, Cádiz, Burgos o Palencia, Sevilla, para los ejemplares de perro de agua.
La organización introdujo este año una novedad de rigor científico: las pruebas de ADN obligatorias para todos los reproductores inscritos en la categoría del Mastín Español. Una medida que, según explicó Francisco Torrijos, presidente de la Unión de Criadores para la Mejora y Cría del Mastín Español, «garantiza la trazabilidad y la pureza de la raza, preservando una genealogía veraz». Mientras los perros desfilaban por el ring, los técnicos recogían muestras y fichas, haciendo que la tradición conviviera con la genética.
El juez Félix García , encargado de evaluar a los mastines, observaba con mirada entrenada y buscaba morfología sólida, movimiento armónico y esa actitud poderosa pero serena que distingue al buen perro guardián. «Un mastín debe transmitir seguridad, imponerse sin necesidad de alzar la voz».
Mientras, en el otro extremo del recinto, Carmen Andújar, criadora y jueza especializada, valoraba el carácter y la estructura del perro de agua español, esa raza atlántica de mirada vivaz y rizos que parecen dibujar olas en la tierra.
La mañana dio paso a las exhibiciones paralelas, momento en que el concurso tomó un aire más festivo y cercano. Detrás de todo el engranaje de esta jornada, el mérito recaía en Miriam y Ricardo, criadores locales y verdaderos artífices del evento. Su esfuerzo, junto al apoyo indispensable del Ayuntamiento de Monzón de Campos y de los patrocinadores, hizo posible que este VII Concurso Monográfico siguiera adelante, sosteniendo una tradición que sin ellos sería inviable.
Demostración de peluquería canina especializada, mostrando al público cómo se trabaja el pelaje rizado del perro de agua español sin traicionar su textura natural ni su esencia funcional. Más tarde, José Antonio, de Ecan Palencia, tomó el relevo con una exhibición de adiestramiento, en la que compartió técnicas de obediencia y manejo, entre aplausos y la curiosidad atenta de los asistentes.
Con el sol declinando sobre las almenas del castillo de Monzón, llegó el momento de los premios. Los jueces deliberaron mientras los propietarios contenían la respiración. El título más codiciado, el 'Best in Show' (B.I.S.), coronó a Elvis, un espléndido perro de agua llegado desde Cádiz, y a Aitana, majestuosa hembra de mastín español procedente de Oviedo. Ambos recibieron los aplausos de un público que reconocía en ellos la excelencia de dos razas que aún representan el alma del campo y la lealtad.