Brañosera, pionera, atrapa al visitante
Senderos, pozos con cascadas cristalinas y chozos en frondosos y frescos bosques a más de 1200 metros de altura
nuria estalayo
Viernes, 29 de julio 2022, 08:03
Restaurantes, casas rurales, senderos, pozos mineros, pozos con cascadas cristalinas, robles, caballos, chozos, románico y otros primorosos atractivos reciben a los visitantes en este municipio pionero. El primero en contar con ayuntamiento, el primero en albergar un cine en la provincia palentina, el primero en Palencia en explotar el carbón, y el primero (y único) en disponer de un canal subterráneo en la historia de la minería española. Por eso Brañosera, que tiene mucho que mostrar y mucho que contar, nunca defrauda a los viajeros.
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El municipio está situado a más de 1.220 metros de altitud. Es el más alto de la provincia, tras Triollo, con un aire sanador y un paisaje espectacular que es capaz de curar los estados más depresivos de aquellos que se paseen por sus vías. A este ayuntamiento pertenecen, además de la cabecera del ayuntamiento, las pedanías de Salcedillo, Valberzoso, Orbó y Vallejo de Orbó, todas ellas de belleza singular, gracias a la riqueza de su patrimonio histórico, arquitectónico y natural.
«Brañosera, un rincón especial, una puerta a la riqueza de la Montaña Palentina y una forma de ser y vivir que ha perdurado a través del tiempo», aseguran en la página web del propio Ayuntamiento. En la cabecera de la Braña se debe entrar en la Casa Consistorial, donde se descubrirá cómo surgió en el año 824 el municipalismo. Las visitas guiadas al Ayuntamiento son de carácter gratuito. Los interesados solo tienen que acudir al mismo ayuntamiento o concertar la visita con anterioridad en el teléfono 979606277. Además, al final de la visita se podrá adquirir una copia de La Carta Puebla de Brañosera o Fuero de Brañosera por un euro.
En Vallejo de Orbó se encuentran extraordinarios vestigios de su asombroso pasado, tanto culturales e industriales como los inmuebles (más o menos destartalados) que recuerdan el portentoso desarrollo del lugar en la boyante época minera. El cine Ideal (el primero de la provincia), la antigua farmacia, su sanatorio, su curiosa iglesia, el pozo San Rafael, su canal subterráneo (inaugurado en 1885) para el transporte del carbón en barcazas, y más. Edificios llenos de historia que, con el apoyo de la Asociación ARPI para la Recuperación de Patrimonio Industrial, se lucha para que no desaparezcan.
Orbó fue el primer pueblo de la cuenca minera palentina donde se empezó a explotar el carbón y fue conocido en toda España por la riqueza y la calidad de su negro mineral. En invierno no cuenta con mucha población, pero en verano se llena de vida ya que se ha convertido en un pueblo de vacaciones. Las vistas desde la localidad son espectaculares. Y si se camina por los alrededores, quizás se tropiece el visitante con las antiguas trincheras erguidas en la Guerra Civil.
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Salcedillo forma parte del señalizado GR 1 o Sendero Histórico entre Ampurias y Finisterre, un corredor que une el mar Mediterráneo con el océano Atlántico. Una de sus etapas se inicia en Salcedillo (Ruta de los Foramontanos) para acabar en Herreruela de Castillería. También por aquí atraviesa el Camino de Santiago del Norte (vía del Besaya). En el centro del pueblo, junto al puente sobre el río Camesa está la parroquia de San Martín Obispo, un edificio de origen románico, del siglo XII, que fue volado durante la revolución minera y posteriormente reconstruido. La portada es el único vestigio íntegro del edificio medieval.
Valberzoso está enclavado en un valle rodeado de bosques y praderías. Su historia se remonta al siglo IX, cuando en la Carta Puebla de Brañosera se cita el Valle Verezoso. En esta visita no hay que perderse los frescos de su iglesia románica Santa María la Real que se encuentra en la parte más alta de la localidad. Fue un monasterio dependiente del premonstratense de Aguilar. En el interior destacan las pinturas murales en el ábside, presbiterio y evangelio, con motivos hagiográficos de la vida de Cristo, probablemente del siglo XV.
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Los paseos por los alrededores, llenos de historias, leyendas y tremenda belleza, siempre revitalizan. Por Brañosera, el senderista se encontrará con el pozo Merino y su magnífica cascada de agua cristalina. Si continúa el sendero, se podrá topar con la cascada de la Ceña, el pozo del arroyo Pamporquero y bellos puentes. La Senda de la Pedrosa discurre entre bosques junto al río Rubagón y une los pueblos de Brañosera y Barruelo. Comienza en el camino de la ermita de San Roque, donde hay un cartel, y recorre una distancia de 3,5 kilómetros. Aunque está señalizada no lo suficiente, siempre hay que seguir río abajo, por los caminos que se ven más andados.
A dos kilómetros de Salcedillo, se halla el puente de Rojadillo escondido en medio de la frondosidad más relajante, dentro de un bosque centenario de robles y hayas en el que abunda también el avellano, el serval y el acebo. Constituye uno de esos rincones en los que resulta difícil contener la emoción. Y por ahí, en el bosque de Ujapero está el singular chozo Tonino, refugio de maquis tras la Guerra Civil.
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