Poemas visuales de Julián Alonso expuestos en la Librería Ateneo.

Julián Alonso expone poemas visuales sobre Palencia

La muestra se puede visitar hasta el 16 de febrero en el Café Librería Ateneo

fernando caballero

Martes, 17 de enero 2017, 11:23

«Palencia es como un gran poema que hay que leer». Así define Julián Alonso escritor, editor, poeta visual, dinamizador cultural... al hablar de la exposición que este lunes se ha abierto en la Librería Café Ateneo (calle Juan de Castilla, 3) y que permanecerá abierta durante un mes.

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La muestra se compone de once poemas visuales, siete de los cuales son recientes, con dos temas concretos: la ciudad de Palencia y la ironía. Julián Alonso aseguró ayer que con estos poemas visuales y algún poema-objeto pretende «comunicar con imágenes mensajes que también podrían ser explicados de manera textual, porque estamos en la era de la imagen, de las prisas y lo inmediato, y se trata de que el mensaje llegue como un flash al espectador, sin que tenga que detenerse demasiado».

Los poemas dedicados a Palencia ofrecen una forma diferente de ver la ciudad. «Cualquier ciudad, y en este caso Palencia, es como un gran poema que hay que leer y cada espectador saca sus propias conclusiones. Las calles son como versos de ese poema y están llenas de imágenes. Basta con ir predispuesto para captarlas, asumirlas y reflexionar sobre ellas», explica.

Julián Alonso redescubre la ciudad «en la medida de ir aportando una serie de lecturas fragmentarias que, reunidas, forman un todo inacabado, porque la ciudad tiene tantos y tan diferentes aspectos como miradas se posan sobre ella». «En mi caso es una visión muchas veces irónica e incluso, en casos, desolada, pero todo forma parte de nuestro hábitat y bueno es destacarlo para tratar de corregir lo corregible y de asimilar lo asimilable», apostilla.

La segunda parte de la muestra incluye textos cercanos al poema-objeto con la ironía como hilo conductor. «Siempre hay motivos para la ironía. La ironía es un arma poderosa, sobre todo cuando la realidad es dura y no se vislumbran a corto ni medio plazo vías de solución. Cuando la verdad no es suficiente para concienciarnos, hay que recurrir a la ironía», asegura Julián Alonso, que añade que la ironía es «una buena medicina para que no nos consuma el desánimo y la decepción ante lo que nos rodea, aporta un sentido crítico muy necesario y agudiza la percepción de los espectadores».

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