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Alumnos de cuatro países analizan 20.000 fragmentos óseos de la segunda cripta de la Catedral de Palencia
Se estima que los restos arqueológicos, encontrados bajo la capilla de San Isidro en la rehabilitación de 2023, datan de los siglos XII al XV
Doce alumnos, cuatro profesores (a los que se unirán otros tres a partir de este jueves) y tres semanas de plazo para estudiar entre 10. ... 000 y 20.000 huesos del osario que se descubrió en 2023 en la Catedral de Palencia, durante las obras de restauración de la capilla de San Isidro de la girola. Esta intervención, que se llevó a cabo con el 1,5% Cultural, dejó al descubierto una segunda cripta y restos arqueológicos, que estos días están extendidos en montones por distintas mesas situadas en las casas del cabildo y estudiados por los investigadores.
«En 2023 finalizó la intervención arqueológica y dejamos la incógnita sobre qué habíamos encontrado y nos faltaban datos para poder seguir investigando qué significaba esto para Palencia», reconocía este martes el arqueólogo de la Catedral, Arturo Balado. Ha sido gracias a la intervención del obispo de Palencia, Mikel Garciandía, que se ha podido llevar a cabo este proyecto educacional y de análisis al mismo tiempo. El prelado narró cómo vivió en el monasterio de Zamartze, ubicado sobre la mansión romana de Araceli, en la calzada Astorga-Burdeos, y cómo aparecieron unos restos romanos monumentales, que fueron estudiados por la empresa vasca Aditu.
Los estudiantes de Antropología, Arqueología y Ciencias Forenses, dirigidos por esta misma empresa de arqueología y antropología, son encargados de organizar y conocer los huesos hallados. Los alumnos proceden de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Malasia, y residen mientras dura la investigación y el curso de Osteología en el Seminario Mayor de la capital.
«Este curso es para formar a los estudiantes de grado y postgrado en todo el proceso de exhumar y estudiar los restos humanos», argumentó Emma Bonthorne, arqueóloga de la Universidad de Oxford y directora del proyecto. «Contrastamos los huesos con otro osario que estamos investigando actualmente, que es uno de los osarios más grandes de la península ibérica, que está en Roncesvalles, es el silo de Calomagno, de donde hemos sacado más de 800.000 huesos durante seis campañas», advirtió.
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El trabajo que llevan a cabo alumnos y profesores es complejo y detallado, por lo que es desarrollado a lo largo de toda la jornada, ya que muchas tardes, además de continuar analizando los huesos, descienden a la cripta descubierta en 2023, que fue tapada con una tarima de madera, para continuar sacando restos arqueológicos, que aún permanecen en su interior. «Es un contexto funerario único. No hablamos de esqueletos que están en conexión anatómica, sino restos que se recogieron durante una limpieza de la Catedral de Palencia, por eso muchas veces se han ignorado. Montaron todos los huesos juntos en el osario, por lo que estamos un poco más limitados a la hora de sacar información antropológica», explicó la investigadora, a la vez que señaló los montones óseos en las distintas mesas, donde se agrupaban las costillas, los esternones o los húmeros.
La cantidad de trabajo es tal que se estima que sea necesario estudiar más de mil huesos diarios y que no sea tan descabellado plantear que se pueda organizar una segunda edición y hasta una tercera, ya que aún falta mucho por descubrir y las aulas creadas dentro de las instalaciones de las casas del cabildo son «amplias y cómodas», según detalló la propia arqueóloga Emma Bonthorne.
El origen de estos huesos (algunos de animales y mezclados también con restos de cerámica, que han podido ayudar a determinar el origen temporal) se debe, según se cree, a la época en la que se bajó la seo a cota cero para ampliarla. «La Catedral de Palencia iba a ser más corta de lo que es actualmente. Cuando el obispo Fonseca decide a inicios del siglo XVI hacerla más amplia, se optó por la fórmula intermedia de bajar la cota muchísimo. Y esto implicaba tener que exhumar todas las tumbas de los palentinos que estaban dentro de la Catedral», argumentó el prelado, sobre la procedencia de la cantidad de restos mezclados y enterrados conjuntamente, que actualmente se están estudiando.
Los huesos, que permanecieron durante siglos en el osario y ya en sacos desde que fueron descubiertos en la cripta en 2023, serán «reasignados a un contexto funerario», según explicó Mikel Garciandía. «Al final, son cristianos que han vivido aquí, han sido enterrados aquí». Actualmente están depositados, tras analizarse las piezas individualmente, en bolsas de plástico etiquetadas (según el tipo de hueso y la lateralidad del mismo) dentro de cajas de cartón.
Estos restos óseos van a arrojar información sobre la población palentina de esos siglos, de la época prerrománica y medieval. «Es muy importante conocer el pasado y esta es una forma más de seguir indagando en él», subrayó el arqueólogo.
Y con este estudio sí que se podrá llegar a determinar el número de hombres y de mujeres que estaban enterradas en la Catedral, la media de edad de los mismos o incluso añadir datos sobre su salud. «Sí que podremos conocer información más a nivel poblacional, que a nivel individual», advirtió la arqueóloga.
Este proyecto, además, podría derivar en la creación de una escuela de estudios óseos o quizá en otros programas especializados en torno a la historia prerrománica y medieval, que ha sido desenterrada desde los cimientos de la propia seo de San Antolín.
«En nuestro campo es muy importante estudiar huesos de cerca», resumía Evengeline Strickland, Máster de Antropología en la Universidad de Waterloo, en Canadá, y alumna de este estudio, quien era traducida por Emma Bonthorne, la única de todo el grueso de profesionales que domina el castellano.
«Este osario no es algo que podamos encontrar fácilmente en Canadá. Así que estamos muy contentos de estar trabajando en un laboratorio como este, en una ciudad tan hermosa y con un programa tan interesante», continuó la joven, que está decidiendo qué doctorado sobre de restos óseos estudiar el próximo curso. «Este es un contexto funerario único y estoy muy contenta de estar aquí porque mis compañeros y yo lo estamos pasando muy bien en Palencia», agregó la alumna.

Tres salas distintas para determinar qué hueso es y si perteneció a un hombre o a una mujer
Tres salas distintas de las instalaciones de las casas del cabildo, situadas en el lateral de la Catedral de Palencia, y con entrada desde la propia plaza de la Inmaculada y desde la calle Mayor Antigua, se han convertido durante tres semanas en tres aulas de los estudios de Osteología de la propia seo. Los doce estudiantes que se han desplazado hasta Palencia desde EE UU, Reino Unido, Canadá y Malasia se dividen en las tres habitaciones con los restos arqueológicos descubiertos en 2023 bajo la capilla de San Isidro.
Las tres habitaciones de las instalaciones de la Diócesis se dividen según el tipo de estudio de los restos óseos. En la primera sala se clasifican anatómicamente, ya sean costillas, esternones, fémures o cráneos. La segunda está designada para la lateralidad de estos restos, es decir para separar los que son de la parte izquierda de los de la derecha de los esqueletos, mientras que la tercera, en la que más se tardan en analizar los huesos, son divididos por sexo, entre los de mujer y los de hombre.
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