Un policía local acompaña al conductor ebrio hacia un coche patrulla..

«Me colé por la ventanilla y le quité la llave en marcha porque era un peligro»

El hombre que detuvo al conductor ebrio que chocó contra varios coches en Palencia relata el suceso en primera persona

Marco Alonso

Palencia

Viernes, 10 de julio 2020, 08:16

La noche del miércoles empezaba con tranquilidad para Miguel González, que disfrutaba de una consumición en la terraza de un bar de la calle Diego Laínez de Palencia junto a unos amigos, pero todo se torció cuando el reloj estaba a punto de marcar las 22:30 horas. Un hombre en estado de embriaguez salió del establecimiento y decidió subirse a su vehículo, que lo tenía aparcado cerca del local. «Cuando salió del bar no le vimos mal, pero cuando se subió al coche dio un golpe al coche marcha atrás, entonces le dijimos que tuviera cuidado», explica Miguel, que pronto se dio cuenta de que el problema no venía por una falta de cuidado. «Le dije que aparcara el coche y que llamara a un taxi porque no podía seguir conduciendo en esas circunstancias», añade.

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El conductor, de 66 años, hizo caso omiso de las recomendaciones de Miguel, al que no conocía. «Tiró más adelante y dio a otro coche, así que me levanté de la terraza y me fui a por él. Le dije que bajase la ventanilla, la bajó, metí el cuerpo en el coche y le quité las llaves», explica este hombre de 42 años, cuya actuación permitió sacar de la carretera a un hombre que no se encontraba en condiciones para conducir un vehículo.

Ese acto permitió que solo fueran dos los coches dañados por el acto irresponsable de este conductor, aunque Miguel asegura que pudieron ser más. «Golpeó a dos vehículos y al tercero le libré yo porque di un pequeño volantazo mientras estaba metido dentro para quitar la llave. Estuvo a punto de dar a dos contenedores y a otro coche más», afirma este vecino, que se congratula de que los daños no fueran muy importantes en los vehículos y de que nadie saliese herido. «Uno de los coches tuvo un rozón en el lateral junto a la rueda, pero el otro se llevó un golpe importante en la parte de atrás. Las dos ruedas delanteras se subieron encima de la acera del impacto», añade.

La intervención de este repartidor de bebidas y alimentos sirvió también para retener al causante de los destrozos hasta que llegó la Policía Local. Los agentes realizaron la prueba de alcoholemia al conductor, que arrojó un primer resultado de 0,65 mg/l, aunque la tasa de alcohol en sangre aumentó en la segunda prueba hasta los 0,77 mg/l. La Policía Local se encargó después de avisar a los propietarios de los coches dañados y se retiró posteriormente el vehículo causante de los destrozos a dependencias municipales.

Miguel González comenta que los agentes le agradecieron su actuación, de la que se siente orgulloso, aunque reconoce que todo lo acontecido le produjo un gran desasosiego. «Me puse bastante nervioso porque no sabía cómo iba a reaccionar la otra persona. No sabía si cuando metí el cuerpo en el coche iba a dar un acelerón y me podía desplazar varios metros», explica Miguel , que manifiesta que no todo el mundo reaccionaría con su arrojo en una circunstancia como esta. «La mejor forma de actuar ante un caso como este es anular a la persona que está al volante porque puede causar una desgracia. Yo soy un ciudadano normal, aunque es cierto que si le pilla a otra persona a lo mejor no hubiera actuado. Me sorprendió mucho que algunos de los que vieron lo que pasó me pidieron que quitase el coche del medio para poder salir ellos. Les dije que yo no podía moverlo, que esperaran a la Policía», concluye.

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