Defensa vaccea contra máquinas de guerra

En torno a los siglos III o II a. C. se remontan los restos de la muralla exterior de 'La Ciudad' vaccea o también llamada 'Intercatia', ubicada en la localidad palentina de Paredes de Nava, tras la conquista romana. Aunque no se tiene la total certeza de ello, los expertos se agarran a una serie de documentos epigráficos o teseras de hospitalidad encontrados en la zona que identificaban a la ciudad como la 'Intercatia', al ser citada por los autores clásicos durante la conquista.

Mucho ha pasado y, desde 2015, las excavaciones han ido estudiando diversas partes de la misma hasta llegar a la muralla exterior que, tras ser cortada, se ha descubierto la gran anchura de la misma, con más de diez metros, y una altura de otros tres metros más. Uno de los directores de la excavación, Javier Abarquero, explica en declaraciones a la Agencia Ical que «es una muralla particular, al mostrar un sistema constructivo muy curioso, de la mano de diversas lechadas de tierra compactada».

Las capas se componían, en primer lugar, de cenizas y de arcillas plásticas, para seguir con más cenizas y otras arcillas, con el objetivo de «elevar el terreno y construir una plataforma escalonada muy consistente en talud». A mayores, delante de ella se localizaba otro muro de refuerzo, más pequeño, pero que «conseguía que el enemigo no pudiera acercarse con facilidad».

Abarquero detalla que, en aquella época, los romanos poseían tácticas y máquinas de guerra para los asedios, las cuales adherían a la muralla para subir y poder atacar. Con este tipo de construcción, «se impedía que las torres de asalto se pudieran acercar, así como inutilizar los proyectiles de balística, dado que no conseguían hacer ningún daño a una estructura de tierra».

De esta forma, durante esta temporada trastocada por la covid-19, el equipo está documentando un sistema constructivo de murallas «muy peculiar», que estaba adaptado a las posibilidades de cada lugar. Al encontrarse en Tierra de Campos, con la escasez de piedra, se aprovechó el barro y la tierra, con la que «experimentaron hasta lograr un sistema óptimo para compactar y dar lugar a un muro consistente y efectivo», apunta el experto.

«Las murallas no solo eran elementos defensivos, sino que servían como identificación de la propia ciudad, al enorgullecerse del trabajo conjunto que les diferencia del resto de ciudades». Es decir, se convertían en un elemento «simbólico, ideológico y representativo del pueblo de los vacceos», apostilla Abarquero.

Actualmente, la localidad palentina de Paredes de Nava acoge la exposición 'Investigaciones arqueológicas palentinas', conformada por un total de 16 paneles en los que se abordan los inicios de la arqueología como práctica científica, una breve historia de la arqueología palentina y, de forma individualizada, los doce proyectos de investigación desarrollados en 2018 y 2019.

La actividad, promovida por la Consejería de Cultura y Turismo, tiene como objetivo dar a conocer y poner al alcance de todos los ciudadanos los últimos avances en la investigación arqueológica desarrollada en la provincia de Palencia en los dos últimos años.

Esta muestra itinerante, que se podrá visitar hasta el 4 de septiembre, ha estado ubicada ya en Cervera de Pisuerga y se trasladará posteriormente a la Biblioteca Municipal de Aguilar de Campoo, donde se podrá ver del 8 de septiembre al 4 de octubre, además de llegar al Museo de Palencia de la capital, del 5 al 30 de octubre.

En colaboración con la Diputación Provincial de Palencia se viene trabajando en la conservación y difusión del legado arqueológico palentino, habiéndose financiado una docena de excavaciones por ambas entidades en los dos últimos años. Tal es así que, la Consejería ha invertido más de 90.000 euros y la Diputación otros 70.000 euros.