Más alumnos jóvenes, mayor exigencia en la práctica y aprobados en descenso
La tendencia entre los jóvenes es sacar el teórico un año y al siguiente el práctico, todo centrado en los meses de verano, según apuntan en las autoescuelas
El verano se convierte cada año en una época frenética para las autoescuelas palentinas, cuando las prisas de los alumnos por obtener el carné se ... mezclan con un embotellamiento de exámenes prácticos y un nivel de exigencia cada vez más alto. Lo que debería ser un proceso fluido y organizado se convierte en un auténtico desafío logístico que marca la agenda de profesores y estudiantes desde junio hasta septiembre.
La llegada de los meses estivales supone el momento elegido por la mayoría para completar la formación práctica. Así lo describe Carlos Cantera, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Palencia. «Este verano, según comentan los compañeros y lo que estamos viviendo, es complicado. Como todos los años, es el periodo en el que los alumnos deciden intentar sacar la parte práctica. Ahora mismo la tendencia es prácticamente intentar sacar el teórico un año y al siguiente la parte práctica, pero todo centrado especialmente durante los meses de verano», señala.
Pese a que el número de matriculaciones se mantiene estable respecto a años anteriores, la sensación en las autoescuelas es de saturación, una situación que viene repitiéndose durante los últimos años. «Los datos en cuanto a matriculaciones se mantienen respecto a otros años. Lo que sí tenemos es la sensación de aglomeración, dado que el nivel de exigencia en la parte práctica ha ido aumentando, debido, entre otros motivos, a la cantidad de víctimas mortales en accidentes de tráfico. Seguramente ese sea el motivo de que el nivel de exigencia en la parte práctica sea más elevado, no tanto en la teórica donde los alumnos pasan con mayor facilidad», explica Carlos Cantera.
El perfil más habitual entre los alumnos sigue siendo el de los jóvenes que aprovechan el verano para dar el paso y presentarse al examen práctico antes de retomar sus estudios. La dificultad no reside únicamente en la preparación, sino también en los tiempos y en la disponibilidad real de fechas para examinarse. «Estamos todos en la misma situación y el gran problema que estamos teniendo es que si queremos que el alumno se pueda presentar a examen, lo suyo sería realizar todo el proceso lo más rápido posible y seguido. El hecho de comenzar las prácticas y tenerlas que parar por ese embotellamiento a la hora de hacer el examen es algo perjudicial», subraya Carlos Cantera.
La concentración de alumnos durante el verano genera retrasos y listas de espera para iniciar las prácticas, pese a que en Palencia la situación de examinadores es mejor que en otras provincias. «Pese a todo, Palencia es una de las pocas ciudades donde las plazas de examinadores están cubiertas en su totalidad. Es algo que se consiguió a base de insistir mucho y somos de las pocas ciudades de España que tiene las plazas cubiertas. Es cierto que hay una persona de baja, pero el número de pruebas está siendo elevado en comparación con el resto de provincias que nos rodea. El hecho de que la confluencia de alumnos máxima se concentre en los meses de verano, hace que sea difícil que puedan obtener el permiso en un corto periodo de tiempo. Porque el nivel de exigencia es alto y porque el volumen es tan alto que es difícil poder dar salida a toda la cantidad de alumnos que está esperando la prueba», detalla el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Palencia.
La disponibilidad de fechas de examen práctico también se complica especialmente en esta época. «Ahora mismo el embotellamiento puede ser alto al encontrarnos en verano, pero en meses posteriores donde la afluencia de alumnos es más baja, es más fácil que puedan hacer el examen más rápido. Muchos alumnos están cursando los estudios fuera y cuando vuelven es cuando se matriculan, pero vuelven todos a la vez. Es muy difícil poder dar un buen servicio y hacerlo en mucho tiempo, cuando todos piden lo mismo y en el mismo tiempo», explica.
Esta acumulación de alumnos y la dificultad para cuadrar prácticas y exámenes ha cambiado la tendencia de intentar sacar el carné completo en un solo verano. «Siempre hay excepciones. Podemos encontrar gente que sea más aplicada o tenga más habilidades para la circulación. Sí que se dan casos de alumnos que aprueban ambas partes en un mismo verano, aunque es muy difícil. Vivimos en un momento de inmediatez, pero todo tiene su proceso y su trabajo. Todo el mundo quiere conseguir algo, pero sin renunciar a las vacaciones, las fiestas del pueblo y demás. Muchas veces se quiere todo y es inviable. Hay muchas otras prioridades y la gente no le da tanta importancia a la obtención de un permiso que luego te va a dar libertad», apunta Carlos Cantera.
Desde la asociación palentina insisten en la importancia de la parte teórica a la hora de conseguir el aprobado en el examen práctico. «Es importante tener la parte teórica mejor preparada para demostrarlo en la parte práctica, porque lo que vemos muchas veces es que ambas partes van muy relacionadas y la gente lo disgrega. Pedimos e intentamos concienciar a los alumnos de que presten más atención, pongan más interés y que vayan más preparados para poder obtener el permiso antes. No favorecer ese embudo y que a la gente le cueste más examinarse porque el índice de aprobados no está siendo tan alto como nos gustaría», concluye Carlos Cantera.
El índice de aprobados en la parte práctica ha descendido con respecto a años anteriores, lo que refleja la necesidad de una mejor preparación y un cambio de mentalidad que vaya más allá de las prisas del verano. La autoescuela sigue siendo, en definitiva, un reto que exige paciencia, compromiso y un esfuerzo constante para que, una vez obtenido el permiso, la conducción sea sinónimo de seguridad y responsabilidad.
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