Guille saca de puerta en un partido con el Palencia Cristo en La Balastera. Óscar Martínez

Guille dice adiós al Palencia Cristo: «Tarde o temprano te toca despedirte»

«Duele acabar así por no llegar a un acuerdo», afirma el portero, que se marcha del club tras ocho temporadas y 191 partidos bajo palos

Miércoles, 23 de julio 2025, 13:57

Las despedidas, cuando son sinceras, dejan un poso de nostalgia y gratitud. Así se marcha Guillermo García Santos, 'Guille', portero palentino y símbolo del Palencia ... Cristo Atlético, tras una trayectoria de ocho temporadas repartidas en dos etapas que suman 191 partidos, innumerables paradas y una huella que va más allá de lo deportivo. Su adiós ha sido una sorpresa y ha hecho aflorar emociones en una afición que ha visto en él algo más que un guardameta. Un referente con voz propia, carácter y un compromiso inquebrantable con el color morado.

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«Te sientes un poco raro después de tantos años», afirma Guille, aun digiriendo la decisión. «Tener que tomarla por no llegar a un acuerdo económico te obliga a mirar más allá. Sabemos que en estas categorías no puedes vivir del fútbol y llega un momento en el que tienes que pensar en tu futuro», afirma. El fútbol, especialmente en niveles como la Tercera RFEF, no siempre ofrece lo suficiente para seguir apostándolo todo por él.

Guillermo García Santos debutó con el Palencia Cristo siendo un joven con ganas de comerse el mundo y ha acabado convertido en uno de los jugadores más importantes en la historia reciente del club. «Los dos primeros años fueron muy bonitos. Fue el equipo que me dio la oportunidad de saltar al ruedo», recuerda el guardameta. Aquel impulso le valió para fichar por el Mirandés tras brillar en el Palencia Cristo, en un ciclo que coincidió con una época dorada para el club. Dos años de 'play-off' con Lolo Infante y Jonathan Prado. Pero el fútbol, como tantas veces, se encargó de enseñar la otra cara de la moneda, impagos en Lorca, incertidumbre y una vuelta a casa, donde todo volvió a tener sentido.

«El primer año de Tercera tras la covid-19 logramos el ascenso y los dos siguientes en Segunda B fueron los más bonitos de mi carrera», relata el portero. Aquella etapa, con Rubén Gala al frente, le permitió disputar dos rondas de Copa del Rey y un nuevo 'play-off' de ascenso.

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«Teníamos un gran equipo. A Rubén le tengo mucho cariño. El siguiente año con Chuchi fue duro. No se logró el objetivo, pero creo que fue muy injusto ese descenso», asegura.

Después, dos campañas más en Tercera, en busca de un nuevo ascenso que no llegó, pero en las que su implicación nunca bajó un grado. Aunque el equipo no alcanzó la meta, Guille se convirtió en voz autorizada, en ejemplo para los jóvenes y en figura reconocida dentro y fuera del vestuario. «Te enorgullece ver que se reconoce todo ese trabajo que realizas. El sacrificio y la humildad cuentan también mucho. Eso va dentro de cada persona, hace hincapié Guille.

Porvenir

«En estas categorías no puedes vivir del fútbol y llega un día en que tienes que pensar en tu futuro»

En paralelo a su evolución como futbolista, ha sido testigo de la transformación del club. «Cuando llegué, el Palencia Cristo era un club muy humilde. Poco a poco ha crecido muchísimo, siempre haciendo las cosas bien. La familia Nieto ha tenido una gestión impecable, un equipo que paga al día y no tiene deudas con nadie», alaba. Esa estabilidad, tan difícil de ver en el fútbol modesto, ha sido para Guille motivo de admiración constante. «Ojalá pronto podamos volver a disfrutar de un 'play-off' en La Balastera y de otro ascenso», añade el guardameta.

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Sin embargo, el presente abre ahora una etapa de reflexión. No hay una decisión tomada respecto a su futuro inmediato. «Voy a centrarme un poco en la vida, pensar en qué quiero y qué no quiero hacer. Irme a jugar a un Tercera a lo mejor no me compensa. Los sueldos que hay no te permiten justificar el esfuerzo. Acabas tu carrera, miras la cuenta del banco y ves que has vivido del fútbol, pero sin conseguir nada», reconoce.

Más allá de la portería, Guille no descarta seguir vinculado al fútbol, aunque tiene claro por dónde no pasa su futuro. «Como entrenador no me veo. Me vería más como entrenador de porteros para formar a niños. Es menos comprometido que dirigir un equipo y te permite enseñar lo que sabes. Me atrae más estar en las categorías inferiores», subraya.

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Etapa de reflexión

«Acabas tu carrera, miras la cuenta del banco y has vivido del fútbol, pero sin conseguir nada»

La experiencia acumulada durante una década de fútbol entre Tercera y Segunda B le permiten mirar atrás con perspectiva. Si pudiera hablar con aquel Guille que debutó con el Cristo con apenas 19 años, le diría que «hubiese sido más calmado en algunas situaciones», aunque no se arrepiente de nada. «Creo que los pasos que fui dando fueron los correctos. El fútbol es caprichoso: hay veces que no cuadras en los planes de otros equipos y no salen cosas que podrían haberse dado, pero no me arrepiento», apostilla Guille.

A los chavales que sueñan con ocupar algún día la portería del equipo que él defendió durante tantos años les lanza un mensaje claro. «A estos niveles se llega, si no es por suerte, a base de mucho trabajo. La vida del portero es dura, porque en cada equipo solo suele haber dos y te toca estar en el verde o estar sentado. Y en ambos sitios se aprende», sostiene el portero palentino, que destaca su frustración con la falta de respaldo social que ha tenido el Palencia Cristo a pesar de sus logros deportivos y de su solvencia institucional durante las últimas temporadas.

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«Mucha gente sigue anclada en lo que pasó con el antiguo Palencia y poco se ha valorado la excelente gestión de David Nieto y ahora de José David. No sé por qué no termina de enganchar. Hemos estado en Segunda B y la gente sigue reacia. Invito a que este año la gente se anime a ver al Cristo. Está haciendo un gran equipo y ojalá este año consigan el objetivo que en las dos últimas temporadas no hemos logrado», asegura.

Se despide un jugador que ha sido más que un número, más que un portero. Guille ha sido escudo, voz, referente y memoria viva del Palencia Cristo. Y aunque el destino le lleve a otros retos, su nombre seguirá resonando en las gradas de La Balastera.

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