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Sergio García Zamora, en diciembre de 2019 en la Diputación, al recoger el premio de poesía. A. Quintero

Palencia

De Cuba a Paredes de Nava por la poesía

Sergio García Zamora, ganador del Premio Internacional Jorge Manrique, se ha mudado al municipio palentino, donde ha creado dos talleres literarios para mayores y pequeños

Jueves, 13 de abril 2023, 00:50

La primera vez que estuvo en Paredes de Nava las calles estaban prácticamente desiertas. «Hacía mucho frío y casi no se veía a nadie, recuerdo que era como si me hubieran transportado en el tiempo», rememora Sergio García Zamora. Después, entraron en el salón del Ayuntamiento y estaba lleno de personas. «Fue como una fiesta de cumpleaños sorpresa, pasé de no ver a nadie a sorprenderme rodeado de gente», relata con nostalgia. La primera vez que este poeta cubano pisó España fue en 2019, para viajar desde Madrid hasta Palencia y recoger el Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique por su obra 'Los uniformes', un galardón que convoca la Diputación en colaboración con el Ayuntamiento de Paredes.

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Tres años más tarde, en octubre de 2022, volvió a la capital de España, pero esta vez con las maletas de una vida, sin sus preciados libros pero con su esposa y sus dos hijas pequeñas para comenzar desde cero en Madrid. Y contactó de nuevo con Luis Calderón, alcalde de Paredes, para organizar algún taller literario en la localidad palentina, algo que iban a hacer en 2020, al año siguiente de hacerse con tal preciado galardón, pero la pandemia lo desbarató todo.

«Pasé de ir a hablar de literatura a ser un vecino más», admite el poeta cubano

Lo que iba a ser un taller en Paredes de Nava se convirtió en una mudanza el día de Reyes. «Pasé de ir a hablar de literatura a ser un vecino más», admite. Con una furgoneta llevaron las pocas cosas que tenían, «porque una amiga había regalado unas bicicletas a mis hijas y un poeta no puede vivir sin libros», reconoce Sergio García Zamora, que añora su biblioteca pero, por encima de todo, a su familia. «Lo que más extraño es a los míos, a mi familia», reconoce.

Sus hijas de 7 y 8 años estudian en el colegio de la localidad. «Están aquí muy contentas y además pueden ir solas cada día a clase», subraya el poeta. Antes vivían en Santa Clara, una ciudad cubana, más urbana, con más tráfico y con una avenida doble para llegar a la escuela. «Los males de Cuba no son que no puedan ir solas al colegio, sino otros. Irnos es la mejor decisión que podía haber tomado», reconoce Sergio García Zamora.

Sergio García Zamora, en un taller literario en la biblioteca de Paredes. Clemente Hurtado

Para él, Paredes de Nava no es la llamada España Vaciada. «Yo no siento que lo sea. Es verdad que antes tenía más población, pero no ha caído en el abismo de la España Vaciada. Siento que es un pueblo activo, muy vivo, que te acoge, muy cosmopolita, como si estuviéramos en Madrid porque hay colombianos, mexicanos, venezolanos, ucranianos...», relata con orgullo.

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«La comida aquí es maravillosa, la literatura, los libros, las librerías o los poetas. Y, sobre todo, la gente. Tengo ya muchos amigos de todos los grupos etarios, que me han ayudado y me han dado la mano», afirma.

Aunque solo lleve tres meses en Paredes, ya ha tenido tiempo para crear una especie de taller literario que se llama 'La Copla', con el objetivo de rescatar el hábito de lectura pero por la línea de la poesía. Dos grupos tiene ya formados, que se juntan dos veces al mes, uno de niños y otro de adultos. De momento se reúnen en el 'coworking', que es un espacio de trabajo. Posteriormente, cuando concluyan las obras del centro de artes escénicas, podrán desarrollar ahí, en el rehabilitado convento franciscano del siglo XV, sus citas con la literatura «porque necesitamos buenos lectores».

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En esas reuniones literarias leen, entre otros, al poeta paredeño Jorge Manrique. «Para mí ya es algo casi enfermizo porque cada vez que doy un taller, le pongo de ejemplo», admite. También colabora con la Diputación de Palencia con clubes de lectura de bibliotecas de la provincia, como Aguilar, Dueñas, Herrera, Venta de Baños o el mismo Paredes de Nava.

Festivales literarios

«La literatura me ha llevado a todos los sitios. El cambio de Cuba a España y a Paredes es para bien, me ha ido muy bien participando en distintos festivales de poesía, en Bilbao, en el de Cádiz, presentando el premio Loewe. No he tenido que renunciar a mi vida de autor ni a ser el poeta. El sueño del cubano es Miami, pero mi sueño era hacer una obra meritoria y si eso me da para vivir humildemente perfecto, estoy haciendo lo que amo y no renuncio a mi vocación», reconoce.

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Desde pequeño ha escrito poesía. Cuando estaba aún en Primaria, la profesora María Elena siempre dejaba la lectura de su relato para el final, para cerrar la clase. «Lo recuerdo con mucho cariño», rememora. El primer premio que ganó lo logró cuando aún era niño, en la escuela Camilo Cienfuegos, y ahí le entró el gusanillo. Desde entonces, no ha dejado de escribir y de cosechar éxitos, más de una veintena de galardones, entre los que destacan el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío y el Jorge Manrique.

Del premio de la Diputación rescata su poema favorito titulado 'La corbata', que comienza con los versos: 'Ante el espejo ceñirse la corbata/Una corbata anula la ingravidez de las ensoñaciones'. Ahora, desde Paredes de Nava, podrá seguir creando poemas y sensaciones a través de la literatura y de la vida.

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