Carlos Sobera | Actor y presentador de televisión
«Aunque tenga ya una edad, sigo absorbiendo y creciendo como actor»El popular presentador de televisión regresa a los escenarios palentinos con la comedia 'Inmaduros', una obra que aborda los tipos de masculinidad y las relaciones sociales
«'Inmaduros' es una obra muy transversal y se la recomiendo a todo tipo de público. A los más adultos, porque seguro que se reconocen ... en muchas de las situaciones que se reflejan en la función; y a los más jóvenes, porque les puede servir –como ver 'First dates', más o menos– para saber en qué mundo vivimos, cuáles son las reglas del juego y no meter la pata», comenta Carlos Sobera (Baracaldo, Vizcaya, 1960), uno de los rostros televisivos más populares de nuestro país y uno de los actores de este montaje, dirigido por Juan Luis Iborra, que se escenificará este jueves en sesión doble (18:00 y 21:00 horas) en el Teatro Ortega de Palencia.
–Este año estará presente, por tercera vez, en la cartelera del Teatro Ortega en el marco de las fiestas de San Antolín de Palencia. ¿Qué sensaciones guarda del público palentino, de la ciudad y de sus fiestas, si es que ha podido disfrutar de ellas?
–Tengo muy buen recuerdo del público palentino, es genial, entregado y siempre dispuesto a pasárselo bien. La ciudad es fantástica, un lugar ideal para vivir y las fiestas no he podido disfrutarlas nunca porque siempre vamos a trabajar y eso significa que respiramos un poco el ambiente durante el día, pero nada más.
–¿Es conocedor de las tierras palentinas?
–No, lamentablemente no soy un buen conocedor de las tierras palentinas, pero estoy deseando conocer cuáles son los lugares más emblemáticos para poder visitarlos en compañía de mis amigos.
«El contacto con el público, el trabajo en vivo, sin red, es lo que dispara mi adrenalina»
–¿Comparte alguno de los rasgos del publicista Alfi, el papel que interpreta en la obra 'Inmaduros'?
–No, no, no, en absoluto. Es un machirulo y yo no soy un machirulo... o al menos, creo que no lo soy. Justamente por eso es tan divertido interpretar este personaje: me permite jugar con una forma de ser que en la vida real no me gustaría tener, y eso me da la oportunidad de reírme un poco de él… y de mí mismo también.
–Curiosamente, en este texto se mete en la piel de un personaje que podía haber salido del alumnado al que impartió clases durante diez años en la carrera de Publicidad de la Universidad del País Vasco. En algún momento de su trayectoria, ¿ha echado de menos la docencia?
–No, no he echado de menos la docencia. Lo que sí he echado de menos son los alumnos de la universidad. Como el público en el teatro, ellos son la parte más auténtica, más viva, y claro que se les echa de menos. Pero dar clases como tal, la verdad, no…; eso no lo he echado de menos
–La comedia 'Inmaduros' habla de la masculinidad, de las formas de relacionarnos, de la amistad… ¿A qué público se la recomendaría?
–Pues fíjate que creo que es una obra muy transversal y se la recomiendo a todo tipo de público. A los más adultos, porque seguro que se reconocen en muchas de las situaciones que se reflejan en la función; y a los más jóvenes, porque les puede servir –como ver 'First dates', más o menos– para entender cómo son hoy en día las relaciones, cuál es el papel del hombre, de la mujer, del género, de las tendencias… En definitiva, para saber en qué mundo vivimos, cuáles son las reglas del juego y no meter la pata.
«De la tele detesto la falsedad, la mentira y la impostura, igual que en la vida»
–Si la hemeroteca no falla, se subió, por primera vez al escenario del Teatro Ortega durante los sanantolines de 2016 con 'El ministro' y, cinco años más tarde, presentó 'Asesinos todos'. Desde esa primera representación hasta ahora, ¿en qué ha mejorado como actor?
–Hombre, uno siempre va mejorando cuando hace teatro. En este oficio se aprende con el tiempo, y yo ya llevo unos cuantos años, ¿no? 'El ministro' fue una comedia; 'Asesinos todos', un melodrama que me permitió trabajar con grandes directores, con compañeros maravillosos… y aprender, claro. Porque uno, aunque tenga ya una edad, sigue siendo como una esponja. Yo sigo absorbiendo, sigo creciendo, así que 'Inmaduros' llega en un momento en el que creo que puedo dar lo mejor de mí… y el público lo va a disfrutar.
–De hecho, usted se subió a las tablas antes de pisar los platos, ya que en 1980 fundó el grupo teatral 'La Espuela', que se mantuvo en activo durante seis años. A toro pasado, ¿piensa que debería haberse dedicado más al mundo escénico?
–Estoy contento, la verdad. Empecé con 18 años en el grupo 'La Espuela', y acabi de cumplir 65… Llevo ya mucho tiempo haciendo teatro. Es cierto que durante años no pude dedicarme de lleno al mundo escénico, pero siempre he intentado mantenerme cerca. Me he entregado en cuerpo y alma, a pesar de trabajar mucho en televisión. Soy de los pocos que han intentado compatibilizar ambos mundos, dejando siempre un hueco para el teatro, porque lo necesito. Ese contacto directo con el público, el trabajo en vivo, sin red, es lo que dispara la adrenalina…, pero también lo que realmente te hace es crecer como actor.
–¿A qué viaje le ha transportado el teatro que no le haya embarcado la tele?
–La verdad es que el teatro y la televisión tienen mucho en común, las dos te llevan a un encuentro maravilloso con el público en lugares irrepetibles y momentos irrepetibles quizás en ese sentido todavía más el teatro, pero la televisión en directo tiene mucho de teatral también.
–A lo largo de sus treinta años en la pequeña pantalla y, después de haberse convertido en uno de los rostros patrios más populares, ¿qué le fascina y qué detesta del medio?
–Me fascina la inmediatez, el caos, la capacidad de seducción colectiva y la improvisación que exige la televisión en cada momento. Lo único que detesto del medio, igual que en la vida, es la falsedad, la mentira, la impostura. Pero eso, como en la vida misma, es algo inevitable muchas veces.
–De sus éxitos televisivos, ¿cuál es su 'niña bonita'?
–Tengo muchas 'niñas bonitas': 'First dates', 'Date el Bote', 'Atrapa un millón', '¿Quién quiere ser millonario?'... y todavía quedan otras cuarenta mil más, aunque yo me quedaría con estas cuatro. Podría elegir más porque me encantan las familias numerosas, pero, por ahora, me quedo con éstas.
–El 11 de agosto cumplió 65 años. ¿está barajando la posibilidad de jubilarse?
–Sí, tengo 65, pero, primero, no me permitirían jubilarme porque, como mínimo, tienes que tener 67. Y, segundo, si me jubilo… ¿de qué viviría la Agencia Tributaria de este país? (risas). Soy actor, y esto lo llevamos en la sangre hasta el último día de nuestra vida. Cuando llegue el momento en que tenga impedimentos físicos o mentales, tendré que dejarlo, pero, mientras tanto, pienso seguir adelante sin importar la edad que tenga.
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