Monitorización con cámaras y sensores para minimizar el riesgo en los mayores
Un dispositivo conectado a un cojín en la silla envía información sobre la postura y permite desarrollar un sistema capaz de anticiparse a los movimientos que podrían desencadenar una caída
Desde hace unos meses, un equipo multidisciplinar del ámbito socio-sanitario trabaja en el proyecto Vidalia, una iniciativa que busca ir un paso más allá: investigar un sistema innovador de monitorización en tiempo real, basado en cámaras y sensores, capaz de detectar situaciones de riesgo y reforzar la seguridad tanto en entornos industriales como sociosanitarios. Los centros Tercera Actividad, gestionados por la Fundación Santa María la Real, participan aportando lo que mejor conocen: el cuidado cotidiano de personas mayores y/o con dependencia. Su papel en el proyecto se centra en analizar y definir casos de uso reales y en ayudar a seleccionar los sensores más adecuados para cada situación.
Concretamente, están ayudando a validar los casos de uso relacionados con la detección y prevención de caídas y la identificación de situaciones de sedentarismo, dos aspectos clave para mejorar la calidad de vida de las personas atendidas y avanzar hacia entornos más seguros y libres de sujeciones.
Para entenderlo mejor, basta con asomarse a una escena cotidiana. Concha, una de las residentes de la residencia de Aguilar de Campoo, está sentada en su silla de ruedas. Su hija, Olga, le coloca suavemente en la mano una pequeña cajita blanca: un sensor de presencia conectado a un fino cojín situado en la propia silla. Concha apenas lo nota; quizá perciba que el asiento está un poco más mullido, poco más. Por ahora, el dispositivo solo recoge y envía información sobre sus movimientos y su postura. Pero ese gesto tan sencillo forma parte de un objetivo mucho mayor: que esos datos permitan desarrollar un sistema capaz de anticiparse y detectar movimientos que podrían desencadenar una caída.
Visión por computadora e inteligencia artificial
«En los últimos años hemos comprobado que aliarnos con la tecnología puede marcar una gran diferencia en la atención que ofrecemos a las personas mayores desde Tercera Actividad», señala Marta Prieto, responsable del proyecto en la Fundación Santa María la Real. «Por eso participamos en Vidalia: queremos saber hasta qué punto estas herramientas pueden ayudarnos a anticiparnos a los riesgos y acompañar mejor a quienes cuidamos, siempre desde el respeto a la autonomía y al bienestar de cada persona», precisa.
El sensor que utiliza Concha no es el único instalado en el centro. También se han colocado otros dispositivos que miden la calidad del aire, registran movimientos o ayudan a detectar posibles caídas. En conjunto, toda esta investigación tiene una doble mirada: por un lado, dirigida a las empresas del Clúster de Bienes de Equipo de Castilla y León (CBECYL), coordinador del proyecto, para su aplicación en entornos industriales; y por otro, enfocada al ámbito sociosanitario a través del Clúster de Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente (SIVI).