El antiguo obispo de Palencia, Nicolás Castellanos, charla con el actual, Manuel Herrero. Manuel Brágimo
Palencia

«Conseguimos salvar a 5.000 niños desnutridos»

Los misioneros palentinos ayudan en labores de educación, sanidad y formación de la mujer

Lucía Toribio

Viernes, 28 de julio 2023, 07:09

El obispo emérito de Palencia Nicolás Castellanos no podía faltar este jueves en la cita de los misioneros. Lleva 31 años lejos de su tierra, ... ayudando en Bolivia, en concreto realiza sus labores de pastor en Santa Cruz de la Sierra, lugar donde se fue después de haber sido obispo de Palencia de 1978 a 1991. «El hecho de ser obispo no debe ser un impedimento para que un sacerdote se convierta en misionero», aseguró Castellanos.

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Evangelizar en la educación desde la promoción integral de todos los hombres y mujeres es su tarea fundamental. «Hemos construido cien escuelas, de hecho, la única facultad de teatro que existe, pertenece a Hombres Nuevos, un proyecto de la Diócesis de la provincia palentina», explicó el obispo emérito. También, añadió que «formamos a 5.000 profesionales gracias a unas becas universitarias».

Ahora, en Bolivia, son quince los religiosos palentinos que colaboran con las labores de transmitir la palabra de Dios mediante la fe y la voluntad. «Antes, éramos muchos más, pero el número se ha ido reduciendo. Aun así, son una gran cantidad de personas las que nos ayudan. Por ejemplo, para el proyecto de la facultad de teatro participan 5.000 voluntarios de todo el mundo», recordó Castellanos.

Asimismo, señaló que «gracias a la labor de Pepe Castrillo, recientemente fallecido, pudimos crear un centro para ayudar a los niños desnutridos, así pues, conseguimos salvar 5.000 vidas». Por tanto, la sanidad y la educación son dos de los pilares fundamentales de la labor de misionero del antiguo obispo de Palencia.

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José de Jesús: «He ayudado en el área sanitaria, transportando a personas enfermas o fallecidas»

Otros religiosos empezaron su labor en su país natal, y después se trasladaron a la provincia de Palencia. José de Jesús, de origen mexicano, es uno de esos voluntarios que comenzó en su tierra. Después, estuvo colaborando en Mozambique y en Italia, para llegar finalmente a la capital palentina. «Ayudar en el área sanitaria, transportando a personas enfermas o fallecidas han sido algunas de mis tareas principales durante estos años», añadió.

Consuelo Cuadrado: «Dejar a mi madre atrás fue el paso más duro»

Consuelo Cuadrado lleva 56 años en Malí, donde coopera con la parroquia, el centro de salud y el de formación de la mujer. «Ayudo a las chicas con charlas de cultura y tareas de confección y costura, entre otras labores», aseveró Cuadrado. «Dejar a mi madre atrás fue el paso más duro, pero tuve la suerte de que me acogieron con mucho cariño. Malí es mi hogar», afirmó la misionera palentina.

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