Palencia

El impacto de las obras del AVE genera un grave malestar en el Camino de Santiago

Es el tramo del Camino de Santiago entre Boadilla y Frómista, que tiene precisamente esa singularidad, la de compartir la sirga con la gran obra fluvial del siglo XIX. Es un recorrido de gran atractivo, pero que en las última semanas se ha visto interrumpido de forma abrupta, puesto que la milenaria ruta jacobea se ha cruzado de pronto con otro camino mucho más moderno y menos espiritual, el trazado ferroviario del futuro AVE a Cantabria, cuyo tramo entre Amusco y Osorno se ve obligado a salvar el Canal de Castilla mediante un viaducto en ese espacio entre Frómista y Boadilla, con lo que también queda afectada la ruta jacobea.

El problema no es el desvío provisional que se ha fijado hasta que finalicen las obras de ese viaducto, sino el impacto visual que tendrá sobre un elemento declarado Patrimonio de la Humanidad como es el Camino de Santiago y al mismo tiempo sobre otro conjunto histórico, que goza de la declaración como Bien de Interés Cultural, como es el Canal de Castilla. Este problema de impacto paisajístico se produce por la proximidad de las pilastras de hormigón que se están levantado para soportar el viaducto de la futura plataforma ferroviaria, que se encuentran a tan solo unos pocos metros del cauce del Canal y prácticamente sobre el terreno que ocupa el sendero del Camino de Santiago. De ahí la necesidad de haber tenido que desviar el tránsito de peregrinos en este punto.

«Es una aberración estética. Es indignante. No sé cómo han podido autorizarlo, porque entendemos que para haber esto tengan todos los permisos. Pero desde luego el impacto visual sobre elementos protegidos como el Camino o el Canal es enorme», explican desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago.

La entidad que defiende la conservación de esta histórica ruta de peregrinación recalca que el impacto visual es excesivo si se tienen en cuanta otras medidas de protección que existen en torno a la ruta jacobea, en cuyas inmediaciones no se permite la apertura de una nueva ventana en las casas que se encuentran a lo largo de su recorrido. «Es inconcebible, y más cuando hay tantísimo terreno libre alrededor para poder haber alejado las pilastras y que no estuvieran prácticamente encima del Canal o del propio Camino. Podrían haberlas separado», recalcan desde la Asociación del Camino.