Así es la alondra ricotí y por qué piden «falta muy grave» por destruir su hábitat

Ecologistas en Acción solicitó a la Junta de Castilla y León sancionar a un agricultor, en el Páramo de Castañeda de Cevico de la Torre, Palencia, con «falta muy grave», por la destrucción, sin autorización, del hábitat de la alondra ricotí, una especie en peligro de extinción según el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Por ello, el Servicio de Medio Ambiente, inicialmente, propuso una multa de 15.000 euros y la obligación de abandonar los cultivos. Una sanción que consideran insuficiente desde Ecologistas en Acción, por un error en la valoración inicial de la infracción considerandola como «vulnerable» en vez de en «peligro de extinción», proponiendo una cuantía que oscile entre 200.001 y 2.000.000 euros, ya que esta falta debe pasar de «grave» a «muy grave».

La alondra ricotí es un ave de pequeño tamaño, de todos pardos y grises. Además, posee un cuello estrecho, patas largas y un pico largo y curvado hacía abajo. Curiosamente prefiere moverse a pie antes que volar, por lo que, antes de huir de sus depredadores, se oculta entre la vegetación para pasar desapercibida. Destaca por tener un vuelo rápido, con batidos profundos y una arrancada potente.

Esta especie, en España, principalmente se encuentra ubicada en cinco núcleos poblacionales: los páramos de la Meseta, los páramos del Sistema Ibérico, la depresión del Ebro (donde encuentra sus mayores poblaciones), Castilla-La Mancha y el sureste peninsular. Según la Lista Roja Europea de Aves 2021 hay un total de 4.700 individuos en toda Europa con una tendencia decreciente.

En cuanto al hábitat, la alondra ricotí es esteparia, propia de llanuras y con matorral bajo variado. En cuanto a la cría (febrero-julio), construyen el nido en el suelo y ponen de dos a cinco huevos, que incuban durante 12 días. Además, sufren elevadas tasas de depredación natural. Y su alimentación se basa principalmente en insectos y pequeñas semillas.

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