«Escribo por divertimento y por terapia, es como una automedicina»

–¿Cómo surge 'Imperfecto'?

–Yo llevaba escribiendo desde que tengo uso de razón. Escribo como automedicina. Suelo escribir de cosas que me pasan a mí, que pasan a los demás, a modo de soltarlo también. Y sin embargo 'Imperfecto' nace de una idea súper concreta de un sueño. Nace de una tarde de diciembre de 2016,duermo la siesta y sueño como si fuera una película, lo que luego se convertiría en el capítulo dos, que es en el que aparece el niño de la portada, y el último capítulo del libro. Me arranco a escribir y entonces se convierte mitad en terapia, mitad en entretenimiento y divertimento. Es muy chulo inventarse la vida de alguien. Entonces yo siempre cuento que entré en un bucle. que era vivir, imaginar, escribir. Vivir, imaginar, escribir. Y por eso, el libro está tan lleno de historias reales mezcladas con algún lecho de ficción para que todo me vaya encajando.

–¿Es una obra con la que sentirse fácilmente identificado?

–A mí me gusta mucho porque es un libro con el que es muy fácil sentirse identificada. Da igual que seas una chica de quine años, una tía de cuarenta o un señor de cincuenta. Algo que me está sorprendiendo mucho del 'feedback' que estoy recibiendo es que los lectores lo están viviendo como si fuera una serie, lo comentan con sus amigos, les gusta un personaje, aborrecen a otro o no esperan lo que va a pasar. Yo siempre pongo la metáfora. El libro es como si yo te pongo hacia una cámara y te seguimos. Pues en este caso es desde octubre de 2016 hasta mayo de 2017.

–¿Cada personaje tiene un matiz diferente?

–Hay personajes, aunque Lola sea como la principal, al final te cuentan bien la historia. Es un universo con el que es fácil empatizar con alguna de las situaciones. Porque es que si yo te cuento... Chica que se va a Madrid a estudiar y está sola, fácil empatizar, mejor amigo que se enamora de su amiga en secreto, relaciones que empiezan, cuernos, dudas, amores platónicos. Es la vida. ¿Quién va a empatizar más con la trama? Bueno, pues probablemente jóvenes, adolescentes de veinte años.

–Comentaba que es un libro para leer dos veces...

–Mi forma de escribir está hecha para hacer pensar. Entretiene, te cuenta una historia, pero está hecha para hacer pensar. Está hecha para que tú, cada vez que la leas, sea un texto nuevo. A mí me encanta poner siempre la dedicatoria de las chicas que son las más pequeñas, de 16 o 17 años les digo, te voy a pedir un favor, léete el libro ahora, pero vuelve a leértelo cuando tengas 35. Cuando hayas vivido, cuando tengas más comprensión, cuando ya tengas más experiencia, es otro libro completamente distinto. Es un libro que tú haces tuyo. Tienes una trama, pero luego tienes tantos textos, tantas frases, que ponen palabras a algo que necesitas, a una lección, a un sentimiento. Es muy fácil empatizar.

–¿Y qué tiene Lola de Inma?

–Yo siempre digo que yo no me parezco a Lola, porque yo soy como muy echada para adelante, pero hay veces en las que la cogería de los hombros y le diría 'espabila, por favor'. Yo pienso en la Inma de 20 años y me parezco más a Lola de lo que creo. Sí tengo ese punto, hay un proceso muy chulo que vive Lola durante el libro, que a mí me pasó también, que es descubrir el poder de las palabras. Descubrir lo que eres capaz de escribir, lo que eres capaz de transmitir, y cómo eres... La capacidad de poner palabras a los sentimientos, que es una cosa dificilísima. Y descubrir eso es como en las pelis de los superhéroes, cuando descubres el poder y de repente tienes que aprender a controlarlo. Hoy hablaba con un escritor y me decía que cada personaje tiene algo de ti siempre, aunque tú no lo sepas.

–¿Qué ha sido lo más difícil de escribir 'Imperfecto'?

–Sin duda, respetar la personalidad de cada personaje, su forma de hablar y su forma de escribir. Eso es complicadísimo, que llegue un problema, que pase algo y que tienes que decir 'no es lo que yo haría, es lo que ella haría'. Lo más difícil ha sido respetar cada personaje. En el narrador es donde se me ve a mí.

–Y más allá del proceso creativo, una vez acabado, ¿cómo ha conseguido publicarlo?

–El problema de eso es que alguien te dé una oportunidad. Y es duro porque además me hicieron muchas ilusiones y en el último momento, me dijeron que no. Entonces yo empecé a hablar con editoriales y nadie te escucha. Porque no eres nadie. Es muy difícil. Para mí, era algo que merecía mucho la pena. Creo que, de verdad, y lo estoy comprobando, es un libro que te puede cambiar la vida en el sentido de que te puede hacer abrir los ojos. Para mí esto ha sido volver a la vida. Yo misma lo he corregido, contraté a una editora profesional y lo he publicado.

–¿Cuándo lo ve ahora en la estantería que piensa?

–Orgullo y frustración. Las dos cosas. Orgullo porque lo he logrado. Frustración porque no me dejan llegar todo lo alto que creo que podría llegar. Este libro está hecho para ser una serie. Para mí, ya ha merecido la pena. O sea, yo cuando miro en la estantería y lo veo ahí, me pone la piel de gallina. Y digo, si es que yo quería esto. Cuando me dicen, ¿tú qué querías? ¿Escribirlo para ti o para el lector? y respondo, pues las dos cosas.