Carlos Iglesias actor y director: «Estamos a años luz de Francia en cuanto a cultura se refiere»

Carlos Iglesias es un actor, director de cine y guionista, muy conocido por su papel de Benito en 'Manos a la obra', donde padeció mucho 'de lo suyo' y por ser el director de la película 'Un franco, 14 pesetas'. En esta ocasión, acude a Guardo acompañado de su mujer, Eloísa Vargas, con quien ha trabajado en su última película 'La suite nupcial' y que presentaron en la villa norteña.

–Por lo que le han contado del proyecto de AMGu, ¿cuál es su opinión sobre esta agrupación?

–El proyecto lo conozco, hasta el momento, solo por lo que me han ido contando. No me he metido en profundidad aún en él. La sensación que tengo, por el momento, es muy buena: gente muy agradable, muy cariñosa en todos los sentidos.

–¿Con qué momentos se quedaría de su vida profesional?

–Con todos los momentos, porque son todos esos momentos los que me llevan hasta aquí. Hay una parte de televisión, que todos conocéis –soy el que introdujo el gotelé en este país– y después hice 'Un franco, 14 pesetas'.

–Hay actores y actrices a los que les molesta que, con una amplia trayectoria como la suya, se les recuerde por un papel. Veo que no le molesta que le recuerden por su papel de 'Benito Lopera'.

–No, en absoluto. Creo que a Benito, Pepelu y a todos los personajes que hice en televisión les puedo agradecer tener los riñones cubiertos para poder hacer cine. Muchos compañeros lo han intentado y no han podido porque no tenían unos mínimos aceptables.

–La película 'Abuelos', precisamente presentada en Guardo con anterioridad, habla de la 'mayoría de edad' desde una perspectiva muy diferente. ¿Qué le diría a esos abuelos?

–Estamos hablando de una comedia, que tiene que terminar con un final feliz. Ellos consiguen tener ese final feliz en ese momento de las vidas de los personajes. No obstante, la realidad siempre es bastante más cruel que la ficción, sobre todo cuando la ficción es comedia. Les diría que sigan luchando, pero que no se dejen la vida en ello, porque puede haber muchas ilusiones.

–Con respecto a 'La suite nupcial', ¿qué aceptación está teniendo?

–A esos mismos que antes tenían que luchar, esta película les habla de cómo engañar a su mujer y creo que está muy bien saberlo y les dice a qué hoteles hay que ir y demás, cosas muy positivas, porque no solo de pan vive el hombre (ríe). Y ahora, hablando más en serio, habla de la crisis de la edad y de las crisis de pareja cuando ya se lleva mucho tiempo juntos y se deja de tener interés en gustar al otro.

–Comenta en muchas ocasiones que la cultura está en un estado crítico...

–El país deja mucho que desear, sobre todo si lo comparas con nuestros vecinos del norte, como el más inmediato, Francia. Estamos a años luz de lo que ellos sienten.

–Tras esta presentación, ¿cuál es la opinión que se lleva de Guardo?

–Ha sido una experiencia muy bonita porque no es normal que en una población tan pequeña haya un interés por la cultura tan grande. La gente estaba absolutamente entregada, la acogida ha sido estupenda y todo el público se ha quedado al coloquio. No se puede pedir más de un público, ha sido maravilloso.