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Fue un preludio de lo que pasaría días después en todo el mundo. El 6 de marzo de 2020, el primer viernes de marzo de ... aquel fatídico año, la Cofradía de Jesús de Medinaceli tomó una decisión que en auel momento pocos entendieron. Celebraron la veneración de su imagen titular, como todo los años, pero recogieron los cordones de la túnica, rompiendo de esta forma la tradición del beso. Fue una decisión comprometida, valiente, en un momento en el que aún no se había declarado la pandemia mundial, y que no estuvo exenta de críticas. Una semana después, se iniciaba el confinamiento y la decisión de los cofrades de Medinaceli quedó diluida entre las cientos de medidas de prevención que comenzaron a adoptarse en todos los órdenes de la vida.
Desde entonces, aunque la adoración popular de Jesús de Medinaceli ha continuado todos los años en la iglesia de San Miguel, no había vuelto a besarse el cordón de la túnica por motivos de higiene, para prevenir posibles contagios. Sin embargo, cinco años después, esta cofradía palentina ha dado ya el paso de recuperar la normalidad y volver a organizar la veneración de su imagen, como se venía haciendo de forma tradicional, con el beso de los fieles al cordón de la túnica.
Este viernes, primero de marzo, los palentinos han podido besar de nuevo el cordón de Medinaceli, en un acto de devoción que simboliza, de algún modo, el inicio de las actividades penitenciales de la Semana Santa. «Había que recobrar la normalidad. Han sido cinco años y hemos creído que debíamos volver a cumplir con la tradición de besar el cordón, aunque ya nada puede ser como antes. Ahora el cordón se ha colocado totalmente desinfectado y se limpia y se guardará de nuevo hasta el próximo año, completamente higiénico. Teníamos que hacerlo, porque ya en los últimos años cada vez eran más los fieles que nos preguntaban por el cordón y nos pedían volver a besarlo», explicaba el hermano mayor, Luis Casalduero.
«Está pasando mucha gente y muchos no dudan en besarlo, pero también hay personas que simplemente se acercan a la imagen y rezan, sin tocar el cordón. Se vé que las medidas de prevención siguen presentes para muchas personas», explicaba uno de los cofrades, quien resaltaba el gran número de fieles que han ido acercándose durante toda la jornada a la iglesia de San Miguel. «Es un día muy especial, viene mucha gente. Por ejemplo, ha venido la familia del pobre David García de la Loma, el árbitro que perdió el brazo y que acaba de morir, y nos han traído algunos de los ramos que llevaron para su funeral, porque querían que estuvieran aquí con Jesús de Medinaceli», explicaba el cofrade.
Por su parte, la Vera Cruz también ha organizado para este viernes, 7 de marzo, un Vía Crucis de Cuaresma en la iglesia de San Pablo.
Pero además, las cofradías palentinas tienen también este fin de semana otro acto que sirve como preludio de la Semana Santa. Se trata de la celebración de un Vía Crucis penitencial, que todos los años se programa como preparación espiritural de los cofrades para la llegada del tiempo de Pasión.
Así, este sábado, la Catedral acogerá a las ocho de la tarde el Vía Crucis de Anuncio del Camino Cuaresmal, en el que los cofrades portarán la imagen de Cristo a hombros por el interior del templo. Este acto estará precedido por una actividad que inició el nuevo obispo de Palencia, Mikel Garciandía, el pasado año, consistente en un encuentro de preparación espiritual con los integrantes de las cofradías.
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