Médicos y veterinarios alertan del incremento de garrapatas que llegan a las zonas urbanas

Por este motivo, desde el Colegio de Veterinarios de Palencia se lanza un mensaje de tranquilidad y se explica que es normal que este año haya más garrapatas debido a la alta temperatura y a la humedad de la vegetación, ya que estos parásitos, en sus fases de desarrollo, desde huevo hasta garrapata adulta, lo que necesitan es una temperatura concreta, así como proteína. Y esa proteína la consiguen de la sangre de los animales, incluida la de ser humano.

«Lo que hacen es por el día subirse a las puntas de la vegetación y abrir sus patas. Cuando detectan un nivel de CO2 y de calor, es decir, que pasa por ahí un animal, lo que hacen es agarrarse y tomar esa sangre y quedarse fijadas en la persona o en los animales, llenarse de sangre para la proteína hasta que se desprenden después de cuatro o cinco días, cuando ya tienen proteína para hacer la siguiente fase», explica Luis Fernando Román, presidente del Colegio de Veterinarios de Palencia.

Y agrega que, «hoy en día hay muchos medios para protegerse con ello, es decir, hay que tomar medidas preventivas». Para los animales de producción animal y también de compañía existen una serie de tratamientos antiparasitarios para controlarlas que son de larga duración y tienen un buen resultado, aunque Román insiste en que lo más importante es, tras venir del campo, realizar hacer una revisión del animal y de nosotros también.

«Cuando se ve una garrapata fijada, lo importante es no tirar de ella ni hacerlo como nos enseñaron nuestras abuelas de echarle aceite. Hay que intentar ir al centro de salud y que te saquen la probóscide para evitar que haya una regurgitación del salivar de la garrapata, ya que es cuando se pueden transmitir las posibles bacterias que pueden generar la enfermedad», agrega el veterinario.

Su expansión, además, va muy ligada al aumento del número de perros, ya que es en ellos donde se hospedan más habitualmente. Normalmente se encuentran en las zonas verdes más frondosas y llenas de vegetación, pero cada vez es más común poderlas encontrar en el ámbito urbano. Son más comunes a primeras horas de la mañana y suelen estar bastante escondidas ya que necesitan humedad.

Según el Ministerio de Sanidad hay unas 40 especies registradas de garrapatas y por ello, se recomienda que la mejor protección frente a ellas es no frecuentar su hábitat natural. Si esto ocurre hay que hacerlo con una serie de precauciones que pasan por llevar ropa larga, buen calzado de montaña o campo y los pantalones por dentro de los calcetines. En la ropa clara se puede percibir mejor su presencia y también es posible usar repelente, aunque no siempre es efectivo.

Lo que preocupa en este momento es la posible transmisión de enfermedades como la fiebre de Crimea-Congo o la de Lyme, en unos animalitos que también pueden contagiar la fiebre botonosa o exantemática meditérranea, la tularemia o el debonel o tibola. Esta última es creciente y provoca una enecrótica en cuero cabelludo, en el lugar de la picadura y adenopatías craneales y laterocervicales que suelen ser bastante dolorosas y pueden sumar fiebre. Aún así, eso no es lo habitual.

Desde el Colegio Oficial de Médicos señalan la peligrosidad de este animal, ya que «no solo ocasiona problemas locales, sino unas reacciones generales que pueden llegar a ser muy graves. Se están realizando muchas campañas de concienciación y yo creo que la población general sí que conoce este problema. Este año ha llovido mucho y ha ocasionado su proliferación», argumenta, por su parte, Francisco José del Riego, presidente del Colegio de Médicos.

Del Riesgo también subraya la importancia de acudir a un centro sanitario y, en ningún caso, tratar de extraerla nosotros mismos. «Hay que dar a entender que no es un mosquito, que es el problema local de la picadura, que también lo hay, y a veces con verdaderos granulomas, pero aparte, la garrapata puede transmitir enfermedades más graves y de tipo generalizado, no solo local».

Es importante saber que si se detecta una garrapata enganchada a la piel hay que acudir de forma inmediata al centro de salud más cercano para que la retiren. En caso de estar en una zona alejada, con unas pinzas se puede coger al animal de la forma más pegada a la piel posible y extraerla para después guardarla en un bote y que en el ambulatorio puedan examinarla. Esto último es importante ya que es clave conocer de qué tipo de garrapata se trataba.